Islam en Murcia - 27.07.25
![]() |
| Aiman Adlbi, sentado, en el centro de la imagen, después de su reelección el 13 de julio de 2024 |
Advertencia: este artículo fue escrito para ser publicado el pasado 13 de julio. Lo ocurrido en Torre Pacheco, donde los musulmanes españoles sufrieron un ataque terrorista organizado, obligó a retrasar su publicación. Los sucesos refuerzan el titular que hemos elegido para esta entrada. La CIE hizo un comunicado impresentable y su líder ni está ni se le espera.
Aquí el texto de artículo:
Dice la Comisión Islámica de España (CIE) en el apartado de "Transparencia" de su página de internet que "La CIE nació con la finalidad de ostentar la representación única, conforme a lo dispuesto en el Acuerdo de Cooperación del Estado con la CIE, contenido en la ley 26/1992 de 10 de noviembre, ante el Estado Español, de las entidades religiosas islámicas citadas en el Artículo 1º, para la adecuada interlocución con las Administraciones del Estado en todo lo referente al desarrollo y al ejercicio de la libertad religiosa, y en particular, para la negociación, seguimiento, desarrollo y aplicación del Acuerdo de Cooperación firmado con el Estado Español y de otros acuerdos sectoriales, autonómicos y/o de normas que sean de aplicación a los musulmanes de España".
Pues resulta que una sola persona, Ana María Lozano, cartagenera conversa al islam, ha hecho más por la aplicación del Acuerdo de 1992 que la CIE en sus más de 40 años de historia. Ana María consiguió en 2022 que la justicia obligara al gobierno de la Región de Murcia a ofertar Enseñanza Religiosa Islámica (ERI) y en 2025 ha logrado que la justicia obligue al Ayuntamiento de Cartagena a habilitar parcelas para enterramientos islámicos en el cementerio municipal.
Nos preguntamos de qué sirve a los musulmanes españoles la Comisión Islámica de España si no es capaz de velar por la aplicación del Acuerdo de 1992. ¿Proponemos a Ana María Lozano como presidenta de la CIE?.
El presidente Aiman Adlbi mantiene una CIE de perfil bajo, fiel al legado de Riay Tatary. La diferencia es que Tatary siempre daba la cara en diversas actividades públicas, mientras que Adlbi es invisible, no aparece en reuniones institucionales ni en actos en los que la CIE tiene un papel protagonista. El último ejemplo es el acto celebrado recientemente por RTVE para conmemorar los 40 años de programas religiosos en la televisión pública, entre ellos "Medina", dedicado a la comunidad musulmana española.
La Comisión Islámica de España debería estar más cerca de la sociedad, rendir cuentas y tener un liderazgo fuera de toda duda. Sobre Adlbi siempre estará la sombra de las investigaciones policiales sobre su presunta relación con redes de financiación de Al Qaeda en Siria.
Una vez más nos preguntamos para qué sirve en realidad esta CIE, qué hace con el más de medio millón de euros al año que recibe de subvenciones públicas, en qué gasta ese dinero. Eso no está reflejado en su portal de Transparencia y debería estarlo.
La CIE necesita un impulso, lleva años anclada en la autocomplacencia de sus dirigentes, tiene un presidente invisible cuya reputación está en entredicho y en la calle se percibe como un organismo sin utilidad para los musulmanes españoles. Eso sí, Adlbi se atrajo al díscolo Mounir Benjelloun, presidente de una FEERI que vivió tiempos mejores, para eliminar cualquier posibilidad de rebelión interna.
La cuestión es que la CIE acaba de encajar un gol por toda la escuadra, uno más, con la sentencia del cementerio musulmán de Cartagena. Ya debería estar sobre la mesa una propuesta de la CIE para reclamar a la Federación Española de Municipios y Provincias que en cada localidad con presencia de población musulmana hubiera una maqbara. O ya se deberían estar proponiendo mociones en plenos municipales para conseguir lo que la Comunidad Islámica AFAMUCA en Cartagena. Claro que eso requiere mucho trabajo y contacto frecuente con las diferentes formaciones políticas.
Trabajen, señores de la CIE, o dejen paso a quienes lo hagan. No nos sirve una CIE miedosa y dócil, más pendiente de mantener las subvenciones que de reivindicar los derechos de los musulmanes.
Esta CIE de Adlbi debe velar por los intereses de los musulmanes españoles dentro del marco legal español y europeo. España no es ni más ni menos que Marruecos, Siria o Senegal, tiene sus propias características como Estado y requiere de la construcción de un islam español, mirando al futuro y sin contaminaciones externas.
Un año después de su reelección (el 13 de julio de 2024), pedimos a Adlbi que deje paso a una nueva generación de dirigentes que sean capaces de conectar con la juventud y hacer del islam en España una religión respetada. Benjelloun debe trabajar también para ese cambio y pensar en su relevo en la FEERI.
Renovarse o morir.

Comentarios
Publicar un comentario