Ney, un palestino en Murcia: “Todos los días hay peligro de muerte en Gaza”

Islam en Murcia - 26.10.21 

Yousra Takaroumt, Murcia.

Ney en la calle Jabonerías de Murcia (foto: Y.T.)

Najmeddin Nijim, "Ney" para sus amigos murcianos, es un joven palestino de 24 años, que llegó a España a principios del mes de abril del año actual junto a gran parte de su familia. Es el mayor de ocho hermanos (seis chicos y dos chicas), una de sus hermanas no ha podido ser incluida en la solicitud de reagrupación familiar que ha llevado a cabo su padre, ya que, está casada en Gaza y tiene un hijo. 

Najmeddin ha estudiado Psicología en la Universidad Al Aksa en Gaza. Ahora está estudiando el idioma, español, con la Fundación Cepaim en Murcia, a la espera de convalidar su título universitario de Palestina que finalmente ha recibido el día 22 de septiembre. No ha sido nada fácil que este título llegue a España, ya que en Gaza no hay consulado o embajada española, por lo tanto, los certificados necesarios han tenido que ser enviados por correo a las autoridades españolas en territorio israelí y tras varios meses han llegado a Murcia.

Este joven quiere aprender lo más rápido posible el idioma para poder estudiar un máster relacionado con su carrera. Tiene muchos planes de futuro, quiere hacer un doctorado, ser profesor de psicología y ayudar a las personas: “He visto que los árabes aquí la mayoría trabajan en el campo, yo no quiero trabajar allí. He estudiado y quiero seguir estudiando. Quiero trabajar y ayudar a las personas con sus problemas y ojalá dar clases de psicología.”

Según Najmeddin, en Gaza la educación es muy importante, todos los niños estudian, al menos la primera etapa, primaria. Es cierto, que hay un porcentaje de alumnos que dejan la escuela por temas económicos, por las circunstancias de la familia y de la vida allí. Pero, en general, las familias se suelen enorgullecer y lucir con la formación de sus hijos y por eso intentan que sigan estudiando. Por otra parte, están los que piensan que no vale la pena estudiar en un país donde no hay futuro: “Hay un porcentaje de 0,01% de probabilidades de trabajar en lo que uno ha estudiado”, aclara. “Los que estudian intentan salir del país para trabajar. Porque, un médico, por ejemplo, después de estudiar 6 años de carrera, cobra unos 300 euros, eso no le vale la pena, entonces se van. Quien puede se sale.”

Después de los atentados es habitual volver a los colegios, los palestinos ya están acostumbrados: “Ya es algo normal. Los ataques ya son como el chiste del día. No pasa ningún día sin ataque. Ya forma parte de la rutina diaria”, cuenta el palestino. 

Najmeddin ha vivido la guerra desde dentro y desde fuera.

En el 2014, la casa de Najmeddin fue una de las afectadas por los ataques. Uno de los misiles de aviso, que suelen lanzar las fuerzas israelíes minutos antes de efectuar grandes ataques, dio justo en un pilar de la habitación donde se encontraba éste con su abuela. Su padre se llevó a los hijos más pequeños y no se percató de que el hijo mayor había perdido el conocimiento y seguía tendido en el suelo. Afortunadamente, a los pocos minutos recuperó la conciencia, se llevó a su abuela en brazos y salió de casa, “Se puede decir que he sobrevivido de milagro, por pocos minutos más, no habría podido salir”, afirma con una amplia sonrisa.

Marcha por Palestina por el centro de Murcia en mayo (Foto: Conesa)

Esta no es la única ocasión en la que Najmeddin se salva de la muerte: “De este tipo de episodios, me han pasado muchas veces”. Un día, mientras estaba en la calle haciendo fotografías de cómo los cohetes colisionaban en las casas, uno chocó a pocos metros de él y la fuerza del impacto contra el suelo hizo que su cuerpo salte en el aire y se desplace unos dos o tres metros de donde estaba.

Recuerda con arrepentimiento un día que su madre salió al mercado y lo dejó cuidando de sus hermanos, indicando que no saliera, que no los dejara solos. Pero, su afición por los videojuegos lo llevó a la casa de su tío: “Soy muy aficionado a los videojuegos y fui a la casa de mi tío que está justo en frente a la nuestra. De repente escucho ataques en la casa de nuestros vecinos. Salí corriendo de casa mi tío para ir a ver cómo están mis hermanos, mientras mi prima me gritaba desde la ventana ‘para, para, para ...’ tenía prisa, estaba preocupado por mis hermanos, no quería parar, de repente un misil cae justo en medio de la calle, por dos pasos más me habría matado. Me salvó la vida mi prima.” Afortunadamente, sus hermanos estaban bien, pero él se arrepintió mucho por dejarlos en casa y no estar a su lado y tranquilizarlos en el momento del ataque.

En uno de los ataques, su hermano fue lesionado, tuvo que irse a Jordania para someterse a varias operaciones donde le han efectuado un implante ortopédico que le va acompañar de por vida. El joven insiste en que no es fácil ser trasladado a otro país para ser tratado: “Tiene que ser un caso muy grave para que lo lleven a Jordania, no es nada fácil salir del país, hay muchos controles.”

Actualmente, desde aquí vive pendiente de lo que pasa en su tierra. Preocupado por sus amigos, vecinos y familiares, especialmente, por su hermana de 21 años, que han dejado atrás, con su marido y su hijo. Está todo el día pegado al móvil, a las redes sociales, ya que es por donde se difunden las imágenes y vídeos de los bombardeos diarios. “Aquí hay seguridad, pero uno siempre está preocupado por los suyos que están allí”, expresa pensativo.

En mayo perdió uno de sus mejores amigos, en anteriores ataques perdió a vecinos y familiares, recuerda con mucha pena el asesinato de una prima que estaba embarazada y a punto de dar a luz a su bebé. Con todo lo vivido, reconoce que es triste, pero no se plantea volver a vivir en Gaza, solo le gustaría ir de visita si algún día fuese posible.

El periodo más largo que recuerda en el que no hubo ataques han sido unos tres meses. Pero, insiste en que “todos los días hay peligro de morir y/o posibilidad de sobrevivir.”

Diariamente, le llaman amigos y conocidos pidiendo ayuda para salir del país. Lamente no poder ayudarlos más que transmitiendo toda la información que conoce por si les sirve: “La oportunidad que tengo ahora la desean miles de jóvenes que no están aquí”, reconoce.

Las redes sociales han tenido un papel muy importante en la guerra de mayo pasado. Najmeddin expresa su sorpresa por la considerable cobertura de los medios de comunicación murcianos y nacionales sobre esa guerra. “Han hecho buen trabajo, aunque siempre se puede mejorar”, aclara. Pero, tiene claro que las redes sociales han tenido gran impacto y papel en esta ocasión: “Las redes sociales están siendo la clave para hacer llegar los problemas y sucesos de la guerra de Palestina”.

Manifestación por Palestina en Murcia en mayo pasado (foto: Conesa)

Recuerda que en la guerra del 2014, cuando estaba en Palestina, en los 51 días consecutivos de ataques, que dejaron más de 2.500 víctimas mortales, no recibieron tanto apoyo, no recuerda que las redes se inundaran de imágenes de la guerra y de las manifestaciones por todo el mundo.

“Gracias a las redes se ha hecho gran difusión de los ataques, han llegado a todo el mundo, me ha sorprendido ver aquí tantas imágenes de los fallecidos de mi país, en las manifestaciones. Y las imágenes de las manifestaciones han llegado a mi país, me he alegrado mucho por todo el apoyo recibido y los palestinos desde allí también se han alegrado de ver que el mundo está con ellos.”

Aunque parece que las manifestaciones no sirven para nada, él cree que la presión ejercida mediante la difusión y denuncia en redes y las manifestaciones, han tenido un 30% de influencia para parar los ataques mortales, recordando que ataques hay diariamente, pero no con víctimas mortales. Además, lo más importante para él es que su gente siente alivio al conocer que su voz llega, que las personas de otras nacionalidades y países los entiende y respalda su lucha.

“Que la gente siente su dolor. Una persona no puede vivir sola por siempre, y eso es lo que los palestinos sienten sin apoyo, así no se puede vivir. Aunque sea en la distancia. Que alguien los va defender y lo hace desde donde puede.”

Por último, Najmeddin da las gracias a los españoles por su salida a las calles en todas las comunidades en mayo y su apoyo a los palestinos. Espera que algún día puedan vivir en paz, en el poco espacio que les queda, en su tierra y casa. También anima a todo el mundo a informarse bien sobre la historia del conflicto desde su principio antes de opinar sobre la situación. 

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La entrevista ha sido realizada por la estudiante de periodismo de la Universidad de Murcia y colaboradora de Islam en Murcia, Yousra Takroumt. La foto de "Ney" es del pasado día 15 de octubre, cuando él se unió al grupo de jóvenes musulmanes de Murcia que llevó a cabo una acción solidaria repartiendo comida a personas sin techo en la ciudad.

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