Fuente: elpais.com (1/6/2010)
Yazid Koudri está acusado de amedrentar a estas mujeres en las calles en compañía de un grupo de musulmanes dirigidos por él
Varias prostitutas que trabajan en las calles del centro de Cartagena (Murcia) han denunciado ante la policía y en el Juzgado de Instrucción número 3 de la localidad a Yazid Koudri, presidente de la comunidad islámica de la zona y líder religioso de una de las mezquitas más conocidas de la ciudad. Los atestados policiales describen agresiones, insultos y coacciones a las trabajadoras del sexo por parte del imán y alguno de sus fieles.
"No estamos en contra de lo que quieran hacer estas mujeres, pero que no lo hagan en la calle, por donde pasan nuestros niños", ha afirmado Koudri, quien pide a las prostitutas que se vayan a su casa y ya ha entregado en el registro municipal de Cartagena un escrito avalado por 200 firmas de su colectivo -la mezquita tiene 300 fieles- pidiendo que se controle la prostitución en las calles del centro de la ciudad.
Sin embargo, la vía de las reclamaciones por escrito y ante el Ayuntamiento no es la única que utiliza Koudri, según las prostitutas. Las mujeres que ejercen la prostitución en el casco antiguo y, sobre todo, en las calles San Cristóbal La Larga y Beatas, viven desde hace meses con miedo por la represión que ejerce sobre ellas un grupo de musulmanes dirigidos por el imán. Le acusan de haber creado "un equipo de comisarios islámicos" que pasean junto a él por las calles para "echar a las mujeres a base de insultos y violencia."
Mientras Koudri asegura que "cuando pasan niños delante de ellas, les enseñan los pechos y eso no se puede consentir", y cree que "deben adoptarse medidas más contundentes que la presencia de la policía", fuentes de la investigación abierta señalan que el imán ha pedido a algunos de sus adeptos que vayan "contra las prostitutas y también contra sus clientes árabes".
La tensión entre ambas partes comenzó hace un año, tras el cierre del bar Taurino. Se trataba de un local dedicado a la prostitución, clausurado por el Ayuntamiento tras varias denuncias de los vecinos. La comunidad islámica dijo entonces que "era un lugar insalubre y que no cumplía la normativa municipal". Desde entonces, algunas mujeres que han seguido trabajando en la calle han recibido amenazas de muerte, golpes, e incluso una de ellas denuncia que el imán trató de atropellarla con su coche particular.
En un atestado policial, una de las meretrices cuenta a los agentes que Koudri la increpó en actitud muy agresiva, gritando: "Eres una zorra y una puta. Estás enferma. Vete a tu país".
Algunos musulmanes, vecinos de la zona, dicen que Koudri les reprende si les ve bebiendo, en un bar o en cualquier establecimiento donde coincidan con estas mujeres. "Desde un locutorio, hasta una tienda de ultramarinos pasando por una ferretería", apunta un fiel de la mezquita que prefiere no dar su nombre. Algunos comerciantes árabes de la zona confirman que sus clientes, casi todos compatriotas de países musulmanes, repiten textualmente las palabras del imán: "No entréis ahí, donde están ellas, que eso es de marranos". Las mujeres siguen comprando en sus comercios pero la clientela árabe ha desaparecido. A la vista de las denuncias en el juzgado de algunos comerciantes, la fiscalía ha solicitado ya una orden de alejamiento de 200 metros del imán Koudri de dos locales cercanos a la mezquita.
Reacciones
La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, ha pedido al Ministerio del Interior presencia policial que apoye a los agentes locales en estas calles. El delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, ha hecho un "llamamiento a la calma y a la convivencia" entre los vecinos y ha asegurado que "hay disposición total de colaboración de la policía nacional con la local de Cartagena".
Desde el Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS) de Murcia condenan estos casos de violencia "con total rotundidad". Dicen que llevan un año en contacto con la comunidad islámica de Murcia y les han confirmado que "se trata de un fundamentalista que no representa a la totalidad de los musulmanes". Y añaden: "Hasta sus propios compañeros reconocen que con él casi no se puede ni hablar".
El actual presidente de la Federación Islámica de la región de Murcia, Mbarek Demouche, se desvincula de la actitud de este imán y, aunque es reticente a hablar sobre él porque pertenece a otra asociación, indica que "cada ser humano hace una interpretación del islam y esta es una de ellas".
En la web http://islamenmurcia.blogspot.com/, portal de referencia para la comunidad musulmana residente en la Región de Murcia, se puede leer que "los vecinos y comerciantes del casco antiguo no están solos en su lucha por erradicar la práctica de la prostitución de sus calles y no tienen como aliados a los musulmanes de la mezquita Ennour".
Yazid Koudri está acusado de amedrentar a estas mujeres en las calles en compañía de un grupo de musulmanes dirigidos por él
Varias prostitutas que trabajan en las calles del centro de Cartagena (Murcia) han denunciado ante la policía y en el Juzgado de Instrucción número 3 de la localidad a Yazid Koudri, presidente de la comunidad islámica de la zona y líder religioso de una de las mezquitas más conocidas de la ciudad. Los atestados policiales describen agresiones, insultos y coacciones a las trabajadoras del sexo por parte del imán y alguno de sus fieles.
"No estamos en contra de lo que quieran hacer estas mujeres, pero que no lo hagan en la calle, por donde pasan nuestros niños", ha afirmado Koudri, quien pide a las prostitutas que se vayan a su casa y ya ha entregado en el registro municipal de Cartagena un escrito avalado por 200 firmas de su colectivo -la mezquita tiene 300 fieles- pidiendo que se controle la prostitución en las calles del centro de la ciudad.
Sin embargo, la vía de las reclamaciones por escrito y ante el Ayuntamiento no es la única que utiliza Koudri, según las prostitutas. Las mujeres que ejercen la prostitución en el casco antiguo y, sobre todo, en las calles San Cristóbal La Larga y Beatas, viven desde hace meses con miedo por la represión que ejerce sobre ellas un grupo de musulmanes dirigidos por el imán. Le acusan de haber creado "un equipo de comisarios islámicos" que pasean junto a él por las calles para "echar a las mujeres a base de insultos y violencia."
Mientras Koudri asegura que "cuando pasan niños delante de ellas, les enseñan los pechos y eso no se puede consentir", y cree que "deben adoptarse medidas más contundentes que la presencia de la policía", fuentes de la investigación abierta señalan que el imán ha pedido a algunos de sus adeptos que vayan "contra las prostitutas y también contra sus clientes árabes".
La tensión entre ambas partes comenzó hace un año, tras el cierre del bar Taurino. Se trataba de un local dedicado a la prostitución, clausurado por el Ayuntamiento tras varias denuncias de los vecinos. La comunidad islámica dijo entonces que "era un lugar insalubre y que no cumplía la normativa municipal". Desde entonces, algunas mujeres que han seguido trabajando en la calle han recibido amenazas de muerte, golpes, e incluso una de ellas denuncia que el imán trató de atropellarla con su coche particular.
En un atestado policial, una de las meretrices cuenta a los agentes que Koudri la increpó en actitud muy agresiva, gritando: "Eres una zorra y una puta. Estás enferma. Vete a tu país".
Algunos musulmanes, vecinos de la zona, dicen que Koudri les reprende si les ve bebiendo, en un bar o en cualquier establecimiento donde coincidan con estas mujeres. "Desde un locutorio, hasta una tienda de ultramarinos pasando por una ferretería", apunta un fiel de la mezquita que prefiere no dar su nombre. Algunos comerciantes árabes de la zona confirman que sus clientes, casi todos compatriotas de países musulmanes, repiten textualmente las palabras del imán: "No entréis ahí, donde están ellas, que eso es de marranos". Las mujeres siguen comprando en sus comercios pero la clientela árabe ha desaparecido. A la vista de las denuncias en el juzgado de algunos comerciantes, la fiscalía ha solicitado ya una orden de alejamiento de 200 metros del imán Koudri de dos locales cercanos a la mezquita.
Reacciones
La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, ha pedido al Ministerio del Interior presencia policial que apoye a los agentes locales en estas calles. El delegado del Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar, ha hecho un "llamamiento a la calma y a la convivencia" entre los vecinos y ha asegurado que "hay disposición total de colaboración de la policía nacional con la local de Cartagena".
Desde el Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS) de Murcia condenan estos casos de violencia "con total rotundidad". Dicen que llevan un año en contacto con la comunidad islámica de Murcia y les han confirmado que "se trata de un fundamentalista que no representa a la totalidad de los musulmanes". Y añaden: "Hasta sus propios compañeros reconocen que con él casi no se puede ni hablar".
El actual presidente de la Federación Islámica de la región de Murcia, Mbarek Demouche, se desvincula de la actitud de este imán y, aunque es reticente a hablar sobre él porque pertenece a otra asociación, indica que "cada ser humano hace una interpretación del islam y esta es una de ellas".
En la web http://islamenmurcia.blogspot.com/, portal de referencia para la comunidad musulmana residente en la Región de Murcia, se puede leer que "los vecinos y comerciantes del casco antiguo no están solos en su lucha por erradicar la práctica de la prostitución de sus calles y no tienen como aliados a los musulmanes de la mezquita Ennour".
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