Islam en Murcia - 29.12.25
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| Ahmed Khalifa, presidente de la Asociación Marroquí |
La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha publicado una interesante investigación, titulada "El Asociacionismo Inmigrante en España: de la supervivencia a la relevancia".
La Asociación Marroquí destaca que "el estudio revela una realidad que suele pasar desapercibida: servicios que crecen, recursos que no, trámites complejos y entidades que aún así, siguen sosteniendo comunidad, convivencia y apoyo diario".
Algunos resultados de la investigación:
El estudio muestra que el 97% de las entidades estudiadas son asociaciones fundadas y dirigidas por personas migrantes, configurándose como un fenómeno organizativo comunitario orientado a la autorrepresentación, defensa de intereses y preservación identitaria. Se identifica un espectro organizati vo donde la identidad migrante opera como un factor cultural y experiencial del liderazgo, evidenciado por el 3% de entidades que, aunque fundadas por personas de ascendencia migrante, rechazan la etiqueta de “asociación de inmigrantes”, especialmente en Ceuta y Melilla, planteando matices sobre la definición y los límites de este tipo de entidades.
La distribución territorial muestra notables disparidades, con mayor concentración en Cataluña, Madrid y Andalucía, correlacionada con variables demográficas y de infraestructura, mientras Ceuta, Melilla y Extremadura presentan menor desarrollo asociativo. El 82% de las enti dades opera con una única sede, reflejando un modelo de arraigo local que opti miza recursos escasos, aunque frecuentemente uti lizando espacios domésticos que evidencian la precariedad estructural de estas.
La cartera de servicios se centra en intermediación socio-insti tucional, destacando información y orientación sobre recursos (18%), educación y formación (16%), y apoyo laboral (12%). La composición de la población atendida muestra predominio de personas de América Lati na (36%) y África (24%), con mayor demanda femenina (35%, frente a un 20% masculina y un 45% sin especifi car) que sugiere tanto mayor predisposición al apoyo comunitario como vulnerabilidades interseccionales concretas.
El modelo de financiación combina autofinanciación (56%), fondos públicos (25%) y privados (18%), aunque el 90% del personal considera insuficientes estos recursos. Tres factores clave explican esta precariedad: contracción de financiación pública, limitaciones para captar fondos privados e irregularidad del apoyo social. Esta situación condiciona la contratación de personal, la capacidad de innovación y perpetúa un enfoque paliativo en las intervenciones.
Las dinámicas de colaboración presentan asimetrías: mientras la coordinación con otras enti dades del tercer sector muestra niveles aceptables de sati sfacción, las relaciones con el sector privado son esporádicas e inestables. Los principales obstáculos identi fi cados incluyen falta de reconocimiento (47%), desinterés (39%) y sobrecarga laboral (39%). Esta confi guración relacional sitúa al asociacionismo inmigrante en una posición subalterna dentro del ecosistema de actores sociales, navegando entre lógicas contradictorias mientras suple carencias institucionales, lo que cuestiona la sostenibilidad de un modelo esencial para la cohesión social en contextos de diversidad creciente. La consecuencia última es la mercantilización encubierta de la solidaridad y la naturalización de la precariedad como condición estructural del sector, cuestionando seriamente la sostenibilidad de un modelo que descansa sobre organizaciones débiles, infrafinanciadas y sobrecargadas, pero simultáneamente indispensables para la cohesión social en contextos de diversidad creciente.
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