Islam en Murcia - 04.07.25
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| Vehículos en la Operación Paso del Estrecho de 2024 (foto: Moncloa) |
Por Yahya Zarhouni (Murcia, 5 de julio de 2025)
Cada año, miles de inmigrantes de origen magrebí —en su mayoría trabajadores establecidos en Europa— emprenden el viaje de regreso a sus países de origen para visitar a sus familias, disfrutar de sus vacaciones o llevar ahorros y regalos tras meses de esfuerzo. Sin embargo, lo que debería ser un trayecto de alegría y reencuentro se ha convertido en un camino lleno de riesgos debido a los frecuentes robos que sufren en las áreas de servicio de la autovía del Mediterráneo (A-7), especialmente en zonas de Cataluña, Murcia y Málaga.
Una ruta marcada por la vulnerabilidad
Muchas de estas familias viajan en coche, cargados con sus pertenencias, ahorros y sus documentos. Lamentablemente, bandas de delincuentes aprovechan esta situación para atacarlos, sabiendo que son blancos fáciles. Los robos ocurren con frecuencia en áreas de servicio, donde los viajeros hacen paradas para descansar o repostar. En algunos casos, los asaltantes actúan con violencia, llegando a usar armas para amenazar a las víctimas y despojarlas de todo lo que llevan.
Uno de los puntos críticos es el área de servicio de La Paz, en Sangonera la Seca (Murcia), donde trabajadores y vendedores de billetes de ferry denuncian que los robos son casi diarios. "Vemos cómo familias enteras son abordadas por grupos que les roban el dinero, los teléfonos y hasta los pasaportes", comenta un empleado de una agencia de viajes. "A veces les dejan sin nada, y luego no pueden ni embarcar".
Falta de respuesta de las autoridades y los consulados
A pesar de las múltiples denuncias, las fuerzas de seguridad no parecen actuar con la contundencia necesaria para frenar estos delitos. Los afectados aseguran que, en muchas ocasiones, cuando acuden a la policía, la única respuesta es que denuncien el robo o continúen su camino hasta Málaga y allí denuncien ya que no son residentes .
Pero el problema no termina ahí. Los consulados de los países magrebíes, que deberían brindar apoyo a sus ciudadanos en estas situaciones, suelen mostrarse ausentes. Muchos inmigrantes se quedan atrapados entre fronteras: sin documentos, no pueden continuar su viaje ni regresar a Europa, lo que los deja en una situación desesperada.
Un llamado a mayor protección
Esta situación exige medidas urgentes:
1. Refuerzo policial en las áreas de servicio más conflictivas, con patrullas regulares y cámaras de seguridad.
2. Coordinación con los consulados para agilizar la reposición de documentos robados y asistir a las víctimas.
3. Campañas de concienciación para que los viajeros tomen precauciones, como evitar llevar dinero encima o usar tarjetas en lugar de efectivo viajar en grupos de coches en caravana si hace falta montar guardia cuando unos descansan otros vigilan.
Mientras no se tomen acciones concretas, estas familias seguirán siendo víctimas de una violencia que no solo les arrebata sus bienes, sino también su tranquilidad y su derecho a viajar con seguridad. Es hora de que las autoridades y las representaciones diplomáticas actúen antes de que más personas caigan en esta trampa de la delincuencia.
Este artículo busca visibilizar un problema que afecta a una comunidad trabajadora y que merece ser atendida con seriedad y humanidad.

Los españoles de verdad no robamos.....
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