La CIE responde: "Los avances no han sido únicamente gracias a sentencias judiciales, existe un incansable trabajo detrás"
Islam en Murcia - 28.07.25
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| Ihab Fahmy, segundo por la izqda., en la Consejería de Educación de la C. Valenciana |
NOTA REMITIDA A ISLAM EN MURCIA POR EL COORDINADOR DE EDUCACIÓN DE LA COMISIÓN ISLÁMICA DE ESPAÑA (CIE), IHAB FAHMY, CONTESTANDO A LA ENTRADA PUBLICADA EN ESTE BLOG EL PASADO DOMINGO:
"La Comisión Islámica de España y el camino recorrido en la Enseñanza de Religión Islámica"
Cualquier institución, si quiere ser útil y justa, debe revisar su trabajo, aceptar críticas y esforzarse por mejorar. Y desde la Comisión Islámica de España (CIE) somos los primeros en reconocerlo. Si hablamos del proyecto de la Enseñanza de Religión Islámica (ERI) en los centros públicos, sabemos que aún queda mucho por hacer hasta que esta asignatura esté completamente normalizada. Pero también es justo reconocer todo lo que se ha avanzado, especialmente si miramos el punto de partida y los pocos recursos con los que se ha cuentan.
Desde la firma del Acuerdo de Cooperación entre el Estado y la CIE en 1992 hasta el año 2000, no había ni un solo profesor de religión islámica contratado en las escuelas públicas. Cero. Aun así, en comunidades como Valencia o Madrid hubo personas que, de forma voluntaria, empezaron a impartir la asignatura. Fue en 1996 cuando se dio un paso clave: la publicación en el BOE del acuerdo sobre el salario de los docentes de religión, equiparándolo con el del resto de docentes de religión de otras confesiones. Un avance importante que marcó las bases para una contratación digna y justa. A partir del año 2000 comenzamos a ver los primeros frutos. Hasta 2016 se llegó a contar con 46 profesores. De ahí, en solo cuatro años, se dobló esa cifra: en 2020 ya eran 80. Hoy en día, gracias a un esfuerzo colectivo y constante, hay más de 380 docentes de religión islámica trabajando en centros públicos de toda España. Este crecimiento no ha llegado solo. Los avances no han sido únicamente gracias a sentencias judiciales —aunque es justo reconocer y agradecer profundamente a todas las familias que han reclamado este derecho para sus hijos e hijas, ganando o no en los tribunales, pues su valentía ha sido crucial —. Existe un incansable trabajo detrás, muchas veces silencioso, pero fundamental:
Desarrollo Curricular y Material Didáctico
En el año 2006, se llevó a cabo la elaboración del proyecto del primer libro “Descubrir el Islam”, dirigido a la enseñanza de la religión islámica en la etapa de Educación Primaria. Este material supuso un hito fundamental al ofrecer, por primera vez, un recurso estructurado y adaptado pedagógicamente para el alumnado musulmán dentro del sistema educativo español.
Paralelamente, también en 2016, se diseñó el primer currículo de religión islámica para Educación Primaria, basado en los principios pedagógicos de la LOE (Ley Orgánica de Educación), lo que permitió comenzar a integrar esta asignatura de manera reglada en los centros educativos.
Posteriormente, el currículo fue ampliado y actualizado, y en la actualidad, el currículo oficial de religión islámica publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) abarca desde la etapa de Educación Infantil hasta Bachillerato, asegurando la continuidad educativa y la adecuación del contenido a cada nivel formativo.
Elaborar un currículo oficial y publicarlo en el BOE, con todos los criterios pedagógicos necesarios, ha llevado años. Convencer a responsables públicos en las diferentes comunidades autónomas para que implementen la asignatura no ha sido ni es, tarea fácil. Gestionar bolsas de aspirantes, verificar requisitos, documentos, y facilitar todo el proceso para que la Administración pueda contratar legalmente al profesorado, requiere un esfuerzo enorme. Y no nos quedamos ahí: a día de hoy ya se están cubriendo sustituciones, acompañando a los docentes en el día a día, y se están dando pasos —aunque todavía no se vean— hacia la creación de libros de texto ajustados al currículo oficial, otro reto muy importante que tenemos por delante. Es verdad que hay quien no quiere ver estos avances, pero quienes formamos parte de este proyecto sabemos bien lo que ha costado llegar hasta aquí. Y también sabemos lo mucho que aún queda por hacer. Por eso seguimos adelante: escuchando, mejorando, y, sobre todo, comprometidos con que el alumnado musulmán tenga garantizado su derecho a una educación religiosa en igualdad de condiciones. Seguimos trabajando. Sin ruido, pero con resultados y mucha constancia. Porque este camino merece el esfuerzo.

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