Islam en Murcia - 09.06.22
Gracias al gobierno argelino, en España entendemos cada vez mejor eso que algunos denominan "el problema del Sáhara".
Paulino Ros
Pedro Sánchez es recibido por Mohamed VI (foto: Moncloa) |
Gracias a las sanciones de Argelia a España sabemos lo que a la dictadura militar argelina le importa la "lucha" del Frente Polisario: nada, absolutamente nada.
Gracias a la noticia que hoy abre las portadas de toda la prensa española, somos más conscientes de la realidad de la denominada "lucha del pueblo saharaui".
La realidad es que el Frente Polisario es una nulidad absoluta, un juguete roto en manos de una dictadura militar que ha convertido a Argelia en una prisión a cielo abierto de la que sus jóvenes escapan y mueren cada día intentando alcanzar las costas españolas.
Mientras, en los campos de refugiados a muchos se les está agotando la paciencia porque están padeciendo en carne propia el secuestro de por vida de que son objeto por parte de las élites de Argelia, con la colaboración necesaria del Polisario.
Dajla-Río de Oro, El Aaiún-Saguía el-Hamra y Guelmin-Río Noun son Marruecos desde hace casi 50 años. Quien no lo quiera ver, está ciego. Hasta en la ONU lo saben, como saben que nunca habrá referéndum, aunque se esfuercen por mantener un postureo inútil.
Afortunadamente para España, el presidente Pedro Sánchez, ha hecho lo que tenía que hacer, y ha apoyado lo mejor para el futuro de esas provincias marroquíes, que es el plan de autonomía diseñado por Marruecos.
España tiene la voluntad de ser parte activa de la respuesta europea a la guerra de Putin, de abordar la buena vecindad con Marruecos y contribuir a una salida de consenso y auspiciada por la ONU para el Sáhara Occidental. No somos ni seremos espectadores de la política exterior. pic.twitter.com/KCTMhrSycf
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 8, 2022
Algún día Marruecos y Argelia se sentarán en una mesa y arreglarán todo. No será con los actuales dirigentes argelinos, y no estará el Frente Polisario, porque no pinta nada. Eso sí, este grupo terrorista eternamente romantizado en España, da pie un día sí y otro también a no pocos reportajes periodísticos anclados en el túnel del tiempo, su propaganda no tiene fin.
Algún día en España se entenderá que estamos en 2022 y no en 1975, que el "Sáhara Occidental" es historia, y que el Polisario, anulado y usado por Argelia para sus intereses políticos, militares, económicos y geoestratégicos, hace el ridículo al pretender, todavía hoy, establecer una República por las armas.
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