Islam en Murcia - 06.04.22
Paulino Ros
Alumnas de Sociología de la Universidad de Murcia me invitaron a un café sociológico con tres personas dedicadas con entusiasmo a la docencia y la investigación, y de las que siempre aprendemos: Elena Gadea, Isabel Cutillas y Antonio Campillo. Enhorabuena Andy y Paula porque el acto fue de lo más interesante. Después de tres horas de charlas, preguntas y respuestas, eran ya más de las dos de la tarde y todavía queríamos más, nadie se levantaba de su silla.
Cartel de las jornadas |
El martes 5 de abril se celebró un café sociológico bajo el título: "El conflicto de Ucrania bajo una mirada sociológica". La socióloga Isabel Cutillas nos puso ante la realidad de las condiciones de refugio y asilo en Europa y en España, después de la experiencia ucraniana. Todas las personas merecen el mismo trato y tienen los mismos derechos, vengan de la guerra que vengan, vino a concluir.
La socióloga Elena Gadea, de la mano del bosnio Sinisa Malesevic, nos despertó de nuestra pretenciosa idea de estar viviendo el momento más pacífico de la historia, después de la Segunda Guerra Mundial. Más bien al contrario, subrayó Gadea, somos el epicentro de la brutalidad organizada, como se está demostrando en Ucrania, y como se demostró antes del 24 de febrero de 2022 en cientos de conflictos armados en todo el planeta.
Ponentes del café sociológico |
Yo hablé de mi contacto con personas migrantes desde que en los años 70 y 80 los veía comprar pan, embutidos o garbanzos, apostado detrás del mostrador de la Tienda de Paulino, la tienda de mi padre y mi madre en Dolores de Pacheco. Allí el cartero dejaba las cartas que a última hora de la tarde, una vez terminaba la tarea en el campo, esas personas venían a buscar con ansiedad, necesitaban noticias de sus seres queridos, de la tierra que dejaron buscando mejor vida. Migrantes del Noroeste de la Región de Murcia, de las provincias limítrofes, y después del Magreb, América, Europa del Este...
Andy me contactó para esta charla por mi interés por la migración marroquí. No es justo que a esas personas se les siga tratando como ciudadanos de segunda, se les siga apartando de la sociedad con el muro de la palabra "moro", traté de explicar.
El profesor Pedreño en el uso de la palabra |
Os desvelo algo que me pasó, y que puede pasar cuando te enfrentas a la audiencia a corazón abierto. Tuve que hacer un esfuerzo durante mi discurso para contener la emoción. Fue cuando recordé la última vez que me bañé en la playa de Los Narejos, mi playa de toda la vida. Era mayo de 2016, se me hincó la pierna en el fango hasta la rodilla. Y es que mi vida, mis sueños y mis desvelos suceden entre el Cabezo Gordo y la orilla del Mar Menor.
Se me quedó en el tintero la respuesta a alguna pregunta, por ejemplo, aquella que nos pedía la fórmula mágica para hacer que la Sociología sirva como motor de cambio. Lo que habría dicho ayer y no dije por falta de tiempo, es que desde este mismo blog, con investigaciones modestas como la que hice sobre los marroquíes de Torre Pacheco, hemos llamado a las puertas de sindicatos, alcaldes, concejales, consejeros, centros educativos, y organizaciones no gubernamentales. Hemos actuado, nos hemos movilizado para trasladar conocimiento para, con humildad, intentar guiar por mejores caminos las políticas sociales hacia las personas migrantes, algunas de ellas de urgente abordaje: no más Centros de Internamiento de Extranjeros (cárceles ilegales), no más exclusión de inmigrantes, papeles para todos ya, por favor.
Participantes en el café sociológico |
Llegó la hora de movilizar personas y recursos.
¡Movilízate!
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