Islam en Murcia - 11.03.19
Fuente: UNICEF (foto de Jaqoob, niño sirio malnutrido: © UNICEF/UN0284901/Hasen)
2018: el año más mortífero para los niños en Siria, mientras la guerra entra en su noveno año
A las puertas de la conferencia de donantes de Bruselas y en los días previos a la fecha en la que se cumplen 8 años de conflicto, UNICEF pide protección para los niños sirios y soluciones duraderas a su difícil situación
Declaración de HENRIETTA FORE, directora ejecutiva de UNICEF
NUEVA YORK / BRUSELAS / AMMAN, 11 de marzo de 2019– “Actualmente, existe la errónea y alarmante idea de que el final del conflicto en Siria está cerca, y no es así. En diferentes partes del país, los niños corren tanto peligro como en cualquier otro momento durante los ocho años de conflicto.
Solo en 2018, 1.106 niños murieron durante los combates, es el mayor número de niños asesinados en un solo año desde el inicio de la guerra. Estos son solo las cifras que la ONU ha podido verificar, lo que significa que las cifras reales probablemente sean mucho más altas.
La cantidad de minas sin detonar, es ahora la principal causa de víctimas infantiles en todo el país. El año pasado las municiones sin explotar causaron 434 muertes y lesiones.
El año 2018 también vio 262 ataques contra instituciones de educación y salud, también una cifra récord.
Estoy particularmente preocupada por la situación en Idlib, en el noroeste de Siria, donde la intensificación de la violencia ha matado a 59 niños solo en las últimas semanas.
Los niños y las familias en tierras de nadie siguen viviendo en el limbo. La situación de las familias en Rukban, cerca de la frontera con Jordania, continúa siendo desesperada, con acceso limitado a alimentos, agua, vivienda, atención médica y educación.
También estoy alarmada por el empeoramiento de las condiciones en el campamento de Al Hol en el noreste, que ahora alberga a más de 65.000 personas, incluyendo –se estima- unos 240 niños no acompañados o separados. Desde enero de este año, cerca de 60 niños murieron mientras realizaban el viaje de 300 kilómetros desde Baghouz hasta el campamento.
El futuro de los hijos de combatientes extranjeros en Siria sigue sin estar claro. UNICEF insta a los Estados miembros a asumir la responsabilidad de los niños que son sus ciudadanos o nacidos de sus nacionales, y a tomar medidas para evitar que los niños se conviertan en apátridas.
Mientras tanto, los países vecinos de la región albergan a 2,6 millones de niños sirios refugiados que enfrentan sus propios desafíos a pesar del apoyo de los gobiernos anfitriones, Naciones Unidas y la comunidad internacional. Muchas familias no pueden enviar a sus hijos a la escuela y, con pocas oportunidades de obtener ingresos, para sobrevivir recurren a medidas que repercuten negativamente en ellos, como el trabajo infantil y el matrimonio infantil.
Cuando la guerra entra en su noveno año, UNICEF recuerda nuevamente a las partes en conflicto y a la comunidad internacional que son los niños del país los que más han sufrido y quienes tienen más que perder. Cada día que el conflicto continúa es otro día robado de su infancia.
UNICEF sigue trabajando en Siria y en los países vecinos para ayudar a proporcionar a los niños servicios esenciales de salud, educación, protección y nutrición y para apoyar a las familias a desarrollar su capacidad de recuperación.
Pero esto no es suficiente.
Hacemos de nuevo un llamamiento a todas las partes en el conflicto, así como a quienes tienen influencia sobre ellas, para priorizar la protección de todos los niños, sin importar quién controle qué área y sin importar las supuestas afiliaciones de sus familias.
También renovamos nuestro llamamiento para promover un acceso incondicional y seguro a las familias que necesitan apoyo, así como soluciones duraderas y a largo plazo para quienes de forma voluntaria eligen no regresar.
En vísperas de la conferencia de donantes de Bruselas, también instamos a los donantes a mantener su generosidad hacia los niños de Siria y los países vecinos. Se requiere una financiación estable y sin restricciones durante varios años para satisfacer las necesidades inmediatas y a largo plazo de los niños y sus familias dentro de Siria y en toda la región".
Fuente: UNICEF (foto de Jaqoob, niño sirio malnutrido: © UNICEF/UN0284901/Hasen)
2018: el año más mortífero para los niños en Siria, mientras la guerra entra en su noveno año
A las puertas de la conferencia de donantes de Bruselas y en los días previos a la fecha en la que se cumplen 8 años de conflicto, UNICEF pide protección para los niños sirios y soluciones duraderas a su difícil situación
Declaración de HENRIETTA FORE, directora ejecutiva de UNICEF
NUEVA YORK / BRUSELAS / AMMAN, 11 de marzo de 2019– “Actualmente, existe la errónea y alarmante idea de que el final del conflicto en Siria está cerca, y no es así. En diferentes partes del país, los niños corren tanto peligro como en cualquier otro momento durante los ocho años de conflicto.
Solo en 2018, 1.106 niños murieron durante los combates, es el mayor número de niños asesinados en un solo año desde el inicio de la guerra. Estos son solo las cifras que la ONU ha podido verificar, lo que significa que las cifras reales probablemente sean mucho más altas.
La cantidad de minas sin detonar, es ahora la principal causa de víctimas infantiles en todo el país. El año pasado las municiones sin explotar causaron 434 muertes y lesiones.
El año 2018 también vio 262 ataques contra instituciones de educación y salud, también una cifra récord.
Estoy particularmente preocupada por la situación en Idlib, en el noroeste de Siria, donde la intensificación de la violencia ha matado a 59 niños solo en las últimas semanas.
Los niños y las familias en tierras de nadie siguen viviendo en el limbo. La situación de las familias en Rukban, cerca de la frontera con Jordania, continúa siendo desesperada, con acceso limitado a alimentos, agua, vivienda, atención médica y educación.
También estoy alarmada por el empeoramiento de las condiciones en el campamento de Al Hol en el noreste, que ahora alberga a más de 65.000 personas, incluyendo –se estima- unos 240 niños no acompañados o separados. Desde enero de este año, cerca de 60 niños murieron mientras realizaban el viaje de 300 kilómetros desde Baghouz hasta el campamento.
El futuro de los hijos de combatientes extranjeros en Siria sigue sin estar claro. UNICEF insta a los Estados miembros a asumir la responsabilidad de los niños que son sus ciudadanos o nacidos de sus nacionales, y a tomar medidas para evitar que los niños se conviertan en apátridas.
Mientras tanto, los países vecinos de la región albergan a 2,6 millones de niños sirios refugiados que enfrentan sus propios desafíos a pesar del apoyo de los gobiernos anfitriones, Naciones Unidas y la comunidad internacional. Muchas familias no pueden enviar a sus hijos a la escuela y, con pocas oportunidades de obtener ingresos, para sobrevivir recurren a medidas que repercuten negativamente en ellos, como el trabajo infantil y el matrimonio infantil.
Cuando la guerra entra en su noveno año, UNICEF recuerda nuevamente a las partes en conflicto y a la comunidad internacional que son los niños del país los que más han sufrido y quienes tienen más que perder. Cada día que el conflicto continúa es otro día robado de su infancia.
UNICEF sigue trabajando en Siria y en los países vecinos para ayudar a proporcionar a los niños servicios esenciales de salud, educación, protección y nutrición y para apoyar a las familias a desarrollar su capacidad de recuperación.
Pero esto no es suficiente.
Hacemos de nuevo un llamamiento a todas las partes en el conflicto, así como a quienes tienen influencia sobre ellas, para priorizar la protección de todos los niños, sin importar quién controle qué área y sin importar las supuestas afiliaciones de sus familias.
También renovamos nuestro llamamiento para promover un acceso incondicional y seguro a las familias que necesitan apoyo, así como soluciones duraderas y a largo plazo para quienes de forma voluntaria eligen no regresar.
En vísperas de la conferencia de donantes de Bruselas, también instamos a los donantes a mantener su generosidad hacia los niños de Siria y los países vecinos. Se requiere una financiación estable y sin restricciones durante varios años para satisfacer las necesidades inmediatas y a largo plazo de los niños y sus familias dentro de Siria y en toda la región".
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