Islam en Murcia - 25.12.16
Fotos: Paulino Ros
En la primera, estábamos en una
pequeña sala del Colegio Oficial de Periodistas de la capital del Reino de
Murcia. En esos metros cuadrados me sentía yo misma y a la vez ciudadana del
mundo. Por momentos mi cabeza estaba a punto de explotar de tantas ideas y, en
paralelo, sopesaba qué hacer con ellas. En lengua de signos, una lengua muy
esquemática y con estructura distinta a la oral, los términos islam, musulmán,
islamismo, marroquí, yihadismo, terrorismo, religión, cristianismo,
evangelistas, católicos, el nombre de países europeos, africanos, asiáticos,
americanos eran un ejercicio de pensamiento ágil, un crisol de información
nueva. Y cada signo se identificaba al momento con el término. Además de las
ideas, visualmente el signo abría más y más imágenes que terminaban siendo la
historia real.
"Palabras", por Celia Martínez Mora
Hay experiencias que sorprenden. El pasado
miércoles 14 de diciembre tuve el placer de formar parte de dos de ellas. Una
en la presentación del libro La España de
Alá de Ignacio Cembrero y otra la reedición de Almas con pies desnudos de Maram al-Masri.
Cembrero, Pilar y María (intérprete LSE) |
Periodismo, esa cosa tan
necesaria y a veces tan desaparecida en esencia. Difundir en un lenguaje
sencillo y entremezclar con la realidad cotidiana nos hace formar parte del
cambio. Ignacio Cembrero lo consigue, porque ha vivido y sabe lo que explica. No
copia y pega, él lo ha pateado, lo ha sentido. Y creo que aún puede asimilar
mucho más de esta Región y su historia. Es valiente, es directo y muy sosegado
cuando así lo decide. Piensa, escucha y concluye.Y sí, tiene sus ideas claras
con su propio criterio ya formado. Promovió un debate que se habría alargado de
no poner una hora mínima de cierre. Un debate sobre un tema difícil como es la
integración de la comunidad musulmana en los países a los que emigra y sus
connotaciones futuras que sin embargo, fue sencillo.
Tras entrar en escenarios
mundiales y volver a España queda claro, o por lo menos a mí me lo quedó, que para
la integración es necesario un esfuerzo por ambas partes. No sólo por
diferencias culturales o religiosas, sino porque muchas veces el
desconocimiento crea desconfianzas y respuestas erróneas entre las diferentes
partes. Es quien se encuentra desfavorecido el que debe reclamar e informar de
sus necesidades e incluso a veces, derechos. Ser referente de ellas, hacerlas
notar y ayudar a encontrar la solución. Hay religiones que condicionan el día a
día, el modo de vida, la alimentación, horarios, costumbres, hábitos,
festividades y otras no. Hay discapacidades que condicionan una adaptación.
Pero también es cierto que debemos facilitar que esa integración sea bilateral
y no sólo ser víctimas u observadores.
Celia Martínez Mora, sentada en primer plano, atiende a la intérprete |
El idioma es esencial. Estamos
hablando de comunicación. Sin ella la especie humana muere. Es necesario hablar
el idioma del país, la lengua de la comunidad en la que se vive y en la que te
desarrollas, en la que pretendes integrarte o formar parte. Primero porque te
permite crecer y saber y segundo porque un país no puede adaptar todo su Estado
a un idioma que no es el suyo. La incomunicación es el mayor de los males
porque lleva a la ignorancia, la incomprensión y en grado extremo, a la nula
escucha y soluciones unilaterales.
Un Estado declarado aconfesional
o laico debe tener un soporte muy informado para dar respuestas. Porque ya que
no te comprometes con una religión, debes dar amparo a todas o al menos
facilitar su coexistencia asumiendo la responsabilidad que como país te corresponde.
Es decir, los deberes hay que hacerlos antes. Y así se llega a la identidad. A sentirse
en su lugar; dónde estoy, dónde voy y cómo lo haré, y en saber por y para qué.
La identidad permite avanzar. No sentirse ubicado hace que las personas tomen
posiciones radicales que reflejan su falta de paz interior.
Salí creyendo en la tolerancia bilateral como
opción de futuro. Que no hayan tampoco problemas cuando cristianos, ateos o de
otras confesiones visiten países musulmanes bien sea por su modo de vestir,
idioma o cultura. Que no te obliguen a perder tu identidad, religión o cultura
por amar a alguien. Así todos damos y sumamos en un Estado de Derecho como el
que existe en España. Sería interesante que se cumplieran todos y cada uno
delos derechos reconocidos, eso también.
Pilar Garrido, Rosa Peñalver y Javier Marín presentan a Maram al-Masri |
Y con mi cabeza hecha un
auténtico hervidero pisando tierra murciana, española y por tanto en estas
fechas, prenavideñas, que es tiempo de celebración cristiana, anduve hacia la
segunda presentación en Educania. Momentazo femenino, intimista, dulce, momento
de Pilar Garrido y su hija leyendo poemas de un corazón sirio en femenino
singular en el libro Almas con pies
desnudos. Momento de emociones que afloran porque se siente y hay un nexo
entre mujeres, madres, de legado y de vida que va más allá de los tiempos. Rosa
Peñalver, como es ella, una mujer fortísima. Y al mi lado estaba Cristina
Gutiérrez Cortines, luchadora donde las haya. Personalidades en femenino,
diversas pero con el orgullo de sentirse mujeres y de saber cuál es su
identidad y lugar.
A Maram al Masri se la escuchó. Yo
la sentí con una mano sobre el altavoz cuando una música penetraba entre los
entresijos de su voz. Y fue subiendo en un final trepidante, como si tribus
bereberes atravesaran el desierto, como si no pudieses estar parada sin hacer
nada por lo que está sucediendo, como si tuvieses una capacidad inmensa de
hacer y mejorar. Mestizaje profundo e identidad profunda, todo estaba
entremezclado. Cuando acabó en un malabarismo imposible de superar por su
intensidad, mi mano seguía transmitiendo vibración. Así estuvo un tiempo. Las
puertas en mi mente estaban abiertas. Las culturas, religiones eran vida y
personas. Sin límites, tú lo sabes bien.
Cuando te llenas, cuando descubres, cuando
las personas que te acompañan son buenas, generosas, comprometidas, cariñosas,
sanas y también sabias porque han vivido y sufrido, es posible oírlas a través
del corazón. Y te das cuenta de que sólo se escucha uno; el de la integración
de todos los que laten por lo mismo.
Celia Martínez Mora es investigadora del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA). Es una de las personas sordas que acudió a la presentación del libro de Ignacio Cembrero, acto organizado por Campus Mare Nostrum (CMN) en colaboración con el Colegio Oficial de Periodistas de Murcia, que contó con la presencia de intérprete de Lengua de Signos Española. Desde Islam en Murcia agradecemos a Celia Martínez Mora que haya querido compartir con nosotros sus "Palabras", y aprovechamos para hacer un llamamiento a las autoridades a que den cobertura de intérpretes de LSE a todas las actividades que por ley deben tenerlos, tal y como hizo CMN, gracias a la atenta gestión de su Coordinadora, Pilar Garrido Clemente.
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