Islam en Murcia - 27.06.15
Fuente: UCIDE (texto y fotos)
En el barrio de la Virgen de la Caridad de Cartagena se celebró la fiesta de fin de curso de la escuela de árabe a la que asistieron más de un centenar de niños de infantil y primaria. La fiesta fue organizada por las profesoras que de forma voluntaria imparten clases tres días a la semana, miércoles por la tarde, sábado y domingo por la mañana y por la tarde.
En el ambiente se palpaba el amor y la entrega de las profesoras que transforman ese entusiasmo en los niños por aprender y hablar la lengua árabe. Con ilusión asistimos a la representación musical del coro protagonizada por los niños de infantil y primaria. Al coordinador de Murcia, Ihab Fahmy, se le mostraron las aulas cedidas por el sacerdote de la iglesia del barrio para su uso como escuela de árabe.
Con gran satisfacción por parte del coordinador tuvo lugar la clausura del curso después de la representación musical. Fahmy agradeció encarecidamente el trabajo voluntario realizado por las profesoras Hayat Ghourbal y Najat Ghourbal, y el esfuerzo que hacen los padres para el buen desarrollo del curso. También agradeció su colaboración al señor Sebastián Soria García, director del centro. Fahmy hizo hincapié en lo que tenemos que aprender de los niños. Afirmó la necesidad de atender y escuchar de manera individualizada a los infantes, ya que se pueden aprender cosas diferentes a si se les escucha de forma colectiva; sin embargo, destacó el momento en el que salieron a cantar al escenario y, pese a que cada voz tiene su peculiaridad, al entonar de forma grupal, el entusiasmo que reflejaron los niños llegó al alma de todos los presentes.
Además, finalizó alegando que con el trabajo conjunto entre los voluntarios de la comunidad y la escuela, su respectiva sincronización y con el establecimiento de una comunicación fluida, el resultado que se obtiene siempre es mucho más satisfactorio y fructífero. El trabajo colectivo acaba siendo más beneficioso para todos que el individual, a pesar de su buena realización. Por ello, Fahmy animó a los padres a colaborar con los profesores y con la dirección de la escuela en una tarea tan importante como viene a ser la educación de nuestros hijos.
Fuente: UCIDE (texto y fotos)
En el barrio de la Virgen de la Caridad de Cartagena se celebró la fiesta de fin de curso de la escuela de árabe a la que asistieron más de un centenar de niños de infantil y primaria. La fiesta fue organizada por las profesoras que de forma voluntaria imparten clases tres días a la semana, miércoles por la tarde, sábado y domingo por la mañana y por la tarde.
En el ambiente se palpaba el amor y la entrega de las profesoras que transforman ese entusiasmo en los niños por aprender y hablar la lengua árabe. Con ilusión asistimos a la representación musical del coro protagonizada por los niños de infantil y primaria. Al coordinador de Murcia, Ihab Fahmy, se le mostraron las aulas cedidas por el sacerdote de la iglesia del barrio para su uso como escuela de árabe.
Con gran satisfacción por parte del coordinador tuvo lugar la clausura del curso después de la representación musical. Fahmy agradeció encarecidamente el trabajo voluntario realizado por las profesoras Hayat Ghourbal y Najat Ghourbal, y el esfuerzo que hacen los padres para el buen desarrollo del curso. También agradeció su colaboración al señor Sebastián Soria García, director del centro. Fahmy hizo hincapié en lo que tenemos que aprender de los niños. Afirmó la necesidad de atender y escuchar de manera individualizada a los infantes, ya que se pueden aprender cosas diferentes a si se les escucha de forma colectiva; sin embargo, destacó el momento en el que salieron a cantar al escenario y, pese a que cada voz tiene su peculiaridad, al entonar de forma grupal, el entusiasmo que reflejaron los niños llegó al alma de todos los presentes.
Además, finalizó alegando que con el trabajo conjunto entre los voluntarios de la comunidad y la escuela, su respectiva sincronización y con el establecimiento de una comunicación fluida, el resultado que se obtiene siempre es mucho más satisfactorio y fructífero. El trabajo colectivo acaba siendo más beneficioso para todos que el individual, a pesar de su buena realización. Por ello, Fahmy animó a los padres a colaborar con los profesores y con la dirección de la escuela en una tarea tan importante como viene a ser la educación de nuestros hijos.
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