Murcia a la cabeza de España en riesgo de radicalización yihadista

Islam en Murcia - 10.03.15

Les invitamos a leer con atención este artículo publicado el 3 de marzo pasado en ABC, según el cual "Cataluña es la comunidad con mayor riesgo de radicalización de musulmanes". Se habla de "secciones censales" sensibles en las que es urgente intervenir porque es mayor el riesgo de yihadismo. Y se dice que: "en términos relativos, es la comunidad murciana la que tiene una mayor concentración de estas «secciones censales» más sensibles".

Con un simple vistazo al gráfico elaborado por ABC sobre el mapa de España, nos damos cuenta que Murcia lideraría la clasificación del riesgo de radicalización yihadista si midieramos el riesgo por número de habitantes de cada provincia. Así que, manejando la información del ABC, le podríamos cambiar el titular a la noticia para subrayar que es en Murcia donde más concentración de peligro yihadista hay, como sugiere el titular de este post.


El artículo firmado por Pablo Muñoz y Javier Pagola en ABC:

Cataluña es la comunidad con mayor riesgo de radicalización de musulmanes

Cataluña es la comunidad autónoma de España con más riesgo deradicalización de musulmanes, por encima de Andalucía, que tiene un millón más de habitantes, y de Valencia y Madrid. La afirmación no es resultado de análisis de los servicios de información e inteligencia españoles, sino de la aplicación de una herramienta diseñada por el Ministerio del Interior, pionera en el mundo, capaz de determinar el nivel de peligro de que se produzcan este tipo de fenómenos en las comunidades estudiadas. El objetivo de este proyecto, según fuentes de la lucha contra el terrorismo islamista consultadas por ABC, no es detectar y detener a terroristas -de eso se encargan las Fuerzas de Seguridad-, sino identificar los colectivos con mayor riesgo de sufrir una radicalización violenta para poder actuar sobre ellos e intentar evitar que haya quien opte por esa opción. 
El modelo está diseñado para lo que se conoce como «secciones censales» -un estándar geográfico que incluye entre 1.000 y 2.500 residentes-, sobre las que se aplica una serie de factores socioeconómicos y grupales identificados previamente como determinantes en los procesos de radicalización. Los datos son tratados a través de un algoritmo matemático que finalmente detecta el nivel de riesgo de cada «sección censal». La suma de los resultados de cada una de estas unidades mínimas permite conocer la situación en municipios, provincias y comunidades autónomas, dependiendo de qué sea lo que interesa analizar en cada momento.
Según las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, en el ámbito de las comunidades autónomas se observa que el nivel de riesgo de radicalización violenta en Cataluña duplica a la segunda, Andalucía, y ello a pesar de que esta supera en un millón de habitantes a la anterior. En tercer lugar se situaría la Comunidad Valenciana, mientras que Madrid quedaría en el cuarto puesto, con un peligro tres veces menor que el que se detecta en el primero de los territorios citados.
Cuando la herramienta se aplica sobre las provincias los resultados son también muy llamativos. Lo primero que llama la atención, siempre según las fuentes consultadas, es que el nivel de amenaza en Cataluña es el más homogéneo de toda España, si bien es Barcelona donde hay mayor riesgo de radicalización. Sin embargo, en Andalucía son solo Málaga y Almería los terrirorios donde se concentran los valores altos.
Si se reduce aún más la unidad de estudio se observa que de las mil «secciones censales» con más riesgo de radicalización violenta la mitad de ellas están en Cataluña, que triplica a la segunda comunidad, que en este caso es Murcia. «Es importante destacar que en Andalucía hay pocas, pero son de alto riesgo y están localizadas en un par de provincias, Almería y Málaga concretamente», señalan las fuentes.

Intervención de urgencia

La herramienta diseñada señala a cien «secciones censales» como aquellas en la que es urgente intervenir porque son las de mayor riesgo. De nuevo es Cataluña la que acumula la mayoría de ellas, casi la mitad, seguida de Murcia y Andalucía, que prácticamente están al mismo nivel, aunque la segunda tenga mucha más población. En términos relativos, es la comunidad murciana la que tiene una mayor concentración de estas «secciones censales» más sensibles.
Los datos a los que ha tenido acceso ABC son coherentes con el hecho de que Cataluña concentre el mayor volumen de población musulmana de todas las comunidades, en torno a 400.000 personas, lo que supone más de un 20 por ciento del total de España. Es también la que tiene unmayor número de oratorios islámicos o mezquitas, con 268, casi el 20 por ciento de los que hay en todo el territorio nacional. Hay cifras que son muy elocuentes: en Barcelona hay 28 lugares de culto significativos, y le siguen Santa Coloma de Gramanet, en la misma provincia, con 8; Tarrasa y Tarragona, con 7; Sabadell, con 6, y Badalona, Hospitalet de Llobregat y Figueras (Gerona), con 5.
La Comunidad Musulmana en Cataluña, por su nacionalidad de origen, presenta dos grandes bloques: los marroquíes y los españoles nacionalizados, junto con los paquistaníes en Barcelona. La mayor parte del resto procede de Gambia, Argelia y Senegal, entre otros países.
«Precisamente esta diversidad favorece la aparición de focos y grupos de personas que simpatizan, e incluso prestan su apoyo, a diferentes organizaciones islamistas radicales, partidarias de interpreraciones extremistas del islam, y que en ocasiones muestran posturas contrarias a nuestros valores constitucionales», sostienen las fuentes de la lucha antiterrorista. «A veces, incluso, son partidarias de la yihad», añaden. En Cataluña se siguen los movimientos de cinco de estas organizaciones que podrían ser caldo de cultivo para la radicalización de musulmanes.

Viaje a la yihad

Los servicios de inteligencia han detectado algunos factores que explican el auge de las doctrinas radicales no solo en Cataluña -en esta comunidad con más fuerza, si cabe-, sino en toda España. Como es lógico, eso provoca un aumento del riesgo de radicalización de la población musulmana de esa comunidad autónoma, «con el consiguiente aumento del número de voluntarios que optan por desplazarse a los escenarios de la yihad o zonas de conflicto abierto, y las posibles consecuencias y los riesgos para la seguridad que conlleva su posible regreso a España», concluyen las fuentes.

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