Paulino Ros
Islam en Murcia - 13.01.15
Reproducimos el artículo firmado en Vegamediapress por Floren Dimas, que tambien pueden leer aquí:
Islam en Murcia - 13.01.15
Reproducimos el artículo firmado en Vegamediapress por Floren Dimas, que tambien pueden leer aquí:
El cura de Morata (Lorca) proclama la "Yihad" contra los musulmanes
“Algún
día se casarán con las españolas y se las llevarán a sus países para tenerlas
como esclavas y pegarlas…” (…) “La causa de los atentados de Paris fue
la falta de respeto de los periodistas a las cosas sagradas del Islam, lo mismo
que han hecho con las de los católicos, lo que sucede es que nosotros no vamos
por ahí pegando tiros…”
Quién así se expresaba, ante más de un centenar de personas que le escuchaban reverencialmente, no era un cabeza-rapada ni un ultrasur cescerebrado, no. Se trataba nada menos que del cura de la iglesia de Morata, don Julio Romero Fernández, titular de la parroquia de San Andrés de Mazarrón, voluntarioso oficiante de la Misa de Cuadrillas, en lo más profundo del agro lorquino.
Domingo 11 de enero de 2015, once de la mañana. La jornada del V Encuentro de Cuadrillas de la pedanía lorquina, comenzaba con una misa con aforo completo, en medio de un ambiente lúdico y popular. En su pastoral intervención, el sacerdote, dotado de peculiar gracejo, administraba inteligentemente la ironía y sarcasmo, con un tono bastante hetedoroxo, lejos de las aburridas admoniciones con referencias estratosféricas, alejadas del interés y hasta de la comprensión de los resignados asistentes. Aquello prometía ser una misa entretenida y amena, una ceremonia tranquila con la que abrir una jornada de convivencia, de baile, música y gastronomía rural, con rifa de jamón y arroba de vino incluido, y de regalo, un capacho artesano como corresponde a las artes ancestrales del lugar.
Trepaba con mi moto por la empinada y estrecha carretera que lleva a Morata, desde el empalme de la AP-7 con Ramonete, recreándome en la contemplación del precioso paisaje natural, con la intención de disfrutar del evento folclórico-musical de las cuadrillas de las pedanías, llegando ante la iglesia de Morata una vez comenzada la misa. Después de tomar el apacible sol de la fría mañana durante un rato en el exterior, y picado por la curiosidad, acerté a entrar en el tempo con el inocente objetivo de husmear lo que allí se hacía y, sobretodo, lo que allí se decía.
En su homilía, don Julio Romero, entreveraba el verbo divino con ocurrencias divertidas sobre la marcha, sin poder sustraerme a sonreír en más de una ocasión, como hacían ostensiblemente el resto de los parroquianos y visitantes. Así, entre dogmas y chascarrillos, se iba desenvolviendo de forma desenfadada el discurso evangélico del cura mazarronero, hasta el momento en que, por mor de la candente actualidad del evento, le tocó referirse a la gran manifestación convocada para esa misma mañana en Paris, para condenar el terrorismo islámico, y solidarizarse con las víctimas de los asesinos yihadistas.
Y fue ahí, al llegar a este punto, en donde la pícara sonrisa del sacerdote, se tornó en el gesto adusto y admonitorio, tan propio de inquisidores, ulemas, ayatolás, popes balcánicos y otros mensajeros de un dios inflexible y flamígero, poco amigo de chanzas y de bromas.
“¡Los musulmanes son unos fanáticos!”.
Así, a palo seco. Sin matices. Digo yo que, entre los mil quinientos millones de seguidores del Islam, alguno habrá que se contente con leer el Corán, hacer sus abluciones, y rezar sus cinco oraciones diarias mirando a La Meca, sin que le queden ganas de inmolarse con dinamita o ametrallar supermercados empuñando el Kalashnikov.
“Cuando vemos en nuestras iglesias unos pocos niños haciendo la primera comunión, salimos a la calle y vemos a los otros niños (los de los inmigrantes musulmanes) que son más del doble, pensamos que llegará el día en que nos echen de nuestro país, como estuvo a punto de pasar cuando la Reconquista”. Anonadado al escuchar esta belicosa arenga, apenas daba crédito dudando entre mandar a tomar viento al clérigo procaz, o resistir heroicamente la matraca, para conocer el alcance de tan poco cristiano discurso.
Saqué de mi bolsa de costado mi bloc de notas ,y comencé a anotar con letra apresurada y fluida…
“También algunas revistas se meten con las cosas sagradas de los católicos, aprovechándose que nosotros no respondemos a esas ofensas. Somos tontos, somos débiles y por eso se ríen del Papa, de la Virgen y de Dios”.
¡Madre mía, todo un llamamiento a la Yihad católica!, me dije para mis adentros. Sin dar tiempo a reponerme, continuó bramando don Julio, entre gestos aprobatorios de la mayoría del público asistente:
“Estos musulmanes que no toleran nuestras creencias, acaparan la sanidad y los servicios sociales…”. Más leña al fuego. Y sigue: “…Algún día se casarán con las españolas y se las llevarán a sus países para tenerlas como esclavas y pegarles”.
¡Toma ya con don Julio Romero! Nada, que hay que recuperar la advocación de Santiago Matamoros y hacer un llamamiento a una IX Cruzada preventiva, antes de que los sarracenos blandan sus alfanjes sobre nuestras indefensas cabezas.
No podía estar don Julio más satisfecho de la siembra realizada entre la feligresía. Si alguno de los vecinos, no se hubiese podido contener y hubiese roto a aplaudir su alocución, una clamorosa ovación hubiera cerrado la misa dominical, saliendo al reverendo a hombros como si de la Real Maestranza se tratara. Ite misa est.
De vuelta en casa, ordené mis notas con el fin de no dejar nada fuera de contexto, y no alterar por defecto o por exceso, el sentido de la vibrante oratoria de don Julio Romero, que nada tiene que ver con el famoso pintor de la mujer morena, sino que más bien parece merecedor de ser elevado a la categoría de Torquemada de guardia, de la ultramontana y carpetovetónica Diócesis de Cartagena-Murcia.
Tengo ante mí el Código Penal, recientemente reformado, en el que se califica como delito el enaltecimiento del terrorismo, el racismo y la xenofobia.
Veamos qué dice la ley española al respecto:
Artículo 22 . Son circunstancias agravantes: 4.ª Cometer el delito por
motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la
ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que
pertenezca, su sexo u orientación sexual, o la enfermedad o minusvalía que
padezca.
Artículo 170. 1. Si las amenazas de un mal que constituyere delito fuesen dirigidas a atemorizar a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural o religioso, o colectivo social o profesional, o a cualquier otro grupo de personas, y tuvieran la gravedad necesaria para conseguirlo, se impondrán respectivamente las penas superiores en grado a las previstas en el anterior.
Artículo 510. 1. Los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses.2. Serán castigados con la misma pena los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en relación a su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía.
¿Cuál de estos tipos penales sería aplicable al reverendo y levantisco cura de Morata?
Una invitación a la reflexión.
Quién así se expresaba, ante más de un centenar de personas que le escuchaban reverencialmente, no era un cabeza-rapada ni un ultrasur cescerebrado, no. Se trataba nada menos que del cura de la iglesia de Morata, don Julio Romero Fernández, titular de la parroquia de San Andrés de Mazarrón, voluntarioso oficiante de la Misa de Cuadrillas, en lo más profundo del agro lorquino.
Domingo 11 de enero de 2015, once de la mañana. La jornada del V Encuentro de Cuadrillas de la pedanía lorquina, comenzaba con una misa con aforo completo, en medio de un ambiente lúdico y popular. En su pastoral intervención, el sacerdote, dotado de peculiar gracejo, administraba inteligentemente la ironía y sarcasmo, con un tono bastante hetedoroxo, lejos de las aburridas admoniciones con referencias estratosféricas, alejadas del interés y hasta de la comprensión de los resignados asistentes. Aquello prometía ser una misa entretenida y amena, una ceremonia tranquila con la que abrir una jornada de convivencia, de baile, música y gastronomía rural, con rifa de jamón y arroba de vino incluido, y de regalo, un capacho artesano como corresponde a las artes ancestrales del lugar.
Trepaba con mi moto por la empinada y estrecha carretera que lleva a Morata, desde el empalme de la AP-7 con Ramonete, recreándome en la contemplación del precioso paisaje natural, con la intención de disfrutar del evento folclórico-musical de las cuadrillas de las pedanías, llegando ante la iglesia de Morata una vez comenzada la misa. Después de tomar el apacible sol de la fría mañana durante un rato en el exterior, y picado por la curiosidad, acerté a entrar en el tempo con el inocente objetivo de husmear lo que allí se hacía y, sobretodo, lo que allí se decía.
En su homilía, don Julio Romero, entreveraba el verbo divino con ocurrencias divertidas sobre la marcha, sin poder sustraerme a sonreír en más de una ocasión, como hacían ostensiblemente el resto de los parroquianos y visitantes. Así, entre dogmas y chascarrillos, se iba desenvolviendo de forma desenfadada el discurso evangélico del cura mazarronero, hasta el momento en que, por mor de la candente actualidad del evento, le tocó referirse a la gran manifestación convocada para esa misma mañana en Paris, para condenar el terrorismo islámico, y solidarizarse con las víctimas de los asesinos yihadistas.
Y fue ahí, al llegar a este punto, en donde la pícara sonrisa del sacerdote, se tornó en el gesto adusto y admonitorio, tan propio de inquisidores, ulemas, ayatolás, popes balcánicos y otros mensajeros de un dios inflexible y flamígero, poco amigo de chanzas y de bromas.
“¡Los musulmanes son unos fanáticos!”.
Así, a palo seco. Sin matices. Digo yo que, entre los mil quinientos millones de seguidores del Islam, alguno habrá que se contente con leer el Corán, hacer sus abluciones, y rezar sus cinco oraciones diarias mirando a La Meca, sin que le queden ganas de inmolarse con dinamita o ametrallar supermercados empuñando el Kalashnikov.
“Cuando vemos en nuestras iglesias unos pocos niños haciendo la primera comunión, salimos a la calle y vemos a los otros niños (los de los inmigrantes musulmanes) que son más del doble, pensamos que llegará el día en que nos echen de nuestro país, como estuvo a punto de pasar cuando la Reconquista”. Anonadado al escuchar esta belicosa arenga, apenas daba crédito dudando entre mandar a tomar viento al clérigo procaz, o resistir heroicamente la matraca, para conocer el alcance de tan poco cristiano discurso.
Saqué de mi bolsa de costado mi bloc de notas ,y comencé a anotar con letra apresurada y fluida…
“También algunas revistas se meten con las cosas sagradas de los católicos, aprovechándose que nosotros no respondemos a esas ofensas. Somos tontos, somos débiles y por eso se ríen del Papa, de la Virgen y de Dios”.
¡Madre mía, todo un llamamiento a la Yihad católica!, me dije para mis adentros. Sin dar tiempo a reponerme, continuó bramando don Julio, entre gestos aprobatorios de la mayoría del público asistente:
“Estos musulmanes que no toleran nuestras creencias, acaparan la sanidad y los servicios sociales…”. Más leña al fuego. Y sigue: “…Algún día se casarán con las españolas y se las llevarán a sus países para tenerlas como esclavas y pegarles”.
¡Toma ya con don Julio Romero! Nada, que hay que recuperar la advocación de Santiago Matamoros y hacer un llamamiento a una IX Cruzada preventiva, antes de que los sarracenos blandan sus alfanjes sobre nuestras indefensas cabezas.
No podía estar don Julio más satisfecho de la siembra realizada entre la feligresía. Si alguno de los vecinos, no se hubiese podido contener y hubiese roto a aplaudir su alocución, una clamorosa ovación hubiera cerrado la misa dominical, saliendo al reverendo a hombros como si de la Real Maestranza se tratara. Ite misa est.
EPÍLOGO
De vuelta en casa, ordené mis notas con el fin de no dejar nada fuera de contexto, y no alterar por defecto o por exceso, el sentido de la vibrante oratoria de don Julio Romero, que nada tiene que ver con el famoso pintor de la mujer morena, sino que más bien parece merecedor de ser elevado a la categoría de Torquemada de guardia, de la ultramontana y carpetovetónica Diócesis de Cartagena-Murcia.
Tengo ante mí el Código Penal, recientemente reformado, en el que se califica como delito el enaltecimiento del terrorismo, el racismo y la xenofobia.
Veamos qué dice la ley española al respecto:
CÓDIGO PENAL ESPAÑOL - SECCIÓN 1
De los delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución
De los delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución
Artículo 170. 1. Si las amenazas de un mal que constituyere delito fuesen dirigidas a atemorizar a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural o religioso, o colectivo social o profesional, o a cualquier otro grupo de personas, y tuvieran la gravedad necesaria para conseguirlo, se impondrán respectivamente las penas superiores en grado a las previstas en el anterior.
Artículo 510. 1. Los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses.2. Serán castigados con la misma pena los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en relación a su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, su origen nacional, su sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía.
¿Cuál de estos tipos penales sería aplicable al reverendo y levantisco cura de Morata?
Una invitación a la reflexión.
Hola, no te puedes imaginar leyendo tus palabras lo miserable que me siento, e incluso he podido cometer un delito, vaya tela, por comentarios racistas en tu blog, algo que de verdad era lo último que pretendia, y te pido a ti a toda la comunidad musulmana que me perdoneis, he explicado anteriormente los motivos y no quisiera enrollarme. Lo siento mucho de verdad, ni siquiera vivo en murcia,
ResponderEliminarhe estado leyendo vuestro blog y estaís haciendo una labor de paz y de igualdad, y aunque no me sienta una persona religiosa veo que sois personas inteligentes y cultas, nada de lo que este cura vende a sus fieles.
Lo que ha dicho este cura es fruto del miedo y de la ignorancia como tantos otros comentarios, no lo estoy justificando, para nada! A una persona ignorante hay que intentar hacerle ver la realidad, mira, esta mañana estaba por una zona que hay varias explotaciones agrícolas, me ha parado una furgoneta al lado, una de esas grandes para 9 personas y eran unos recolectores de fruta de Marruecos, me han preguntado si sabia donde estaba una finca de los alrededores, como era dificil de explicar les he dicho que pegasen detrás y que yo los llevaría, estaba a unos 2 km, uno de los chicos que iba delante en los tres asientos me ha mirado con una cara de asombro por que fuera yo a llevarles y me ha sabido mal, he pensado: "pobres, nadie les ayuda.." y encima estan trabajando en el campo de sol a sol por 20-30 euros, los comercios de fruta se estan aprovechando de los inmigrantes, es una vergüenza, es explotación laboral.
En cuanto a este tema, como digo hace falta un acercamiento de todas las partes, quiero decir que para acabar con las ideas absurdas que nos pasan a los europeos por la cabeza hace falta conocer al mundo árabe, perdón si me equivoco, yo pensaba que todas las personas de religion islámica se denominaban "árabes" por eso critiqué sin razón a los musulmanes, como decimos es españa "una cagada impresionante" con los términos, les ruego me perdonen de nuevo, no quiero ser pesado y no lo dire más pero mis lamentables insultos (de los que me arrepiento totalmente) eran dedicados a los asesinos de París.
Antes ETA mataba, y no por eso la inmensa mayoría de vascos eran asesinos ni mucho menos, decir o pensar que todos los musulmanes son terroristas o asesinos es una estupidez, que estoy convencido que nadie cree, solo algunos ignorantes entre los que yo me incluía, Mi opinión es que cuanto el mundo musulmán más se abra al resto de los ciudanos menos ignorancia y racismo existirá, no sé, hacer más ferias culturales y cosas así, bueno gracias por dejarme expresar en libertad mi opinión, les deseo mucha suerte en la vida.
Un blog muy bien organizado y completo les felicito. Se nota sus creadores estan informados y hablan desde la paz, algo que ya podria haberme parado a leer antes de atacar a un colectivo porque sí.
Perdonenme por mis comentarios, lo siento mucho de verdad.
Sola una persona noble reconece su error y rectifica. Un abrazo
EliminarAcaso se atrvera
ResponderEliminarEstas afirmaciones del parroco en cuestion realmente suenan a chufla pero este blog ganara en credibilidad cuando se atreva a publicar los disparates que se escuchan en algunas mezquitas_garaje de por aqui cerca, que tambien hay cafres con turbante no muy lejos. Pero hay una pequeña diferencia y es que lo que el parroco de turno suelta no va a ningun lado y lo que suelta el barbudo manda a pobres infelices a Siria
Menuda mierda de articulo
ResponderEliminarPorque no nos cuentas lo que se difunde en las cocheras -mezquitas? Valiente.
ResponderEliminarracista y mil veces racista! das pena
ResponderEliminardicen que eres cura? puede ser, pero lo que yo tengo seguro, es que eres un gran IGNORANTE
Mira por donde los curas de ignarantes tienen poco. Quisiera saber lo que ha dicho y no lo que dice Floren que ha dicho. Además, mira las noticias haber si iba mal encaminado el cura.
EliminarVaya una forma de fomentar la empatía. Sí señor cura me refiero a sus formas, no a la de los comentrios de que si este artículo es una mierda o que no vale, etc.
ResponderEliminarNo me considero religioso ni pretendo adoctrinar a nadie con dogmas manidos. Para mi las religiones del mundo tienen una esencia, una raiz, una base,llamemoslo como se quiera, que las une en lo fundamental: ética y moral. El uso que hace la religión de la ética y la moral hace que aparezcan diferentes formas de interpretar, diferencias que son exageradas al máximo para diferenciarse y hacer dogmas aun más extremos. Por lo tanto comprimir ética y moral nos dá como resultado una religión que para sus practicantes tiene sus pros y contras.
No es verdad que la gente se radicalice en las mezquitas. Para algunas personas el rezo y las oraciones es como entrar en otro estado de la conciencia. Pero cuando radicalizamos los términos religiosos y pasamos a un estado alterado de la conciencia, que ademas va a ser constante, entramos en un avismo en el que cualquiera que no tenga dos dedos de frente puede cometer una locura. Este es el verdadero problema, cómo nos tomamos las cosas, la credibilidad que le damos y el peso que hacemos que tengan en nuestras vidas.
Primero somos personas, luego que cada uno que sea lo que buenamente quiera sin que esto ponga en peligro la integridad de los demás. Y esto es así tanto para un cura como para un iman o un ateo.
Es verdad que la integración de los musulmanes en la sociedad española deja mucho que desear pero con sermones excluyentes y provocativos lo único que se consigue es aumentar la brecha. Se aprende dando ejemplo no sembrando dudas y odios prefabricados para crear inestabilidad donde no la hay.
A todos esos valientes ke poneis subnormalidades os kiero decir ke no conoceis al parroco para hablar d el y si tantas propuestas poneis acerlas vosotros mismos el solo es un simple parroco no es dios.
ResponderEliminarTanto odio les tenéis a los ultras o los nazis pues bien deciros ke si todos pensasemos como ellos nada d esto pasaria
ResponderEliminarmuchísimas personas piensan lo mismo y no lo dicen,,,,,,o que pensáis que ellos nos adoran a nosotros ???????????????????????????????????????',,no todos son iguales eso no,,,,pero los que son son,,,,y lo que es es,,,,,,,,,,,,y lo que no es no es,,,,,,,,,,,y queramos ó no es asi,,,,los que sonSON Y LOS QUE NO SON ,,PUES NO LO SON,,,,,,,,NO NOS HAGAMOS LOS HAPPY,,,,,
ResponderEliminarhttp://www.charliehebdo.fr/
ResponderEliminarA quién hay que denunciar al cura ese que habria que ver lo que dijo, o al que da la noticia que miente más que habla?. En Lorca ha interpretado a su manera cosas insostenibles. Quisera saber lo que dijo el cura y lo que ha puesto el listillo del Floren.
ResponderEliminarComo es posible que creamos todo lo que nos dicen sin contrastarlo con alguien que pueda informar desde otro punto de vista. Mi hermana estaba en la misa de las cuadrillas y dice que el cura no dijo nada de eso. Además el que escribe esta noticia dice que faltó que la gente le aplaudira pero porque lo que dijo estaba bien porque habló de que hubiera paz y que no se faltara respeto a nadie.
ResponderEliminarDar noticias según se nos ocurra o intepretemos es fácil. Y más fácil cuando quien lee se lo cree todo. Veo muchas contradicciones en lo que escribe el busca-lios de Floren Dimas. No se lo que dijo el cura. Pero creo que nada tiene que ver lo que dijo con lo que dice la noticia. Floren se contradice.
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