Fuente: SOS Racismo
TENEMOS DERECHO A TENER DERECHOS: CONTRA LA POLITICA DE INMIGRACION
Hoy 10 de marzo, distintas organizaciones sociales, colectivos y personas nos juntamos y salimos a la calle para señalar que no queremos ser cómplices de un Sistema Antidemocrático que está promoviendo un ordenamiento jurídico que va en contra de los más débiles, los que más sufren, los más empobrecidos, las personas inmigrantes. Un Sistema que más que nunca está protegiendo la riqueza y el poder mientras que permite que familias enteras se queden en la calle sin acceso al derecho más básico, la vivienda. Un Sistema que roba a los inmigrantes un permiso de residencia ganado legítimamente con su trabajo y que ahora pierden por no cotizar, por estar en paro, por ser pobres. El mismo Sistema que regala permisos a los extranjeros ricos que tengan 160.000 euros para comprar una vivienda. Resulta que el Sistema lo que no quiere son inmigrantes pobres. El sistema genera división y perpetúa la desigualdad. Se olvida de que la pobreza es un problema que aumenta por intereses creados, por el robo y la explotación de esos países ya cada vez más empobrecidos. Además de explotar económicamente a estos países, les ayudamos a que hagan la guerra. Se les alimenta de armas que se fabrican y se venden en el norte para que se sufra y se paguen en el sur. Además, el tráfico de armas va en sentido contrario al tráfico de drogas, que se producen en el sur y se consumen en el norte. España es el sexto país que más armas exporta al mundo y, según Intermón Oxfam, el segundo, detrás de Estados Unidos, que más munición vende a las guerras africanas. Si pagamos mal a estos países, nos quedamos con sus recursos, les asfixiamos con una deuda externa abusiva y les damos armas para que se maten es lógico que sus ciudadanos no vivan bien. Y decidan salir de sus países a buscar un futuro mejor. Con todo esto ¿no es acaso legítimo que estas personas abandonen sus países buscando una vida mejor, buscando la dignidad que les hemos robado? Lo que es inmoral es que luego los culpables de esta situación construyan una "Europa Fortaleza", que con la excusa del control de fronteras invierta decenas de millones de euros en una maquinaria omnipresente, imperceptible, salvaje, que divide a las personas entre deseables e indeseables, invirtiendo en una "guerra" encubierta contra la inmigración. La Agencia Europea para el Control de las Fronteras (Frontex) es el instrumento creado para levantar las vallas (muros de la vergüenza) donde los inmigrantes son torturados y pierden la vida y para controlar el mar donde ya han muerto 20.000 personas. Es quien promueve la existencia de los Centros de Internamiento para Extranjeros, que siguen siendo una realidad opaca a los ojos de la sociedad y donde se seguirán dando las condiciones de insalubridad, escasa protección social, falta de atención médica, aislamiento familiar y social, es decir, el no respeto a los derechos humanos y la arbitrariedad que se llevan años denunciando. No podemos cerrar los ojos ante esta injusticia. Los derechos humanos deben estar garantizados para todas las personas y la privación de libertad es completamente desproporcionada frente a la falta de autorización de residencia. Las trágicas muertes en las fronteras y en el mar son provocadas y por tanto se pueden evitar. Estamos en contra de la criminalización del inmigrante, provocada por el control indiscriminado por motivos raciales. ¡No a las redadas y detenciones indiscriminadas, no al trato vejatorio y los abusos de la autoridad, no al trato denigrante en las oficinas de extranjería! Durante los años de crecimiento económico los mismos países "ricos" han necesitado de la inmigración para solucionar problemas del mercado de trabajo tales como la falta de mano de obra o garantizar cotizantes para las futuras pensiones. En muchos casos han favorecido empleos mayoritariamente en condiciones de precariedad, con bajos salarios, temporales y con una mayor tasa de accidentes y muertes en el trabajo. En otros casos lo han hecho bajo la amenaza y la inseguridad de no renovación de permisos y el riesgo de detención o expulsión, sólo por una falta administrativa. Ahora, sin embargo, en esta crisis económica y social generada por los especuladores, el mundo financiero y con el apoyo de los Gobiernos, hay quien pretende responsabilizar a los inmigrantes de las trágicas consecuencias que vivimos. Los Gobiernos, mediante el Racismo Institucional, sólo tienen como política de inmigración los recortes de derechos y forzar a las personas inmigrantes a retornar a sus países de origen. ¡Los inmigrantes son víctimas, no verdugos!
Dentro del hostigamiento a los inmigrantes irregulares es urgente denunciar el plan del Ministerio del Interior de incluir en su prevista Reforma del Código Penal (art. 138 bis) la condena de hasta dos años de cárcel a quienes acojan en su casa o ayuden económicamente a inmigrantes sin documentación. Además de cruel y contrario a los derechos humanos, la reforma legal destaca en este punto por su cinismo ya que mientras penaliza a las personas y entidades que ejerzan su solidaridad con estos inmigrantes, rebaja las penas de 8 hasta 6 años máximo a quienes trafiquen con ellos, lo que estimulará a estas redes de explotación humana a perseverar en el ejercicio de su delito. ¿Qué sistema democrático castiga la solidaridad mientras que indirectamente promueve la trata de personas y la esclavitud? El Real Decreto Ley 16/2012 aparta a las personas migrantes que no tengan Permiso de Residencia de la sanidad ordinaria relegándolas a la exclusión. Esta situación, supone un paso atrás en los derechos de la ciudadanía y, en la práctica, además de un cambio en la concepción de Universalidad en el acceso a la salud pública, una vulneración del principio de equidad que guiaba hasta el momento las políticas de sanidad de este país. Esta situación puede provocar no sólo el colapso de las zonas de urgencia de los hospitales españoles, aumentando –paradójicamente-los costes en la atención sanitaria a la población, sino también dividir a la sociedad en ciudadanos de plenos derechos y no-ciudadanos" o ciudadanos sin derechos. Ciudadanos de primera y de segunda, ciudadanos legítimos y no legítimos. Una vez más la exclusión y el racismo se promueve institucionalmente, desde las Estructuras creadas para nuestra "protección". Para concluir creemos que esta realidad nos invita a manifestar el rechazo a todas las leyes que hacen la vida imposible a todos las personas inmigrantes. Sabemos que en la economía de crisis actual se está elaborando un marco legal de exclusión de los inmigrantes en todos los ámbitos: laboral, sanidad, vivienda, educación, familia, etc. Ese marco legal que sostenemos con la pasividad generalizada que alimenta y tranquiliza nuestra buena conciencia, les hará la vida imposible a cada vez más familias empobrecidas. A su vez los recortes sociales generalizados y el pago de la deuda contraída alimentará cada vez más la cultura de "los españoles primero". Sabemos que esto es uno de los primeros pasos para la cultura de "los productivos primero" (los que tienen trabajo primero) Un camino ya muy recorrido en la historia europea y que no deberíamos volver a repetir pues LOS INMIGRANTES NO SON MERCANCÍA. Vemos que el rechazo de este marco legal contra los empobrecidos se debe evidenciar a nivel nacional y europeo y por ellos nos debemos de dejar de conocer otras experiencias de lucha que se estén promoviendo en otros territorios. La codicia no tiene fronteras, que no las tenga la solidaridad. Os proponemos que esta manifestación sea el inicio de un caminar juntos, un seguir el diálogo sobre las respuestas que vamos a dar ante el panorama que hemos presentado. Un diálogo para decidir cómo continuar siendo signos claros de rechazo y cómo podemos generar una red de personas dispuestas a luchar por la dignidad de todas las personas.
EL SER HUMANO NO ES UN OBJETO Y MENOS UNA MERCANCIA. DONDE SEA, ES SIEMPRE UNA PERSONA, UN MIEMBRO DE LA FAMILIA HUMANA (Preámbulo de la Declaración de Derechos Humanos de 1948)
TENEMOS DERECHO A TENER DERECHOS: CONTRA LA POLITICA DE INMIGRACION
Hoy 10 de marzo, distintas organizaciones sociales, colectivos y personas nos juntamos y salimos a la calle para señalar que no queremos ser cómplices de un Sistema Antidemocrático que está promoviendo un ordenamiento jurídico que va en contra de los más débiles, los que más sufren, los más empobrecidos, las personas inmigrantes. Un Sistema que más que nunca está protegiendo la riqueza y el poder mientras que permite que familias enteras se queden en la calle sin acceso al derecho más básico, la vivienda. Un Sistema que roba a los inmigrantes un permiso de residencia ganado legítimamente con su trabajo y que ahora pierden por no cotizar, por estar en paro, por ser pobres. El mismo Sistema que regala permisos a los extranjeros ricos que tengan 160.000 euros para comprar una vivienda. Resulta que el Sistema lo que no quiere son inmigrantes pobres. El sistema genera división y perpetúa la desigualdad. Se olvida de que la pobreza es un problema que aumenta por intereses creados, por el robo y la explotación de esos países ya cada vez más empobrecidos. Además de explotar económicamente a estos países, les ayudamos a que hagan la guerra. Se les alimenta de armas que se fabrican y se venden en el norte para que se sufra y se paguen en el sur. Además, el tráfico de armas va en sentido contrario al tráfico de drogas, que se producen en el sur y se consumen en el norte. España es el sexto país que más armas exporta al mundo y, según Intermón Oxfam, el segundo, detrás de Estados Unidos, que más munición vende a las guerras africanas. Si pagamos mal a estos países, nos quedamos con sus recursos, les asfixiamos con una deuda externa abusiva y les damos armas para que se maten es lógico que sus ciudadanos no vivan bien. Y decidan salir de sus países a buscar un futuro mejor. Con todo esto ¿no es acaso legítimo que estas personas abandonen sus países buscando una vida mejor, buscando la dignidad que les hemos robado? Lo que es inmoral es que luego los culpables de esta situación construyan una "Europa Fortaleza", que con la excusa del control de fronteras invierta decenas de millones de euros en una maquinaria omnipresente, imperceptible, salvaje, que divide a las personas entre deseables e indeseables, invirtiendo en una "guerra" encubierta contra la inmigración. La Agencia Europea para el Control de las Fronteras (Frontex) es el instrumento creado para levantar las vallas (muros de la vergüenza) donde los inmigrantes son torturados y pierden la vida y para controlar el mar donde ya han muerto 20.000 personas. Es quien promueve la existencia de los Centros de Internamiento para Extranjeros, que siguen siendo una realidad opaca a los ojos de la sociedad y donde se seguirán dando las condiciones de insalubridad, escasa protección social, falta de atención médica, aislamiento familiar y social, es decir, el no respeto a los derechos humanos y la arbitrariedad que se llevan años denunciando. No podemos cerrar los ojos ante esta injusticia. Los derechos humanos deben estar garantizados para todas las personas y la privación de libertad es completamente desproporcionada frente a la falta de autorización de residencia. Las trágicas muertes en las fronteras y en el mar son provocadas y por tanto se pueden evitar. Estamos en contra de la criminalización del inmigrante, provocada por el control indiscriminado por motivos raciales. ¡No a las redadas y detenciones indiscriminadas, no al trato vejatorio y los abusos de la autoridad, no al trato denigrante en las oficinas de extranjería! Durante los años de crecimiento económico los mismos países "ricos" han necesitado de la inmigración para solucionar problemas del mercado de trabajo tales como la falta de mano de obra o garantizar cotizantes para las futuras pensiones. En muchos casos han favorecido empleos mayoritariamente en condiciones de precariedad, con bajos salarios, temporales y con una mayor tasa de accidentes y muertes en el trabajo. En otros casos lo han hecho bajo la amenaza y la inseguridad de no renovación de permisos y el riesgo de detención o expulsión, sólo por una falta administrativa. Ahora, sin embargo, en esta crisis económica y social generada por los especuladores, el mundo financiero y con el apoyo de los Gobiernos, hay quien pretende responsabilizar a los inmigrantes de las trágicas consecuencias que vivimos. Los Gobiernos, mediante el Racismo Institucional, sólo tienen como política de inmigración los recortes de derechos y forzar a las personas inmigrantes a retornar a sus países de origen. ¡Los inmigrantes son víctimas, no verdugos!
Dentro del hostigamiento a los inmigrantes irregulares es urgente denunciar el plan del Ministerio del Interior de incluir en su prevista Reforma del Código Penal (art. 138 bis) la condena de hasta dos años de cárcel a quienes acojan en su casa o ayuden económicamente a inmigrantes sin documentación. Además de cruel y contrario a los derechos humanos, la reforma legal destaca en este punto por su cinismo ya que mientras penaliza a las personas y entidades que ejerzan su solidaridad con estos inmigrantes, rebaja las penas de 8 hasta 6 años máximo a quienes trafiquen con ellos, lo que estimulará a estas redes de explotación humana a perseverar en el ejercicio de su delito. ¿Qué sistema democrático castiga la solidaridad mientras que indirectamente promueve la trata de personas y la esclavitud? El Real Decreto Ley 16/2012 aparta a las personas migrantes que no tengan Permiso de Residencia de la sanidad ordinaria relegándolas a la exclusión. Esta situación, supone un paso atrás en los derechos de la ciudadanía y, en la práctica, además de un cambio en la concepción de Universalidad en el acceso a la salud pública, una vulneración del principio de equidad que guiaba hasta el momento las políticas de sanidad de este país. Esta situación puede provocar no sólo el colapso de las zonas de urgencia de los hospitales españoles, aumentando –paradójicamente-los costes en la atención sanitaria a la población, sino también dividir a la sociedad en ciudadanos de plenos derechos y no-ciudadanos" o ciudadanos sin derechos. Ciudadanos de primera y de segunda, ciudadanos legítimos y no legítimos. Una vez más la exclusión y el racismo se promueve institucionalmente, desde las Estructuras creadas para nuestra "protección". Para concluir creemos que esta realidad nos invita a manifestar el rechazo a todas las leyes que hacen la vida imposible a todos las personas inmigrantes. Sabemos que en la economía de crisis actual se está elaborando un marco legal de exclusión de los inmigrantes en todos los ámbitos: laboral, sanidad, vivienda, educación, familia, etc. Ese marco legal que sostenemos con la pasividad generalizada que alimenta y tranquiliza nuestra buena conciencia, les hará la vida imposible a cada vez más familias empobrecidas. A su vez los recortes sociales generalizados y el pago de la deuda contraída alimentará cada vez más la cultura de "los españoles primero". Sabemos que esto es uno de los primeros pasos para la cultura de "los productivos primero" (los que tienen trabajo primero) Un camino ya muy recorrido en la historia europea y que no deberíamos volver a repetir pues LOS INMIGRANTES NO SON MERCANCÍA. Vemos que el rechazo de este marco legal contra los empobrecidos se debe evidenciar a nivel nacional y europeo y por ellos nos debemos de dejar de conocer otras experiencias de lucha que se estén promoviendo en otros territorios. La codicia no tiene fronteras, que no las tenga la solidaridad. Os proponemos que esta manifestación sea el inicio de un caminar juntos, un seguir el diálogo sobre las respuestas que vamos a dar ante el panorama que hemos presentado. Un diálogo para decidir cómo continuar siendo signos claros de rechazo y cómo podemos generar una red de personas dispuestas a luchar por la dignidad de todas las personas.
EL SER HUMANO NO ES UN OBJETO Y MENOS UNA MERCANCIA. DONDE SEA, ES SIEMPRE UNA PERSONA, UN MIEMBRO DE LA FAMILIA HUMANA (Preámbulo de la Declaración de Derechos Humanos de 1948)
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