Ignacio Cembrero Madrid 30 NOV 2012
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| El rey Mohamed VI de Marruecos camina con la ayuda de una muleta. / MAP |
El rey Mohamed VI de Marruecos camina apoyando su brazo derecho en una muleta y cojea ligeramente. Las imágenes del monarca lesionado fueron difundidas, el jueves por la tarde, por la televisión marroquí y por la agencia de prensa oficial MAP.
En las redes sociales los marroquíes no pararon de comentar esas imágenes y de preguntarse que le había pasado al soberano. Las especulaciones abundaban porque, como subrayaban las webs informativas independientes, la Casa Real no dio ninguna explicación oficial.
El monarca nombró hace un mes a un portavoz del palacio real, Abdelhak Lamrini, de 78 años, pero desde que accedió al cargo no ha tomado la palabra. El puesto estuvo vacante durante siete años, desde que en 2005 el soberano destituyó a Hassan Aourid, que fue compañero suyo en el Colegio Real de Rabat. “Señor portavoz, ¿por qué el rey va con muleta?”, preguntan algunos marroquíes en Twitter. El palacio real marroquí “es la única institución que gobierna sin hablar”, escribía, a principios de mes, en un editorial, Karim Boukhari, director del semanario marroquí Tel Quel.
Escribir sobre la salud del rey es arriesgado en Marruecos. El director del semanario Al Michaal, Idriss Chahtane, fue condenado a un año de cárcel, en diciembre de 2009, por haber escrito un artículo en el que anunciaba revelaciones sobre una enfermedad del monarca que le obligó, en agosto de ese año, a renunciar a un viaje al extranjero. Mohamed VI indultó al periodista en junio de 2010 y Chahtane salió de la cárcel.
El soberano inauguró el jueves en Nador, la ciudad marroquí vecina de Melilla, tres complejos deportivos y una piscina. La Comisión Islámica de Melilla, que representa a la población musulmana de la ciudad, señaló que había enviado una segunda misiva a la Casa Real rogándole que se agilice el tránsito en la frontera para entrar en Marruecos o regresar a Melilla.
El monarca nombró hace un mes a un portavoz del palacio real, Abdelhak Lamrini, de 78 años, pero desde que accedió al cargo no ha tomado la palabra. El puesto estuvo vacante durante siete años, desde que en 2005 el soberano destituyó a Hassan Aourid, que fue compañero suyo en el Colegio Real de Rabat. “Señor portavoz, ¿por qué el rey va con muleta?”, preguntan algunos marroquíes en Twitter. El palacio real marroquí “es la única institución que gobierna sin hablar”, escribía, a principios de mes, en un editorial, Karim Boukhari, director del semanario marroquí Tel Quel.
Escribir sobre la salud del rey es arriesgado en Marruecos. El director del semanario Al Michaal, Idriss Chahtane, fue condenado a un año de cárcel, en diciembre de 2009, por haber escrito un artículo en el que anunciaba revelaciones sobre una enfermedad del monarca que le obligó, en agosto de ese año, a renunciar a un viaje al extranjero. Mohamed VI indultó al periodista en junio de 2010 y Chahtane salió de la cárcel.
El soberano inauguró el jueves en Nador, la ciudad marroquí vecina de Melilla, tres complejos deportivos y una piscina. La Comisión Islámica de Melilla, que representa a la población musulmana de la ciudad, señaló que había enviado una segunda misiva a la Casa Real rogándole que se agilice el tránsito en la frontera para entrar en Marruecos o regresar a Melilla.
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