Foto: Sonia M. Lario (AGM) |
Un millar de fieles acuden cada noche a una incómoda mezquita provisional para sus oraciones en el mes del ayuno.
Fuente: La Verdad
Soportar el calor sofocante bajo una carpa es algo que no nos importa hacer para pasar una mañana de verano en la playa o para tomar unas cañas con los amigos después del trabajo, pero pocos estarían dispuestos a ir a misa en estas condiciones. Los musulmanes que viven en Lorca no solo tienen que aguantar el calor, sino que deben caminar unos cinco o seis kilómetros para llegar al centro islámico Tawhid, una carpa situada en la diputación Río que hace las veces de mezquita, oficina y centro cultural para los creyentes.
En pleno mes del Ramadán es obligatorio para ellos ayunar desde que amanece hasta que se pone el sol y acercarse al menos una vez al día, a las 23 horas, a la mezquita para practicar la oración. Lakhdar Bakalem, miembro de este centro, asegura que se pasa calor y frío, pero «quien tiene la fe y el Islam en el corazón viene todos los días», señala.
De barrio en barrio
Son varias las mezquitas que se han abierto en la ciudad desde 1997, pero siempre han tenido que trasladarse de un lugar a otro por problemas con los vecinos. Lakhdar afirma que cuando estuvieron en el barrio de San Cristóbal tenían que «cambiar la cerradura todos los días porque se la encontraban llena de silicona». La mayoría de los musulmanes practicantes «no entienden» por qué hay tanto problema, «solo quieren un sitio donde poder estar».
El peregrinaje de barrio en barrio duró unos diez años, hasta que en 2007 el Ayuntamiento les cedió un pequeño local en el recinto ferial de Santa Quiteria. La solución parecía definitiva y ya no había vecinos a los que molestar, pero llegaron los terremotos de 2011. El Ayuntamiento les pidió que dejaran de usar ese espacio por miedo a posibles derrumbes y la organización decidió que ya había tenido suficiente. Los trámites para comprar un terreno particular en la diputación Río comenzaron justo después de los seísmos y consiguieron montar una carpa de unos 700 metros cuadrados. Desde entonces, están intentando conseguir los permisos para construir una nave en la que albergar sus servicios. Sin embargo, «no hay costancia de que se haya presentado un proyecto firmado por un arquitecto», señala el concejal de Urbanismo, José Joaquín Peñarrubia.
El centro Tawhid es un lugar de encuentro para los musulmanes, que no solo van allí a rezar, sino que realizan distintas actividades. Los sábados y domingos se imparten clases de árabe para niños nacidos en España que no han tenido la oportunidad de aprenderlo. Además, el imán se encarga de transmitirles los valores del Islam y sus cinco pilares: la fe, el ayuno, la oración, la limosna y la peregrinación a La Meca.
Dentro de la carpa, hombres y mujeres están separados por una tela casi transparente, pero suelen acudir pocas mujeres, según Lakhdar. «Prefieren rezar en casa, aunque pueden venir sin ningún problema». En ese sentido la organización del centro es ejemplar. Para que las familias que lo deseen puedan acudir juntas a la oración, han creado una zona especial para niños con una televisión, ya que los pequeños no practican aún el Ramadán. «Nos turnamos para que siempre haya alguien cuidándolos», cuenta Lakhdar. De esta forma, desde este centro islámico han conseguido que los musulmanes puedan disfrutar del Ramadán, que no es más que una época de recogimiento, aunque sea a la sombra de una carpa.
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