Un Ramadán a pleno sol.


Quienes puedan sufrir deshidratación por sus condiciones de trabajo están libres de esta obligación religiosa

Unos 75.000 musulmanes de la Región -según una estimación de 'La Verdad' a partir de los últimos datos estadísticos del INE- comenzaron ayer el Ramadán, el mes sagrado en el que su religión les prohibe comer e incluso beber agua entre la salida y la puesta del sol. En esta ocasión, la celebración será especialmente dura al caer en agosto. Beber agua es fundamental para evitar la deshidratación en quienes se exponen al sol en horas centrales del día y durante un tiempo prolongado. Por eso, Riay Tatary, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), recordó que aquellas personas que debido a un trabajo muy duro puedan sufrir deshidratación están libres de la obligación de no ingerir líquidos. Pueden hacer el ayuno otros días, cuando no tengan que afrontar esas situaciones.
También quedan excluidos del ayuno los menores de 14 años, las mujeres embarazadas, los ancianos y los enfermos. En cualquier caso, Tatary recordó que los musulmanes ya están «acostumbrados» a ayunar en los meses de verano. Además, para muchos inmigrantes esta coincidencia en el calendario es «una suerte», porque les permite pasar el Ramadán durante las vacaciones, incluso en sus países de origen.
Este es el primer Ramadán después de las revueltas en los países del norte de Africa. El presidente de UCIDE subraya que todas las protestas han sido «pacíficas al cien por cien» y que en ellas se pide «dignidad, libertad y justicia». Los musulmanes de España tendrán estos días un especial recuerdo para los sirios, que están sufriendo una dura represión por parte del régimen dictatorial de aquel país. Riay Tatary defiende que, frente a las acusaciones de radicalismo, el mundo árabe es «muy sano», con más del 40% de la población musulmana menor de 25 años y «con ganas de trabajar y de avanzar tanto por ellos como por la sociedad donde viven».
«Nosotros siempre hemos apoyado este movimiento pacífico en contra de cualquier acto de violencia, pero los que están actuando con violencia no son ellos sino el poder», concluye, en referencia a los regímenes que han intentado acallar las protestas.
Marroquíes y senegaleses
Mohamed Reda El Qady, delegado en la Región de UCIDE, también recuerda las protestas del norte de África, y destaca que el número de inmigrantes musulmanes en la Región ha disminuido por la crisis en España y por las mejores perspectivas en sus países de origen. La mayoría de inmigrantes musulmanes que viven en la Región son marroquíes (unos 68.000, según el último padrón municipal). También hay comunidades importantes de argelinos (3.000), senegaleses (2.000) e inmigrantes procedentes de Mali (1.600). En estos dos últimos países, del África subsahariana, el Islam es la religión predominante.

Comentarios