Paulino Ros
Islam en Murcia, 24.04.11
El 23 de octubre de 2010 entrevistamos a Sa’diyya Shaikh, profesora titular de Estudios Islámicos y Teoría Feminista en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), que fue ponente en el IV Congreso de Feminismo Islámico celebrado en Madrid.
La investigación de la Dr. Sa’diyya Shaikh se centra en el área de Estudios Islámicos, con un doble objetivo en el sufismo y el feminismo. Ha publicado diversos escritos sobre las cuestiones de las mujeres musulmanas y la violencia de género, los enfoques feministas del hadiz y la exégesis coránica, la anticoncepción y el aborto en el Islam; reflexiones teóricas sobre el Islam y el feminismo; el sufismo, el género y la ley islámica, etc.
Actualmente está completando un manuscrito sobre el género y la sexualidad basado en la obra del pensador sufí del siglo XIII, Ibn Arabi (Murcia 1165 - Damasco 1240). En colaboración con el Departamento de Psicología de la Universidad de Stellenbosch y la ONG, “Positive Muslims”, la Dra. Shaikh ha iniciado y está co-dirigiendo un proyecto de investigación que se centra en la sexualidad, el matrimonio, el VIH / SIDA y las opciones reproductivas entre las mujeres musulmanas de Sudáfrica.
"Ibn Arabi, género y la gran yihad" fue el título de su conferencia. Y esta fue la entrevista de Paulino Ros a Sa'diyya Shaikh, traducida por Encarna Soria Labaña:
En primer lugar me gustaría saber cuáles eran las ideas principales que Ibn Arabi tenía sobre las mujeres en el Islam.
Es muy difícil hacer un resumen porque Ibn Arabi es, por supuesto, un pensador muy complejo y sofisticado. Pero creo que lo que más me atrajo al compromiso con Ibn Arabi es que él nos muestra algunas de las interpretaciones más profundas de lo que significa ser un ser humano. Creo que resalta uno de los potenciales espirituales más profundos en su cosmología (sobre lo que significa ser un ser humano). En base a esto le da sentido a lo que signifíca el concepto de género. Es una noción fundamental sobre lo que en realidad los seres humanos son existencialmente hablando, cuál es su propósito en la vida. Y una vez alcanzado este punto, Ibn Arabi habla sobre lo que significa ser hombre y mujer. Lo sorprendente en Ibn Arabi es que, a pesar de la gran admiración que le tengo, es un hombre que vivió en el siglo XIII, bueno, ente el XII y el XIII. Y por tanto, actúa en concordancia con su tiempo, habla la lengua de aquel momento, como todo ser humano -todos hablamos la lengua de nuestra época-. Nosotros hablamos del feminismo porque vivimos en el siglo XXI, el habló sobre otras cosas porque vivió en otro tiempo. Pero creo que lo particularmente extraordinario sobre él es que habló mucho sobre cuáles eran los medios para entender el género, y los transformó, habló la lengua que se hablaba y mientras él mismo hablaba.... Déjemos que ponga un ejemplo porque si no, esto es muy abstracto. El caso del cuento de Adán y Eva ..... en el que se habla mucho de un feminismo que no tiene nada que ver con la concepción actual.[...] es parte del análisis tradicional en el Islam. Por tanto, si Ibn Arabi habla así, él no menciona, ella no está en el trono -como nosotros lo hacemos en la actualidad- no está en el trono...
Pero Ibn Arabi era un hombre del siglo XIII y esa era la lengua y el contexto. Coge ... y lo transforma. Trabaja con ello. Él no dice que no exista, lo transforma en algo que extremadamente romántico pero, en realidad, como feminista, muy ¿patriótico? Lo ves y te entusiasmas, es muy interesante, precioso. Cuando lo miras, él ... se convierte... En esa transformación ella es un carácter secundario, pero se convierte en lo que es Adán. Ibn Arabí trabaja con eso..... Ibn Arabí trabaja con un mito en particular para más tarde transformarlo: Eva nace de Adán. Sin embargo, en caso de María y Jesús, se trata de un hombre que nace de una mujer en la tradición musulmana. Se nos presenta el caso de Adán y Eva, una mujer que viene de un hombre, Jesús es un hombre que viene de una mujer. Así que tenemos dos modelos de creación. Venimos del hombre y de la mujer de la misma manera. Lo que estoy intentando demostrar con este ejemplo es que Ibn Arabí se hace eco de la idea dominante y la transforma y después la subvierte. Y luego vuelve a aparecer con esta noción.
Bueno, en realidad, mientras él está hablando de las nociones de género en los mitos del momento, las está transformando todo el tiempo. Este enfoque es muy místico. Creo que mezcla comienzos de esta idea particular para pensar sobre el género... Es un trabajo impresionante. Él habla su lengua, la transforma y desarrolla formas de pensar sobre la misma idea en términos muy diferentes de género. Creo que eso es muy profundo, está trabajando en la comunidad que está trabajando con el mismo mito. No se puede decir que ese mito no existe, pero se puede transformar para que no vuelva a significar lo que era. Así que esa es una de las cosas que creo hizo muy bien.
Otro aspecto que trata muy bien y que creo que es vital para el feminismo en la actualidad es que las mujeres tienen la misma capacidad espiritual que los hombres. Los musulmanes no tienen ningún problema con esta concepción, ni siquiera aquellos que son más conservadores. Los problemas aparecen cuando esto se traduce a lo social, ahí es cuando dicen, no no, somos diferentes. Pero Ibn Arabi aporta un matiz muy sofisticado y un giro crítico. Utiliza estas nociones de cualidad espiritual. Ibn Arabi afirma que una mujer puede ser un lider en las congregaciones de Salat. Ibn Arabí sabe que hay grupos que no están de acuerdo con su planteamiento pero él afirma que una mujer puede afrontar papeles de mujer y de hombre dentro de las congregaciones, e insiste en que la razón es que hombres y mujeres tienen el mismo acceso a lo espiritual; espiritualmente ambos pueden estar al mismo nivel y por tanto, se unen. Al debatir diferentes aspectos sociales, une lo espiritual con lo social. Y creo que eso es vital, pues algunas ideas sufis plantean que esto no tiene repercusiones políticas y, por supuesto que las tiene porque la integridad de la vida de las personas es espiritual y social y necesitan [las personas] traducir estas ideas a la práctica social y creo que es muy valioso que las mujeres tengan esa unión... Creo que lo realmente importante son los enlaces que crea y la forma en la que los crea, son muy fructíferos.
Uno de los principales problemas que tienen las mujeres musulmanas en España y en otros países está relacionado con la vestimenta. ¿Qué dijo Ibn Arabi sobre hijab, niqab, burka?
Cuando contestamos esta pregunta nos daremos cuenta...yo estoy bastante segura de que las mujeres en el contexto islámico de aquel momento se vestían con lo que ahora llamamos hijab, esas eran las normas de aquel momento y ese era el número de mujeres que vestía así. Pero él dijo algo muy interesante. De igual modo que las mujeres occidentales que no llevan hijab forman parte del contexto, aquí es básicamente un factor cultural el que determina cómo yo voy vestida, es decir, yo no llevo hijab, soy sudafricana, llevo vaqueros, zapatos italianos, ya sabes, es producto de la cultura. Estoy segura de que las mujeres en el contexto de Ibn Arabi se cubrían. Pero Ibn Arabi dice algo muy interesante. Habla sobre el concepto de aura, ya sabe el concepto de cubrir el aura. Él mezcla un caso muy interesante del que hablé en mi ponencia. Para algunas personas, el aura cubre todo el cuerpo excepto los pies, pero para él y para algunos más son solo los genitales. Para hombres y mujeres el aura solo cubre los genitales. Porque muchos creencias tienen como premisas lo que debe cubrirse, qué parte del cuerpo está desnudo. Él no está hablando directamente del hijab. Él habla de esta suposición que acabo de mencionar. Él dice que son los genitales. Cuando Adán y Eva infringen las normas, las hojas cubrían su aura y eran sus genitales. Los dos tenían que cubrir su aura. Por lo tanto, lo que realmente constituye el aura son los genitales. Y él dice, si a las mujeres se les pide que cubran más que eso, es por una cuestión de ser pudoroso. Lo que Ibn Arabí dice es que dentro del nivel más profundo de lo que debe ser ontológicamente cubierto, el nivel para hombres y mujeres es el mismo. Además dice, de una forma muy inteligente, que si tienen que cubrirse especialmente más es debido a los requisitos de ser pudorosas -según mi interpretación, otra gente puede verlo de una forma diferente-. Pero desde mi propia interpretación, los requisitos de pudor son determinantes. Por lo que el pudor queda definido en cada sociedad. Yo pienso en mí misma. Para mí el hijab es muy importante, pero la concepción de lo que representa el hijab creo que varía. Para mí, por ejemplo, una persona necesita pensar cuál es el concepto de hijab. Y creo que el concepto amplica a hombres y mujeres. Se trata del pudor de la apariencia física de una persona. Se basa en el hecho de que cuando conoces a alguien por primera vez lo que no quieres conocer es "un trozo de carne", ya sea un hombre o una mujer. A quien quieres conocer es a un ser humano con el que crear unos determinados vínculos y lo primero con lo que te vinculas no es solo el cuerpo. Creo que es concepto feminista importante. El feminismo ha luchado durante años para que a las mujeres no se las trate como objetos y el hijab proporciona un modo de no ser objetivizadas.
La segunda cuestión trata sobre la mirada y bajar la mirada y es un requisito que se le exige a mujeres y hombres. El concepto de hijab se refiere a un pudor interno. Se fundamenta en el hecho de que cuando ves a alguien no lo miras directamente a los ojos, no buscas una rasgo físico en concreto en la persona. Creo que es un símbolo. Bajar la mirada significa no mirar fíjamente a la gente de una forma que la objetivice. No es algo literal, no se trata de no mirar a la gente a los ojos....
Por tanto, desde mi punto de vista, vestir con pudor es de lo que se trata con el hijab y en algunas culturas se hace cubriendo la cabeza. Esa es la representación de la cultura....En mi cultura yo considero eso como un registro de posibilidades que se negocian personalmente como elección individual, culturalmente según lo que es normativo, geográficamente dependiendo del tiempo de la zona, lo que es más cómodo llevar...Uno necesita pensar en el hijab como una categoría que va más allá y que habla sobre unas reglas éticas particulares de cómo hombres y mujeres se presentan a ellos mismos. Esa presentación no debería ser una presentación altamente sexual. Siempre pensamos en la estética. La belleza es parte del Islam. Creo que es bonito porque la belleza es parte de mi sensibilidad espiritual más alta, lo que es muy diferente de una presentación sexual.
Siempre le he dicho a mis estudiantes que el burka total y las minifaldas son los dos lados de una misma moneda. Ambos se refieren a una hipersexualidad.
Y para terminar la entrevista, ¿qué piensa sobre este congreso de feminismo islámico? Los debates, los aspectos que se han tratado estos tres días con muchas conversaciones, conferencias e ideologías.
Lo he descrito como alucinante, de verdad porque, en primer lugar, para mi es entusiasmante que haya una conferencia sobre feminismo islámico con 400 o 500 personas en la sala. No conozco ningún lugar del mundo que dé una conferencia así con tantos participantes. Y otro factor que me entusiasma es el hecho de que no todos los asistentes son musulmanes y aún así están interesados en estos debates. Creo que eso significa que hay un alto nivel de compromiso en el nivel social. Estoy muy contenta con el hecho de que los musulmanes españoles -que algunos de ellos se convirtieron en los últimos diez años o así- tienen tanta confianza en el Islam que en realidad pueden seguro estar en los debates musulmanes más innovadores porque el feminismo islámico esta en la cúspide de los debates, porque, a menudo, lo que se nos plantea con la gente que se convierte al Islam en esta época es por situaciones geopolíticas dolorosas. Hay gente que a menudo se posiciona en los modos más conservadores de una tradición. En mi opinión, lo que esto refleja es una profunda inseguridad. Lo que yo he visto aquí me alienta porque plantea una especie de comodidad con el Islam, la comodidad de traer nuestras inquietudes más profundas a esta tradición. La organización del congreso es extraordinaria. Se ha reunido un gran número de mujeres de muy diversos contextos y se han mantenido conversaciones muy profundas. Me ha encantado el nivel de estimulación intelectual, activismo social, pasión, compromisos espirituales profundos. Creo que es un marco espectacular. Con esas conversaciones globales que se han planteado acerca diferentes escenarios y pienso que eso va a enriquecer el trabajo intelectual de todo el mundo y el trabajo de estos activistas. No solo es importante para España, también lo es para todo el mundo. Creo que es un trabajo increible y, por supuesto, la cultura española es preciosa, estoy convencida de que yo fui española en otra vida porque me siento realmente cómoda en esta cultura. Lo mejor es que yo hablo muy deprisa y los españoles también, ¡me encanta! Me siento como en casa.
Muchas gracias y bienvenida a España.
Gracias, gracias, es un auténtico placer. Muchas gracias.
(foto de Sa’diyya Shaikh extraida de www.wisemuslimwomen.org)
Islam en Murcia, 24.04.11
El 23 de octubre de 2010 entrevistamos a Sa’diyya Shaikh, profesora titular de Estudios Islámicos y Teoría Feminista en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), que fue ponente en el IV Congreso de Feminismo Islámico celebrado en Madrid.
La investigación de la Dr. Sa’diyya Shaikh se centra en el área de Estudios Islámicos, con un doble objetivo en el sufismo y el feminismo. Ha publicado diversos escritos sobre las cuestiones de las mujeres musulmanas y la violencia de género, los enfoques feministas del hadiz y la exégesis coránica, la anticoncepción y el aborto en el Islam; reflexiones teóricas sobre el Islam y el feminismo; el sufismo, el género y la ley islámica, etc.
Actualmente está completando un manuscrito sobre el género y la sexualidad basado en la obra del pensador sufí del siglo XIII, Ibn Arabi (Murcia 1165 - Damasco 1240). En colaboración con el Departamento de Psicología de la Universidad de Stellenbosch y la ONG, “Positive Muslims”, la Dra. Shaikh ha iniciado y está co-dirigiendo un proyecto de investigación que se centra en la sexualidad, el matrimonio, el VIH / SIDA y las opciones reproductivas entre las mujeres musulmanas de Sudáfrica.
"Ibn Arabi, género y la gran yihad" fue el título de su conferencia. Y esta fue la entrevista de Paulino Ros a Sa'diyya Shaikh, traducida por Encarna Soria Labaña:
En primer lugar me gustaría saber cuáles eran las ideas principales que Ibn Arabi tenía sobre las mujeres en el Islam.
Es muy difícil hacer un resumen porque Ibn Arabi es, por supuesto, un pensador muy complejo y sofisticado. Pero creo que lo que más me atrajo al compromiso con Ibn Arabi es que él nos muestra algunas de las interpretaciones más profundas de lo que significa ser un ser humano. Creo que resalta uno de los potenciales espirituales más profundos en su cosmología (sobre lo que significa ser un ser humano). En base a esto le da sentido a lo que signifíca el concepto de género. Es una noción fundamental sobre lo que en realidad los seres humanos son existencialmente hablando, cuál es su propósito en la vida. Y una vez alcanzado este punto, Ibn Arabi habla sobre lo que significa ser hombre y mujer. Lo sorprendente en Ibn Arabi es que, a pesar de la gran admiración que le tengo, es un hombre que vivió en el siglo XIII, bueno, ente el XII y el XIII. Y por tanto, actúa en concordancia con su tiempo, habla la lengua de aquel momento, como todo ser humano -todos hablamos la lengua de nuestra época-. Nosotros hablamos del feminismo porque vivimos en el siglo XXI, el habló sobre otras cosas porque vivió en otro tiempo. Pero creo que lo particularmente extraordinario sobre él es que habló mucho sobre cuáles eran los medios para entender el género, y los transformó, habló la lengua que se hablaba y mientras él mismo hablaba.... Déjemos que ponga un ejemplo porque si no, esto es muy abstracto. El caso del cuento de Adán y Eva ..... en el que se habla mucho de un feminismo que no tiene nada que ver con la concepción actual.[...] es parte del análisis tradicional en el Islam. Por tanto, si Ibn Arabi habla así, él no menciona, ella no está en el trono -como nosotros lo hacemos en la actualidad- no está en el trono...
Pero Ibn Arabi era un hombre del siglo XIII y esa era la lengua y el contexto. Coge ... y lo transforma. Trabaja con ello. Él no dice que no exista, lo transforma en algo que extremadamente romántico pero, en realidad, como feminista, muy ¿patriótico? Lo ves y te entusiasmas, es muy interesante, precioso. Cuando lo miras, él ... se convierte... En esa transformación ella es un carácter secundario, pero se convierte en lo que es Adán. Ibn Arabí trabaja con eso..... Ibn Arabí trabaja con un mito en particular para más tarde transformarlo: Eva nace de Adán. Sin embargo, en caso de María y Jesús, se trata de un hombre que nace de una mujer en la tradición musulmana. Se nos presenta el caso de Adán y Eva, una mujer que viene de un hombre, Jesús es un hombre que viene de una mujer. Así que tenemos dos modelos de creación. Venimos del hombre y de la mujer de la misma manera. Lo que estoy intentando demostrar con este ejemplo es que Ibn Arabí se hace eco de la idea dominante y la transforma y después la subvierte. Y luego vuelve a aparecer con esta noción.
Bueno, en realidad, mientras él está hablando de las nociones de género en los mitos del momento, las está transformando todo el tiempo. Este enfoque es muy místico. Creo que mezcla comienzos de esta idea particular para pensar sobre el género... Es un trabajo impresionante. Él habla su lengua, la transforma y desarrolla formas de pensar sobre la misma idea en términos muy diferentes de género. Creo que eso es muy profundo, está trabajando en la comunidad que está trabajando con el mismo mito. No se puede decir que ese mito no existe, pero se puede transformar para que no vuelva a significar lo que era. Así que esa es una de las cosas que creo hizo muy bien.
Otro aspecto que trata muy bien y que creo que es vital para el feminismo en la actualidad es que las mujeres tienen la misma capacidad espiritual que los hombres. Los musulmanes no tienen ningún problema con esta concepción, ni siquiera aquellos que son más conservadores. Los problemas aparecen cuando esto se traduce a lo social, ahí es cuando dicen, no no, somos diferentes. Pero Ibn Arabi aporta un matiz muy sofisticado y un giro crítico. Utiliza estas nociones de cualidad espiritual. Ibn Arabi afirma que una mujer puede ser un lider en las congregaciones de Salat. Ibn Arabí sabe que hay grupos que no están de acuerdo con su planteamiento pero él afirma que una mujer puede afrontar papeles de mujer y de hombre dentro de las congregaciones, e insiste en que la razón es que hombres y mujeres tienen el mismo acceso a lo espiritual; espiritualmente ambos pueden estar al mismo nivel y por tanto, se unen. Al debatir diferentes aspectos sociales, une lo espiritual con lo social. Y creo que eso es vital, pues algunas ideas sufis plantean que esto no tiene repercusiones políticas y, por supuesto que las tiene porque la integridad de la vida de las personas es espiritual y social y necesitan [las personas] traducir estas ideas a la práctica social y creo que es muy valioso que las mujeres tengan esa unión... Creo que lo realmente importante son los enlaces que crea y la forma en la que los crea, son muy fructíferos.
Uno de los principales problemas que tienen las mujeres musulmanas en España y en otros países está relacionado con la vestimenta. ¿Qué dijo Ibn Arabi sobre hijab, niqab, burka?
Cuando contestamos esta pregunta nos daremos cuenta...yo estoy bastante segura de que las mujeres en el contexto islámico de aquel momento se vestían con lo que ahora llamamos hijab, esas eran las normas de aquel momento y ese era el número de mujeres que vestía así. Pero él dijo algo muy interesante. De igual modo que las mujeres occidentales que no llevan hijab forman parte del contexto, aquí es básicamente un factor cultural el que determina cómo yo voy vestida, es decir, yo no llevo hijab, soy sudafricana, llevo vaqueros, zapatos italianos, ya sabes, es producto de la cultura. Estoy segura de que las mujeres en el contexto de Ibn Arabi se cubrían. Pero Ibn Arabi dice algo muy interesante. Habla sobre el concepto de aura, ya sabe el concepto de cubrir el aura. Él mezcla un caso muy interesante del que hablé en mi ponencia. Para algunas personas, el aura cubre todo el cuerpo excepto los pies, pero para él y para algunos más son solo los genitales. Para hombres y mujeres el aura solo cubre los genitales. Porque muchos creencias tienen como premisas lo que debe cubrirse, qué parte del cuerpo está desnudo. Él no está hablando directamente del hijab. Él habla de esta suposición que acabo de mencionar. Él dice que son los genitales. Cuando Adán y Eva infringen las normas, las hojas cubrían su aura y eran sus genitales. Los dos tenían que cubrir su aura. Por lo tanto, lo que realmente constituye el aura son los genitales. Y él dice, si a las mujeres se les pide que cubran más que eso, es por una cuestión de ser pudoroso. Lo que Ibn Arabí dice es que dentro del nivel más profundo de lo que debe ser ontológicamente cubierto, el nivel para hombres y mujeres es el mismo. Además dice, de una forma muy inteligente, que si tienen que cubrirse especialmente más es debido a los requisitos de ser pudorosas -según mi interpretación, otra gente puede verlo de una forma diferente-. Pero desde mi propia interpretación, los requisitos de pudor son determinantes. Por lo que el pudor queda definido en cada sociedad. Yo pienso en mí misma. Para mí el hijab es muy importante, pero la concepción de lo que representa el hijab creo que varía. Para mí, por ejemplo, una persona necesita pensar cuál es el concepto de hijab. Y creo que el concepto amplica a hombres y mujeres. Se trata del pudor de la apariencia física de una persona. Se basa en el hecho de que cuando conoces a alguien por primera vez lo que no quieres conocer es "un trozo de carne", ya sea un hombre o una mujer. A quien quieres conocer es a un ser humano con el que crear unos determinados vínculos y lo primero con lo que te vinculas no es solo el cuerpo. Creo que es concepto feminista importante. El feminismo ha luchado durante años para que a las mujeres no se las trate como objetos y el hijab proporciona un modo de no ser objetivizadas.
La segunda cuestión trata sobre la mirada y bajar la mirada y es un requisito que se le exige a mujeres y hombres. El concepto de hijab se refiere a un pudor interno. Se fundamenta en el hecho de que cuando ves a alguien no lo miras directamente a los ojos, no buscas una rasgo físico en concreto en la persona. Creo que es un símbolo. Bajar la mirada significa no mirar fíjamente a la gente de una forma que la objetivice. No es algo literal, no se trata de no mirar a la gente a los ojos....
Por tanto, desde mi punto de vista, vestir con pudor es de lo que se trata con el hijab y en algunas culturas se hace cubriendo la cabeza. Esa es la representación de la cultura....En mi cultura yo considero eso como un registro de posibilidades que se negocian personalmente como elección individual, culturalmente según lo que es normativo, geográficamente dependiendo del tiempo de la zona, lo que es más cómodo llevar...Uno necesita pensar en el hijab como una categoría que va más allá y que habla sobre unas reglas éticas particulares de cómo hombres y mujeres se presentan a ellos mismos. Esa presentación no debería ser una presentación altamente sexual. Siempre pensamos en la estética. La belleza es parte del Islam. Creo que es bonito porque la belleza es parte de mi sensibilidad espiritual más alta, lo que es muy diferente de una presentación sexual.
Siempre le he dicho a mis estudiantes que el burka total y las minifaldas son los dos lados de una misma moneda. Ambos se refieren a una hipersexualidad.
Y para terminar la entrevista, ¿qué piensa sobre este congreso de feminismo islámico? Los debates, los aspectos que se han tratado estos tres días con muchas conversaciones, conferencias e ideologías.
Lo he descrito como alucinante, de verdad porque, en primer lugar, para mi es entusiasmante que haya una conferencia sobre feminismo islámico con 400 o 500 personas en la sala. No conozco ningún lugar del mundo que dé una conferencia así con tantos participantes. Y otro factor que me entusiasma es el hecho de que no todos los asistentes son musulmanes y aún así están interesados en estos debates. Creo que eso significa que hay un alto nivel de compromiso en el nivel social. Estoy muy contenta con el hecho de que los musulmanes españoles -que algunos de ellos se convirtieron en los últimos diez años o así- tienen tanta confianza en el Islam que en realidad pueden seguro estar en los debates musulmanes más innovadores porque el feminismo islámico esta en la cúspide de los debates, porque, a menudo, lo que se nos plantea con la gente que se convierte al Islam en esta época es por situaciones geopolíticas dolorosas. Hay gente que a menudo se posiciona en los modos más conservadores de una tradición. En mi opinión, lo que esto refleja es una profunda inseguridad. Lo que yo he visto aquí me alienta porque plantea una especie de comodidad con el Islam, la comodidad de traer nuestras inquietudes más profundas a esta tradición. La organización del congreso es extraordinaria. Se ha reunido un gran número de mujeres de muy diversos contextos y se han mantenido conversaciones muy profundas. Me ha encantado el nivel de estimulación intelectual, activismo social, pasión, compromisos espirituales profundos. Creo que es un marco espectacular. Con esas conversaciones globales que se han planteado acerca diferentes escenarios y pienso que eso va a enriquecer el trabajo intelectual de todo el mundo y el trabajo de estos activistas. No solo es importante para España, también lo es para todo el mundo. Creo que es un trabajo increible y, por supuesto, la cultura española es preciosa, estoy convencida de que yo fui española en otra vida porque me siento realmente cómoda en esta cultura. Lo mejor es que yo hablo muy deprisa y los españoles también, ¡me encanta! Me siento como en casa.
Muchas gracias y bienvenida a España.
Gracias, gracias, es un auténtico placer. Muchas gracias.
(foto de Sa’diyya Shaikh extraida de www.wisemuslimwomen.org)
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