(Jesús Bastante).- La historia del Islam en España vivió anoche uno de los hechos más relevantes en los últimos veinte años. Según ha podido saber en exclusiva Religión Digital, este sábado tuvo lugar una reunión en la calle Princesa, 80 de Madrid, y que se prolongó durante toda la tarde. En la misma, representantes de la inmensa mayoría de entidades islámicas con presencia en nuestro país acordaron la constitución del Consejo Islámico Español, nuevo organismo llamado a representar a todas las corrientes del mundo musulmán en nuestro país y que apuesta por la plena normalización del Islam en nuestro país, así como por una estructura plenamente democrática. Más de un millón y medio de musulmanes viven en España.
Se rompe así el bloqueo de la Comisión Islámica Española, enfrentada desde hace un par de años entre la mayoritaria Ucide y la minoritaria Feeri, copada por grupos excesivamente cercanos a Marruecos y que se oponía a la integración de nuevas entidades que han ido surgiendo a lo largo de los años. Ello provocó que el Gobierno paralizara las subvenciones a las instituciones islámicas, gestionadas a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia.
El futuro Consejo Islámico Español aglutinará a casi 800 de las 878 entidades musulmanas registradas en el Ministerio de Justicia. De ellas, medio millar pertenecen a la Ucide -dirigida por Riay Tatary, que continuará teniendo un papel primordial en la nueva entidad y cuya aceptación del nuevo organismo ha sido fundamental a la hora de alcanzar un acuerdo- y otras 302 que han surgido después de los Acuerdos suscritos entre el Estado Español y la Comisión Islámica Española y que no han entrado a formar parte de dicha institución. Así, sólo quedan fuera unas 76 instituciones, que todavía permanecen bajo el paraguas de FEERI.
Tras la firma de los nuevos estatutos -que obligan a una gestión democrática en el seno de las comunidades islámicas, y a una igualdad de representación de las mismas-, el Consejo islámico Español iniciará los trámites dirigidos a su legalización y posteriormente procederá a pedir al Ministerio de Justicia la extensión del Acuerdo de Cooperación de 1992 a la nueva entidad en las próximas semanas. No se trata, pues, de una reforma de los Acuerdos, sino del reconocimiento de derechos a las entidades legalmente registradas pero que, a causa del bloqueo, no formaban parte de ninguna de las dos entidades fundadoras de la Comisión Islámica.
Los gestores del acuerdo han sido una docena de federaciones. Entre ellas, Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), Consejo Islámico Superior de la Comunidad Valenciana (CISCOVA), Federación Musulmana de España (FEME), Federación Islámica para la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, Federación de Agrupaciones Islámicas por la Convivencia, Federación de Comunidades Musulmanas Africanas, Federación Islámica de Andalucía, Federación de Entidades Musulmanas de la Comunidad Valenciana (FEMCOVA), Federación Islámica de Cataluña (FIC) y Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE.
Para alcanzar este acuerdo, ha sido imprescindible la tarea de mediación -solicitada por las propias entidades islámicas- de la subdirección general de Relaciones con las Confesiones, dirigida por José María Contreras; y de la Fundación Pluralismo y Convivencia, cuyo máximo responsable es José Manuel López.
Durante meses, se han llevado a cabo reuniones discretas, que han concluido con la necesidad de enfocar el futuro del Islam en España desde una óptica inclusiva, y abandonando la tesis de un Islam extranjero y dependiente de otros países, como Marruecos o Arabia Saudí, que en la práctica impedían la plena inserción de los ciudadanos musulmanes residentes en España.
La tesis que finalmente se ha impuesto ha sido la defendida por el Ejecutivo socialista desde hace años: Musulmanes, católicos, protestantes, budistas, ateos... son ciudadanos, y en cuanto tales, tienen derechos y deberes.
La nueva institución solicitará de inmediato al Gobierno una ampliación de los Acuerdos de Cooperación suscritos entre el Estado y la Comisión Islámica Española en 1992, para dar cabido en los mismos a todas las entidades, presentes y futuras, que busquen una presencia en la sociedad española. Según explicaba a RD Amparo Sánchez, de Ciscova, el nuevo Consejo Islámico Español "supone un gran paso para apostar por la integración del Islam en la sociedad democrática española" y para "acabar con las desigualdades que impedían a muchas organizaciones islámicas una presencia normalizada".
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