El provocador reverendo Terry Jones —cuya quema de un ejemplar del Corán ha provocado una espiral de violencia en Afganistán con casi una treintena de víctimas mortales— ha indicado que estudia la posibilidad de «hacer un juicio» al profeta Mahoma en su congregación evangélica de Florida. No se trata de una amenaza en firme, pero sí una «sugerencia» con la que mantener viva la provocación. En una de sus farsas procesales de seis horas celebrada el pasado 20 de marzo, el libro sagrado de los musulmanes fue condenado a la hoguera «por múltiples crímenes contra la humanidad».
En la agenda del pastor Jones, que ahora canaliza sus actividades contra el islam a través de la organización «Resiste América», figura también celebrar durante este mes una protesta contra la «yihad» y la «sharia» (ley islámica). Esta movilización de Jones y sus seguidores tendrá lugar frente a la mayor mezquita de Estados Unidos, situada en la localidad de Dearborn, Michigan.
Ante las advertencias de que estos nuevos actos pueden tener adicionales y trágicas consecuencias, el reverendo insiste en no tener responsabilidad alguna en los sangrientos incidentes vinculados a sus provocaciones, con protestas que este martes han seguido en Kabul. Según las explicaciones de Jones, «nos parece una tragedia cada vez que alguien es asesinado, pero no es nuestra culpa: lo único que está claro es que existe un islam muy radical». A su juicio, «nos gustaría que el presidente de Estados Unidos no sólo condenase ese problema radical, sino que implicase a la ONU para que los responsables y los países musulmanes paguen por sus acciones».
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