La política holandesa de origen somalí reclama a las democracias occidentales firmeza contra el islamismo radical
Fuente: elcultural.es
Alberto OJEDA | Publicado el 18/04/2011 Foto: José Ayma.
Es curioso asistir a la rueda de prensa de presentación de un libro y que un par de guardaespaldas observen a los periodistas con discreta desconfianza. Es lo que ha ocurrido esta mañana en la sede del Círculo de Lectores en Madrid. El recelo lo despertaba la presencia de Ayaan Hirsi Ali, la feminista y política holandesa de origen somalí, amenazada de muerte por los integristas islámicos. Ha venido para hablar de su última obra, Nómada, una especie de memorias de su salto del mundo musulmán a Occidente.
"He sido nómada toda mi vida". Esa es la primera frase del libro. Y una verdad acreditada por su agitada biografía. Nació en Mogadiscio, en 1969. A los ocho años huyó a Arabia Saudí porque su padre, opositor contra la dictadura que oprimía al país, estaba en el punto de mira. Allí duraron poco: un año. Fueron expulsados y dieron con sus huesos en Etiopía. Luego llegaron a Kenia. A los 22 años su padre le ordenó que se casara con un pariente que vivía en Toronto, un completo desconocido para ella. Aprovechó la escala en Alemania para escapar: cogió un tren y se plantó en Holanda.
Su integración fue meteórica. Aprendió el neerlandés en cuatro días . apostató del Islam e inició su carrera política en las filas socialistas como defensora de los inmigrantes y de las mujeres. En 2003 acabó como diputada del parlamento nacional, pero ya encuadrada en el partido liberal holandés. En todo este tiempo fue desarrollando un discurso cada vez más crítico contra la teología islámica. Tenía a los radicales encendidos, sobre todo después de escribir el guión de Sumisión, película que rodó Teo Van Gogh y en la que retrataba las humillaciones que sufrían las mujeres sujetas a la sharia.
Firmar la cinta fue como firmar su sentencia de muerte. Van Gogh acabó asesinado, con un cuchillo clavado en el pecho. Y Hirsi Ali ahora tiene que vivir bajo continua vigilancia. Su caso resulta muy llamativo. Es una inmigrante que reclama a Europa ser más dura con los inmigrantes. "Occidente, sobre todo Europa, ha sido muy ambigua. Los que llegaban a ella tenían muy claro que gozaban de unos derechos pero las obligaciones, en cambio, eran exigidas de manera muy vaga", explica. Cree que "los partidos establecidos" deben ser más severos. Precisamente para que los "partidos populistas" no aprovechen el descontento, como ha ocurrido en Finlandia con la ultraderecha, que ha salido vencedora en las elecciones de ayer.
"No podemos ser ingenuos. Islam y democracia son incompatibles. El Islam es una teología que rige todos los aspectos de la vida: las costumbres sociales, la casa, el vecindario, el país, es una receta que sirve para todo", advierte. "Es muy complicado que evolucione hacia valores democráticos". Por eso rechaza el multiculturalismo (celebra que Cameron, Sarkozy y Merkel lo den por muerto) y demanda firmeza a los políticos continentales. "La economía de Europa está en crisis pero no sus principios ilustrados y su respeto a los derechos humanos. Prohibir los minaretes como en Suiza o el burka, como se ha hecho en Francia, es simplemente intentos de solucionar puntos concretos de un problema global, el del choque entre dos culturas, una democrática y otra teocrática".
EL LEGADO ROMANO DEL DERECHO COMO CORPUS DE RAZÓN FRENTE AL DERECHO TEOCRÁTICO JUDÍO COMO CORPUS DE LA SUPUESTA VOLUNTAD DIVINA, DEMARCAN EL ÁMBITO PÚBLICO Y PRIVADO QUE SEPARA LA IGLESIA DEL ESTADO LAICO. ES ANTICONSTITUCIONAL QUE EL TRIBUNAL SUPREMO DE ESPAÑA AVALE LA ESCLAVITUD QUE PRACTICAN LAS SECTAS RELIGIOSAS, AUNQUE LAS VICTIMAS OBLIGADOS POR SUS VOTOS HAYAN ACEPTADO TRABAJAR GRATUITAMENTE __ El fallo del Tribunal Supremo a favor del Opus Dei, no solo avala la esclavitud de los religiosos sino que permite que la Iglesia se apropie de los honorarios que el Estado paga a los religiosos y del fruto del trabajo esclavo, evidencia el poder de la Iglesia sobre el Estado y la Justicia española __ La resiente negativa de los esclavistas del Opus Dei, a indemnizar de acuerdo a la ley otorgando un fondo de retiro y una pensión vitalicia a la profesionista que durante 28 años trabajó gratuitamente para la secta multimillonaria: es una constante que no deja lugar a duda que la Doctrina Social de la Iglesia, el respeto a los derechos humanos y dignidad de las personas que dice defender la Iglesia, solo son palabras huecas en boca de mercaderes de la fe, que no practican lo que predican. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD
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