Fuente: laopiniondemurcia.es
El embajador en España, que pronunció una charla en Cartagena, cree que los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes son puntuales.
La situación en Egipto está controlada y el país camina con paso firme hacia su transición democrática. Esta es al menos la sensación que quiso transmitir ayer en Cartagena el embajador del país norteafricano, Ayman Abdulsamie, donde pronunció una charla incluida en el ciclo sobre Oriente Medio organizado por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Asamblea Regional.
Y es que la revuelta popular que hace un mes acabó con los treinta años de gobierno de Hosni Mubarak ha sido en Egipto mucho menos cruenta que lo que está siendo en Libia. Así, según el embajador, cuatrocientas personas en total perdieron la vida durante la revolución.
Según Abdulsamie, que contó con la asistencia de una intérprete de inglés ya que no habla español, asegura que, pese a que en general se puede considerar la situación en el país como positiva, «hay gente que quiere aprovecharse» de la misma, lo que ha provocado enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en el sur del país. El conflicto se produjo cuando un grupo de cristianos coptos se manifestó el martes para protestar por la quema de una iglesia, lo que acabó con un enfrentamiento con un grupo musulmán que se saldó con trece muertos y 150 heridos.
Abdulsamie, que afirmó que las demandas del pueblo egipcio son «un gobierno democrático, justicia social y un futuro digno para los jóvenes», considera que lo más importante es que Egipto está logrando reconstruirse por sí mismo sin que haya sido necesaria la intervención de la comunidad internacional. Aún así, expresó el agradecimiento de los ciudadanos del país árabe por las muestras de apoyo que ha recibido de los ciudadanos de países occidentales durante la revolución.
Respecto al futuro del país, que en la actualidad está gobernado de forma transitoria por un consejo militar, el diplomático señaló que está previsto que todo vuelva a la normalidad en los próximos seis meses. Durante ese tiempo «tienen que suceder tres cosas –apuntó Abdulsamie–, «la celebración de un referéndum para una nueva Constitución, las elecciones presidenciales y la constitución del Parlamento».
Respecto a los expolios del patrimonio arqueológico que se podrían haber producido en Egipto durante las revueltas, el embajador señaló que en realidad se han robado pocas piezas, la mayoría de ellas recuperadas, pero que las más importantes se encuentran a salvo y fuera de peligro.
El embajador en España, que pronunció una charla en Cartagena, cree que los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes son puntuales.
La situación en Egipto está controlada y el país camina con paso firme hacia su transición democrática. Esta es al menos la sensación que quiso transmitir ayer en Cartagena el embajador del país norteafricano, Ayman Abdulsamie, donde pronunció una charla incluida en el ciclo sobre Oriente Medio organizado por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y la Asamblea Regional.
Y es que la revuelta popular que hace un mes acabó con los treinta años de gobierno de Hosni Mubarak ha sido en Egipto mucho menos cruenta que lo que está siendo en Libia. Así, según el embajador, cuatrocientas personas en total perdieron la vida durante la revolución.
Según Abdulsamie, que contó con la asistencia de una intérprete de inglés ya que no habla español, asegura que, pese a que en general se puede considerar la situación en el país como positiva, «hay gente que quiere aprovecharse» de la misma, lo que ha provocado enfrentamientos entre cristianos y musulmanes en el sur del país. El conflicto se produjo cuando un grupo de cristianos coptos se manifestó el martes para protestar por la quema de una iglesia, lo que acabó con un enfrentamiento con un grupo musulmán que se saldó con trece muertos y 150 heridos.
Abdulsamie, que afirmó que las demandas del pueblo egipcio son «un gobierno democrático, justicia social y un futuro digno para los jóvenes», considera que lo más importante es que Egipto está logrando reconstruirse por sí mismo sin que haya sido necesaria la intervención de la comunidad internacional. Aún así, expresó el agradecimiento de los ciudadanos del país árabe por las muestras de apoyo que ha recibido de los ciudadanos de países occidentales durante la revolución.
Respecto al futuro del país, que en la actualidad está gobernado de forma transitoria por un consejo militar, el diplomático señaló que está previsto que todo vuelva a la normalidad en los próximos seis meses. Durante ese tiempo «tienen que suceder tres cosas –apuntó Abdulsamie–, «la celebración de un referéndum para una nueva Constitución, las elecciones presidenciales y la constitución del Parlamento».
Respecto a los expolios del patrimonio arqueológico que se podrían haber producido en Egipto durante las revueltas, el embajador señaló que en realidad se han robado pocas piezas, la mayoría de ellas recuperadas, pero que las más importantes se encuentran a salvo y fuera de peligro.
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