Los islamistas marroquíes exigen cambios en su país

ABC / RABAT
08/02/2011

El grupo islamista proscrito Justicia y Caridad, la mayor fuerza de oposición en Marruecos, afirmó ayer que la «autocracia» será barrida del país, a menos que se lleve a cabo una reforma democrática profunda.

De este grupo, de inspiración sufí, se calcula que cuenta con unos 200.000 miembros, la mayoría de los cuales son estudiantes universitarios. Su actividad se centra principalmente en los barrios pobres de algunas ciudades. Excluido de la vida política, el objetivo declarado de Justicia y Caridad es lograr una transición pacífica hacia un sistema político inspirado en el islam.

En un comunicado publicado en su página «web», Justicia y Caridad afirmó que los disturbios en Egipto y Túnez no permiten «distorsiones» ni «falsas promesas». La brecha entre gobernantes y gobernados se ha ampliado y la confianza se pierde. «La solución es o una reforma democrática profunda y urgente que termine con la autocracia y responda a las necesidades y peticiones del pueblo, o que la gente tome la iniciativa e irrumpa pacíficamente para barrer la autocracia». Un grupo de Facebook ha reunido a cientos de seguidores para que el 20 de febrero se den cita en una protesta que pretende restaurar «la dignidad del pueblo marroquí y presionar para que se consiga la reforma democrática y constitucional, además de la disolución del Parlamento».

Las autoridades marroquíes no quisieron comentar esta declaración a Reuters. El Gobierno de Rabat sostiene que Marruecos está «irreversiblemente comprometido» con la democracia y que los esfuerzos para aliviar la pobreza y crear puestos de trabajo han avanzado bajo la tutela del Rey.

La televisión marroquí, controlada por el régimen, ha informado con contención acerca de las revueltas en Egipto y Túnez, pero muchos cafés han podido sintonizar con el canal por satélite qatarí Al Yasira, que ha cubierto ampliamente los levantamientos en tiempo real.

En la foto de Aujourdhui Le Maroc vemos a los lideres de Justicia y Caridad, el Cheikh Abdessalam Yassine y su hija Nadia Yassine.

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