Fuente: europapress.es
Un grupo de presos españoles con tendencias xenófobas inició en el último mes una campaña de acoso a internos musulmanes en la cárcel Madrid III de Valdemoro. El líder del grupo llegó a acuchillar en el cuello y en la cara a uno de los presos de religión islámica. «¡A por ellos, vamos a matarlos a todos!», gritaba un preso español el pasado 15 de enero mientras agredía a una de sus víctimas, según ha denunciado el sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP. Instituciones Penitenciarias niega que exista una campaña de acoso contra presos musulmanes y la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, afirmó que la seguridad de los presos está garantizada.
Desde el día 15, se han registrado varias peleas, amenazas y agresiones entre presos de tendencia xenófoba y otros musulmanes. El cabecilla del grupo llegó a acuchillar en el cuello y en la cara uno de los presos creyentes del Islam. Precisamente el pasado día 15, un español la emprendió a golpes con un preso musulmán, e instantes después otros cuatro compañeros se sumaron a la paliza. El preso golpeado requirió de atención hospitalaria.
Otros internos musulmanes acudieron en ayuda de su compañero y corrieron la misma suerte, según ACAIP. También tres de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital ante la imposibilidad de curarlos en la enfermería del centro. Este primer incidente derivó en una batalla campal en el patio de la prisión en la que se rompieron sillas y mesas, hasta que intervinieron los funcionarios de prisiones.
Pero la violencia continuó días después, cuando, a su salida de un período de aislamiento, uno de los cabecillas de las revueltas provocó un incidente de mayor gravedad. Según el sindicato, nada más salir al patio, sin mediar palabra y armado con un cuchillo carcelario, comenzó a apuñalar a otro interno musulmán. Las cuchilladas le provocaron heridas en la cara y en el cuello que fueron curadas en la enfermería del centro.
ACAIP ha indicado que este preso ya agredió en el pasado a otro interno, en esta ocasión un hombre de color y musulmán, en presencia del director del centro. En aquella ocasión, estuvo cerca de provocarle la pérdida de un ojo al clavarle un bolígrafo en la zona ocular. «De todos es conocido el odio que el cabecilla de este grupo tiene a los presos musulmanes; en abril de 2008 acuchilló a Said Chedadi, que cumplía condena por el atentado del 11 de septiembre en Nueva York», dice Acaip, que sostiene que la dirección del centro posee informes de funcionarios que advierten de «la peligrosidad que supone tener a ese grupo tan cerrado y compacto en un patio para el resto de internos que no piensen como ellos y son continuos los incidentes y las agresiones protagonizados por éstos».
Instituciones Penitenciarias, en cambio, ha negado que exista una campaña de acoso a internos musulmanes en Valdemoro. Prisiones indicó que hubo un incidente aislado el 15 de enero, cuando un grupo de cinco internos clasificados en primer grado, el más conflictivo de todos, agredió a otro preso musulmán. Tras ello, cada uno de los reos habría sido trasladado a otros centros penitenciarios.
Un grupo de presos españoles con tendencias xenófobas inició en el último mes una campaña de acoso a internos musulmanes en la cárcel Madrid III de Valdemoro. El líder del grupo llegó a acuchillar en el cuello y en la cara a uno de los presos de religión islámica. «¡A por ellos, vamos a matarlos a todos!», gritaba un preso español el pasado 15 de enero mientras agredía a una de sus víctimas, según ha denunciado el sindicato de funcionarios de prisiones ACAIP. Instituciones Penitenciarias niega que exista una campaña de acoso contra presos musulmanes y la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, afirmó que la seguridad de los presos está garantizada.
Desde el día 15, se han registrado varias peleas, amenazas y agresiones entre presos de tendencia xenófoba y otros musulmanes. El cabecilla del grupo llegó a acuchillar en el cuello y en la cara uno de los presos creyentes del Islam. Precisamente el pasado día 15, un español la emprendió a golpes con un preso musulmán, e instantes después otros cuatro compañeros se sumaron a la paliza. El preso golpeado requirió de atención hospitalaria.
Otros internos musulmanes acudieron en ayuda de su compañero y corrieron la misma suerte, según ACAIP. También tres de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital ante la imposibilidad de curarlos en la enfermería del centro. Este primer incidente derivó en una batalla campal en el patio de la prisión en la que se rompieron sillas y mesas, hasta que intervinieron los funcionarios de prisiones.
Pero la violencia continuó días después, cuando, a su salida de un período de aislamiento, uno de los cabecillas de las revueltas provocó un incidente de mayor gravedad. Según el sindicato, nada más salir al patio, sin mediar palabra y armado con un cuchillo carcelario, comenzó a apuñalar a otro interno musulmán. Las cuchilladas le provocaron heridas en la cara y en el cuello que fueron curadas en la enfermería del centro.
ACAIP ha indicado que este preso ya agredió en el pasado a otro interno, en esta ocasión un hombre de color y musulmán, en presencia del director del centro. En aquella ocasión, estuvo cerca de provocarle la pérdida de un ojo al clavarle un bolígrafo en la zona ocular. «De todos es conocido el odio que el cabecilla de este grupo tiene a los presos musulmanes; en abril de 2008 acuchilló a Said Chedadi, que cumplía condena por el atentado del 11 de septiembre en Nueva York», dice Acaip, que sostiene que la dirección del centro posee informes de funcionarios que advierten de «la peligrosidad que supone tener a ese grupo tan cerrado y compacto en un patio para el resto de internos que no piensen como ellos y son continuos los incidentes y las agresiones protagonizados por éstos».
Instituciones Penitenciarias, en cambio, ha negado que exista una campaña de acoso a internos musulmanes en Valdemoro. Prisiones indicó que hubo un incidente aislado el 15 de enero, cuando un grupo de cinco internos clasificados en primer grado, el más conflictivo de todos, agredió a otro preso musulmán. Tras ello, cada uno de los reos habría sido trasladado a otros centros penitenciarios.
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