Navidades musulmanas

Fuente: WebIslam (http://www.webislam.com/?idt=18111)

La mayoría de los musulmanes en España no celebran la Navidad como fiesta religiosa. Siendo de origen inmigrante, no sienten una vinculación con muchos de sus símbolos y rituales. Además, existe un rechazo por parte de algunos sectores a celebrar el nacimiento de Jesús (paz y bendiciones), comprensible si se tiene en cuenta que el islam considera que el adorar a Jesús como Dios es una forma de shirk (asociar algo creado a la divinidad). De hecho, hay muchos musulmanes que rechazan incluso la celebración del nacimiento del Profeta Muhámmad (paz y bendiciones), por considerarlo una innovación nociva. Además, todos sabemos que la Navidad ha perdido en gran medida su carácter religioso y se ha convertido en una fiesta para comerciantes y fabricantes de juguetes.

Y sin embargo, es interesante saber que en muchos países de población musulmana el día de Navidad es considerado fiesta nacional, en honor al nacimiento de Jesús. Entre estos, podemos citar a Bangla Desh, Egipto, Senegal, Nigeria, Indonesia, Líbano, Malasia… Con lo cual queda claro que millones de musulmanes en el mundo celebran la Navidad. Esto incluye en muchas ocasiones el poner un árbol de Navidad o la creciente aceptación de figuras como el Papá Noel. Un viajero puede sorprenderse al ver determinadas plazas de El Cairo iluminadas por el árbol navideño, lo cual es comprensible por la presencia de varios millones de cristianos coptos.

Un caso aparte es el de los conversos al islam en occidente. Muchos de nosotros venimos de familias cristianas (sea por religión o meramente por cultura), y hemos celebrado la Navidad desde pequeños. Siendo así, es natural que sigamos con esta tradición, que nos une a nuestros seres más queridos. En mi caso, y aunque tanto mi mujer como yo o mis hijas somos musulmanes, en mi casa solemos poner el árbol cada Navidad, y acudimos cada año a celebrar las fiestas con otros familiares. Como musulmán nacido en un país mayoritariamente cristiano, considero esta práctica como un modo de honrar a mis antepasados. No me he convertido al islam en contra del cristianismo, sino para seguir creciendo y avanzando en el camino del encuentro.

Jesús, hijo de María

Para un musulmán, esta celebración tendría unas connotaciones diferentes que para un cristiano. En el islam, Jesús es considerado como un Mensajero del Dios Único, ocupando un lugar muy especial en el ciclo de la profecía, siendo considerado como el Logos. En el Corán se nos dice que Jesús fue un enviado de Dios. Nació de la virgen María, sin intervención de un padre, a través del soplo de Gabriel, habló en la cuna, devolvió la vista a los ciegos, tenía el don de dar vida a la materia muerta, no fue sacrificado en la cruz, sino elevado junto a Dios.

La sabiduría representada por Jesús no es una sabiduría humana. Él es una manifestación del Logos, el Verbo primigenio. Se trata del milagro de la Palabra liberada de la idolatría de las formas. El Jesús de nuestro ser nos enseña que la sabiduría sagrada es interior a cada ser humano, que no necesitamos pasar por el filtro de ninguna institución para acceder a ella. En el marco del islam, el Jesús de nuestro ser nos enseña a acceder directamente a la revelación, sin mediaciones. Frente al islam institucionalizado, acceder al Jesús de nuestro ser implica tomar conciencia de que las llaves de nuestra liberación (de nuestra salvación) son interiores, y que accedemos a ellas al confiarnos enteramente a Dios y al despertar al mundo como teofanía: Mires a donde mires, hallarás la Faz de Dios. Todo en la Creación es signo de Al-lâh, y Al-lâh guía a quien quiere.

No podemos acceder a la Sabiduría inspirada y sanadora de Jesús sin realizar en nosotros mismos la experiencia de María, sin ver (o por lo menos presentir) el rostro materno de Dios. Realizar la experiencia de María pasa por recuperar nuestra feminidad sagrada, la pura receptividad de un alma que se ha vaciado de todo lo superfluo y se presenta enteramente despojada ante su Señor. Quien ha realizado la experiencia de María se ha fusionado con el alma mater. Ha abierto sus entrañas a la revelación, al agua que cae para fecundar la tierra y hacer brotar de ellas jardines interiores. Ha sido fertilizada por el soplo de Gabriel y ha parido al niño divino, al ser de luz que hay en su seno.

Ese y no otro es el motivo por el cual me siento comprometido con el feminismo islámico, como recuperación del equilibrio espiritual entre lo masculino y lo femenino en el seno del islam, insha Al-lâh. Pues estoy convencido de que el mejor modo de vivir el islam en occidente es a través de la sabiduría crística y mariana. No en vano, el Profeta Muhámmad (paz y bendiciones) dejo dicho que de todas las criaturas creadas desde Adán, Jesús era el más cercano a él. Él también tuvo que realizar la experiencia de María, penetró en las entrañas de la tierra para poder recibir la triple visita de Gabriel. Sin maestros, sin la mediación de ninguna institución. Sin otro camino que la plena confianza en Dios, sin otro instrumento que el recuerdo.

¡Feliz Navidad a todos los seres humanos de buena voluntad!

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