Musulmana inicia campaña a través de Facebook



Fuente: Radio Nederland, 24.11.10

Fotos: Vrij Nederland

Se ha quitado el velo. Semra Çelebi, una mujer de origen turco, considera que ya no es necesario para ser una buena musulmana. No fue fácil llegar a esa decisión. Hace poco, Çelebi abrió una página en Facebook: ‘I took off my Hijab’ (Me quité el Hijab).

Todavía están prolijamente doblados en el ropero de su casa paterna. Semra Çelebi conservó todos los velos islámicos que solía llevar. Y no tiene ninguna intención de deshacerse de ellos. Son parte de su pasado y ya no determinan su identidad presente. Ahora, Semra reside en Amsterdam y se siente como un punto en el mapa, anónimo y libre.

Semra es una niña de diez años cuando comienza a llevar el velo islámico, a ejemplo de su hermana menor que concurre a un instituto de enseñanza islámico. Semra atiende una escuela cristiana en el pueblo holandés de Barneveld. Su padre, proveniente de una familia tradicional turca, concede mucha importancia al velo. Para Semra es difícil acostumbrarse.

“Me sentía incómoda porque no sabía cómo iban a reaccionar mis amigos. Recuerdo que mis amigas tuvieron que arrastrarme a la clase porque no me atrevía a ingresar. Pero simplemente me aceptaron. Cuando estaba cansada de jugar afuera, me quitaba el velo.”

“Paño de cocina”
En algunas ocasiones recibía reacciones negativas por el velo. ‘Paño de cocina’ la llamó alguien una vez. Pero no le hace mella. Sí recuerda como doloroso el momento en que presentó su solicitud para trabajar en una fábrica de juguetes. El propietario le niega el empleo porque ‘no podía hacerle eso a los clientes, de confrontarlos con el velo’.

Para Semra, llevar el velo va adquiriendo mayor significado y se constituye gradualmente en una parte de su identidad religiosa. Después de todo, a Dios no le gusta que las mujeres se muestren sexualmente atractivas. En debates defiende enfáticamente el uso del velo islámico. Tiene una retórica fluida y despierta la atención.

Giro radical
Pero entonces se produce un giro radical. Semra comienza a estudiar Derecho en la Universidad de Utrecht. Siguen pasantías en Sheffield, Nueva York y Bruselas. Alejada del pequeño y conocido ambiente de su pueblo, Semra comienza a dudar. Después de la lectura de diversos libros, decide quitarse el velo.

“Ya no armonizaba con la manera en que yo pretendía dar contenido a mi religión. No creo que sea necesario para ser una buena musulmana. Me llevó medio año antes de poder tomar la decisión. Fue muy difícil. No es simplemente un trozo de paño. Es una identidad que uno ha llevado consigo durante dieciséis años. Y temía las reacciones del entorno.”

Apoyo
Ahora lleva ya tres años sin el velo, y nuevamente le toca a Semra defender su identidad, en este caso, la de una musulmana sin velo. Su padre no está complacido con la decisión. De la comunidad le llegaron reacciones negativas. Pero Semra no retrocede. Hace poco abrió una página en Facebook para apoyar a las mujeres que quieren quitarse el velo.

En tres semanas se habían anunciado unas cien personas. Algunas jóvenes escriben que, al igual que Semra, temen por las reacciones de la comunidad. Un padre se negó a ver a su hija durante varios meses luego de que ésta se quitara el velo. De todos modos, Semra señala que su página de Facebook no tiene la intención de incitar a las jóvenes a seguir su ejemplo.

“Se trata de poder hacer tus propias elecciones, lo que no siempre resulta fácil. Para mí era la cuestión del velo. Pero también puede tratarse de otra cosa. Un colega me contó que su suegro lo ignoró durante cinco años, por convivir con la hija sin estar casados. Ese era su propio velo.”

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