Profesores universitarios de toda España abordan desde ayer en el campus de La Merced cómo combatir la amenaza del terrorismo islamista. Las jornadas, tituladas 'Yihad, Derecho Internacional y Alianza de Civilizaciones', están dirigidas por el catedrático de la UMU Cesáreo Gutiérrez (en la foto), que advierte de la necesidad de evitar el riesgo «evidente» de radicalización de los musulmanes que viven en la Región con «sentido común» y «mucha didáctica».
- ¿La respuesta que EE UU, Europa y España están dando al terrorismo internacional es la adecuada?
- En estos momentos los estados están intentado que sus reacciones sean las más adecuadas y conformes al Derecho Internacional. No siempre se consigue, pero ésa es, en mi opinión, la tendencia hoy vigente.
- ¿La situación ha cambiado por tanto con respecto a la era Bush?
- Como consecuencia de un atentado terrorista brutal -el del 11 de septiembre de 2001- parte de la comunidad internacional reaccionó quizá con excesiva dureza. Para luchar contra la ilegalidad lo mejor es ser muy firmes pero dentro de la legalidad. En mi opinión, la tendencia que abanderó EE UU con la administración anterior [de George W. Bush], ya no es la que sostiene la administración actual [de Barack Obama]. De algún modo, la lucha contra el terrorismo se ha reconducido por un mejor camino.
- Hablamos de la guerra de Irak o de la cárcel de Guantánamo.
- A eso me refiero, son respuestas que perjudican más que benefician a la lucha contra el terrorismo, porque alimentan los odios, incrementan los pretendidos motivos que creen tener los terroristas.
- ¿La Alianza de Civilizaciones, de la que también se va a hablar en las jornadas, es una respuesta adecuada al terrorismo internacional?
- Es un proceso que inició el Gobierno español y al que se sumó el Gobierno de Turquía, y que pretende que entre la civilización islámica y la civilización occidental haya puentes, pautas de entendimiento. La Alianza de Civilizaciones es algo que no es malo, pero sus resultados se verán a muy largo plazo si el proceso continúa, porque pretende educar las mentes y los espíritus en ambas civilizaciones para que se entienda que es mejor una relación armónica, de convivencia, que una relación bélica, hostil. Hablar de un mecanismo realmente eficaz hoy en la lucha contra el terrorismo internacional es quizá excesivo.
- ¿No hay forma de parar esta espiral de terrorismo, que parece imparable?
- Es difícil. El fenómeno terrorista es fruto de una interpretación particular del Islam que probablemente no es la mayoritaria, aunque sí cuenta con una base social amplia. Lo importante para Occidente es propiciar que el Islam más moderado, más razonable -que existe- sea el que consiga imponerse en la base social tan amplia de la comunidad musulmana. No es fácil, pero en esa línea es en la que hay que trabajar.
- ¿También hay que trabajar en esa línea en la Región? ¿Existe un riesgo de radicalización de los inmigrantes musulmanes por los problemas de integración?
- Es evidente que es un riesgo. Pero se puede combatir con el Derecho y con la buena voluntad. Hay que respetar los derechos y libertades de estas personas como se respetan los nuestros, y hay que permitir que mantengan su manera de ver la vida y sus tradiciones siempre y cuando sean justas. Pero ellos deben comprender también que hay una serie de líneas rojas que no pueden ser abandonadas por parte de un Estado que quiera ser fiel a su propia esencia. Se trata de mantener hacia esas personas una oferta de relación de amistad siempre y cuando ellos manifiesten las mismas actitudes hacia nosotros.
- ¿Hay una islamofobia creciente?
- Hay que entender que no todo lo musulmán es terrorista. Se necesita hacer mucha didáctica. Hay sectores que posiblemente son mayoritarios en la sociedad musulmana que pretenden mantener relaciones de concordia con el resto del mundo. Hay que apoyarles, mientras se combate al Islam terrorista.
ISLAMISMO Y JUDAÍSMO SON AFLUENTES DE LA MISMA LETRINA QUE IMPONE POR LA FUERZA LO QUE NO ACEPTA LA RAZÓN. Y para derrotarlos solo es necesario actualizar el cristianismo de tal modo que se pueda vivir y practicar, no en y desde lo religioso y lo sagrado, sino en y desde el humanismo secular laico, la pluralidad y el sincretismo. Enmarcándolo en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizada por la sabiduría védica, instruida por Buda e ilustrada por Cristo; la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las conclusiones comparables de la ciencia: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Sincretismo religioso expresado por Raimon Panikkar fruto de sus frecuentes viajes a la India: «Me marché cristiano, me descubrí hindú y regresé budista, sin haber dejado de ser cristiano». http://www.scribd.com/doc/42618497/Imperativos-Que-Justifican-y-Exigen-Urgentemente-Un-Nuevo-Enfoque-Del-Cristianismo
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