"Nos va a tocar a los valientes expulsar a los musulmanes de nuestro país", exclama Josep Anglada, líder del partido de ultraderecha Plataforma per Catalunya y candidato a la Generalitat, y las 300 personas que le escuchan en un hotel de Madrid rompen a aplaudir.
Él agita el dedo y alguien grita: "¡Y a los sudacas!". La xenofobia guió ayer el discurso de Anglada en la presentación de su libro, Sin mordaza y sin velo, en la que estuvo acompañado de lo más granado del panorama ultra de Madrid, desde el periodista de Intereconomía Enrique de Diego a Miguel Bernat, secretario general del sindicato Manos Limpias. Faltó Jesús Neira, cuya presencia estaba anunciada desde hace días.
"Ha tenido a última hora un problema familiar y está en Ferrol", aseguraron desde la organización. La ausencia bajó la expectación por el acto, al que acudieron varios programas de televisión. Ante la decepción, algunos de los presentes quisieron levantar los ánimos: "Pero viene el nieto de Blas Piñar".
"¡Un musulmán siempre será un musulmán!"
"Un moro por el simple hecho de hablar en nuestra lengua podría convertirse en catalán... Y yo digo que nada de eso, ¡que un musulmán siempre será un musulmán!", arengó un gesticulante Anglada.
"Aquí ya no cabe ni un solo inmigrante más, hay que expulsar de una vez por todas a todos los inmigrantes ilegales", aseveró. Su público le despidió al grito de "¡presidente, presidente!".
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