Fuente: larazon.es (19/9/2010)
Los integristas «Justicia y Caridad» tratan de comprar locales para fijar sedes en varias ciudades
Los grupos islamistas radicales tienen puestos sus ojos en lo que ellos consideran Al Andalus, España, como un objetivo necesario para la expansión de su integrismo en Europa. Poco a poco, estos grupos se introducen en nuestro país y se establecen cada vez con más miembros en muchas ciudades de España.
El último en dar señales de su ansia de asentamiento en nuestro territorio es el movimiento integrista posiblemente más importante de Marruecos, «Justicia y Caridad», en principio pacífico pero extremadamente radical. Según infomes de expertos antiterroristas a los que ha tenido acceso LA RAZÓN, este movimiento está intentado alquilar locales en la costa mediterránea para establecer sedes fijas desde las que trabajar en diversas ciudades. De hecho, en Tarragona ya lo han conseguido, con el alquiler de un local de 800 metros cuadrados que posiblemente tratarán de comprar más adelante.
Según esos informes, «Justicia y Caridad», de cuya presencia en España ya alertó el Gobierno marroquí hace cuatro años, mantuvo una reunión antes del verano en un local del Ayuntamiento de Armilla, en Granada, en la que insistieron en la necesidad de encontrar un local propio para realizar sus actividades. Por el momento, el movimiento no ha podido asentarse en más lugares por falta de fondos dado que, señalan los informes, no tienen acceso a subvenciones o financiación externa.
Mientras en España ese colectivo integrista organizaba reuniones, en Marruecos los servicios de seguridad detenían a siete mandos de «Justicia y Caridad» por su implicación en el secuestro y torturas de un co-adepto que quería dimitir por no estar convencido de su credo ni de la veracidad de sus principios.
El movimiento, según los informes de los expertos antiterroristas, ya tendría trece sedes en la Península y otras dos en Ceuta, aunque su objetivo final es adquirir locales propios desde los que tratar de difundir sus creencias. Los informes antiterroristas alertan de una actividad cada vez mayor de este grupo y de otras similares como la Salafia Yihadia, que ya ha protagonizado episodios de violencia.
Más procedentes del Sahel
Los informes a los que ha tenido acceso LA RAZÓN avisan de la cada vez más común diversificación del origen de estos grupos implantados en España. Además de los magrebíes, que son mayoría en nuestro país, se están dando cada vez más casos de grupos procedentes de países del Sahel, en donde opera Al Qaida en el Magreb Islámico, la misma organización que secuestró a los cooperantes y que ahora amenaza con atentar en España. Asimismo, la inteligencia ha recibido informaciones sobre la posible presencia en nuestro país de miembros de grupos terroristas del eje afgano-paquistaní, aunque su actividad estaría más centrada en aspectos logísticos o de financiación.
Los informes a los que ha accedido este periódico añaden, dentro de la actividad de grupos radicales salafistas, un apartado sobre otros movimientos como Tabligh Al Dawa y el Partido de la Liberación Islámica. Aunque del primero aseguran que está desarrollando una actividad normal en su expansión, del segundo sí establece vínculos, a través de diversos foros, con la comunidad global de Al Qaida.
Los expertos antiterroristas han detectado varios congresos de diversas ramas de movimientos radicales, tanto salafistas como sufistas, en Cataluña, en donde se produjeros tres casi consecutivos, Murcia y Ceuta. En esta ciudad, como en Melilla, estos grupos están cada vez más presentes.
Alerta
- El movimiento radical «Justicia y Caridad» (Al Adl ua al Ihsan) fue fundado en 1983 (aunque ese nombre lo tiene desde 1987) por Abdesalam Yasín. Es un movimiento socio-político radical con importante presencia en Marruecos, donde a pesar de ser ilegal es tolerado. Allí introduce su doctrina entre los más desfavorecidos mediante ayudas y propaganda contra el Gobierno marroquí.
- Rabat ya advirtió a Madrid hace años de la implantación de este movimiento radical en España. Su presencia es especialmente significativa en la costa de Levante, sobre todo en Cataluña y Murcia, donde trata de fijarse.
Los integristas «Justicia y Caridad» tratan de comprar locales para fijar sedes en varias ciudades
Los grupos islamistas radicales tienen puestos sus ojos en lo que ellos consideran Al Andalus, España, como un objetivo necesario para la expansión de su integrismo en Europa. Poco a poco, estos grupos se introducen en nuestro país y se establecen cada vez con más miembros en muchas ciudades de España.
El último en dar señales de su ansia de asentamiento en nuestro territorio es el movimiento integrista posiblemente más importante de Marruecos, «Justicia y Caridad», en principio pacífico pero extremadamente radical. Según infomes de expertos antiterroristas a los que ha tenido acceso LA RAZÓN, este movimiento está intentado alquilar locales en la costa mediterránea para establecer sedes fijas desde las que trabajar en diversas ciudades. De hecho, en Tarragona ya lo han conseguido, con el alquiler de un local de 800 metros cuadrados que posiblemente tratarán de comprar más adelante.
Según esos informes, «Justicia y Caridad», de cuya presencia en España ya alertó el Gobierno marroquí hace cuatro años, mantuvo una reunión antes del verano en un local del Ayuntamiento de Armilla, en Granada, en la que insistieron en la necesidad de encontrar un local propio para realizar sus actividades. Por el momento, el movimiento no ha podido asentarse en más lugares por falta de fondos dado que, señalan los informes, no tienen acceso a subvenciones o financiación externa.
Mientras en España ese colectivo integrista organizaba reuniones, en Marruecos los servicios de seguridad detenían a siete mandos de «Justicia y Caridad» por su implicación en el secuestro y torturas de un co-adepto que quería dimitir por no estar convencido de su credo ni de la veracidad de sus principios.
El movimiento, según los informes de los expertos antiterroristas, ya tendría trece sedes en la Península y otras dos en Ceuta, aunque su objetivo final es adquirir locales propios desde los que tratar de difundir sus creencias. Los informes antiterroristas alertan de una actividad cada vez mayor de este grupo y de otras similares como la Salafia Yihadia, que ya ha protagonizado episodios de violencia.
Más procedentes del Sahel
Los informes a los que ha tenido acceso LA RAZÓN avisan de la cada vez más común diversificación del origen de estos grupos implantados en España. Además de los magrebíes, que son mayoría en nuestro país, se están dando cada vez más casos de grupos procedentes de países del Sahel, en donde opera Al Qaida en el Magreb Islámico, la misma organización que secuestró a los cooperantes y que ahora amenaza con atentar en España. Asimismo, la inteligencia ha recibido informaciones sobre la posible presencia en nuestro país de miembros de grupos terroristas del eje afgano-paquistaní, aunque su actividad estaría más centrada en aspectos logísticos o de financiación.
Los informes a los que ha accedido este periódico añaden, dentro de la actividad de grupos radicales salafistas, un apartado sobre otros movimientos como Tabligh Al Dawa y el Partido de la Liberación Islámica. Aunque del primero aseguran que está desarrollando una actividad normal en su expansión, del segundo sí establece vínculos, a través de diversos foros, con la comunidad global de Al Qaida.
Los expertos antiterroristas han detectado varios congresos de diversas ramas de movimientos radicales, tanto salafistas como sufistas, en Cataluña, en donde se produjeros tres casi consecutivos, Murcia y Ceuta. En esta ciudad, como en Melilla, estos grupos están cada vez más presentes.
Alerta
- El movimiento radical «Justicia y Caridad» (Al Adl ua al Ihsan) fue fundado en 1983 (aunque ese nombre lo tiene desde 1987) por Abdesalam Yasín. Es un movimiento socio-político radical con importante presencia en Marruecos, donde a pesar de ser ilegal es tolerado. Allí introduce su doctrina entre los más desfavorecidos mediante ayudas y propaganda contra el Gobierno marroquí.
- Rabat ya advirtió a Madrid hace años de la implantación de este movimiento radical en España. Su presencia es especialmente significativa en la costa de Levante, sobre todo en Cataluña y Murcia, donde trata de fijarse.
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