Mientras crece el Crece el rechazo a las mezquitas en Estados Unidos, esta madrugada el presidente Barack Obama ha defendido que los musulmanes tienen derecho a construir un centro de rezo cerca de la zona cero de Nueva York.
Los principales opositores son grupos relacionados en su mayoría con el movimiento ultraconservador del Tea Party, contra la construcción de nuevas mezquitas y centros islámicos en cualquier parte de EEUU. Obama ha roto hoy su silencio entorno al tema y ha declarado durante una cena celebrada en la Casa Blanca con motivo del Ramadán que "como ciudadano y como presidente, creo que los musulmanes tienen el mismo derecho a practicar su religión como cualquier otra persona en este país. Eso incluye el derecho a construir un sitio de oración y un centro comunitario en propiedad privada en el Bajo Manhattan, de acuerdo con las leyes y ordenanzas locales".
Durante su discurso ante líderes de la comunidad musulmana en EEUU, Obama ha destacado la tolerancia religiosa como uno de los cimientos del país. "No debemos nunca olvidar a quienes perdimos de forma tan trágica el 11-S, y debemos siempre honrar a quienes han liderado nuestra respuesta a ese ataque", ha afirmado el presidente estadounidense.
Obama ha subrayado que los enemigos de EE UU no respetan la libertad de religión y la causa enarbolada por Al Qaeda -responsable de los atentados terroristas de 2001- "no es el islam, es una gran distorsión del islam". "Estos no son líderes religiosos, son terroristas que asesinan a hombres, mujeres y niños inocentes. De hecho, Al Qaeda ha asesinado a más musulmanes que gente de otras religiones, y esa lista de víctimas incluye a musulmanes inocentes que fueron asesinados el 11-S", ha señalado.
La organización Cordoba Initiative intenta construir en Nueva York, a dos manzanas de donde se erguían las Torres Gemelas antes del atentado terrorista de 2001. Sus oponentes intentaron, infructuosamente, que el Gobierno local protegiera el edificio que ahora ocupa el solar, construido hace 152 años. El centro cultural islámico valorado en 100 millones de dólares e incluirá un auditorio, piscina, gimnasio y la mezquita. De sortear todas las trabas actuales, la mezquita no abriría sus puertas al menos hasta 2014
El proyecto ha enfrentado en Nueva York a grupos que aseguran que la mezquita es una afrenta para las víctimas del 11-S y sus familiares con otros, entre los que están el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y varios grupos judíos que insisten en que envía un mensaje de tolerancia y coexistencia pacífica entre las distintas comunidades de fe.
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