Fuente: elimparcial.es (31/7/2010)
Derechos y libertades, asignatura pendiente
Marruecos ha sufrido cambios conómicos y sociales espectaculares desde que el rey Mohamed VI subiera al trono hace once años. El rey ha dado un discurso sobre su reinado y llama la atención que no haya hecho ninguna mención a España, ni a las relaciones bilaterales entre los dos países.
Hace once años que subió al trono alauita Mohamed VI y los cambios económicos y sociales son espectaculares en Marruecos. Los derechos humanos y las libertades democráticas de los ciudadanos en cambio siguen sufriendo de un aparato estatal omnipresente y defensor de sus privilegios conservadores.
El rey Mohamed VI ha hecho un balance en su discurso del Trono este viernes 30 de Julio. Los planes de desarrollo económico, de infraestructuras, de creación de nuevos polos de crecimiento regionales y de inversiones públicas, son cuantiosos y denotan la existencia de una élite planificadora cada día más eficiente. Los derechos y libertades por el contrario siguen mermando y bloquean el desarrollo democrático del país.
Mohamned VI lo ha reconocido implícitamente. En su discurso a la nación aseguró obrar "constantemente por arraigar el Estado de derecho, adoptar profundas reformas institucionales y de derechos humanos, y ampliar el espacio de las libertades. También impulsamos el ejercicio político eficaz sobre la base de la proximidad y la participación". Sin embargo, insistió, "estos logros políticos serán siempre formales mientras no vayan acompañados de una promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de nuestros ciudadanos ". En otras palabras, de medidas reales y concretas para afianzarlos.
Ha sido precisamente este capítulo, el que ha analizado la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), en un balance presentado dos dias antes del discurso real. Esta asociación llama la atención sobre prácticas antidemocráticas constatadas durante 2009, como "las desapariciones forzosas, la tortura o la censura a la prensa ». « Hay una gran distancia entre las declaraciones y la práctica que lleva a cabo el Estado marroquí ", declaró la presidenta de la AMDH, Jadiya Ryadi, para quien el comienzo del retroceso en los derechos civiles en Marruecos está vinculado a la llamada guerra contra el terrorismo, instaurada tras el 11-S. La AMDH no considera todavía que Marruecos sea "un estado de derecho", por lo que pide que se elabore "una Constitución democrática" para el pais.
La AMDH se ocupó en 2009 de un total de 130 casos de "detenidos políticos", algunos de los cuales ya cumplieron sus penas y otros fueron puestos en libertad gracias a campañas nacionales e internacionales en su favor. Constató ademas 17 nuevos casos de desapariciones forzosas, con una duración desde varios días a meses, algunos de los cuales siguen aun en paradero desconocido.
El tema más mediatico es el de las cortapisas a la libertad de prensa, entre los que la AMDH señala los procesos judiciales iniciados contra internautas y blogueros, la destrucción de ejemplares de revistas como Tel Quel y Nichane, el cierre de la revista Le Journal Hebdo y penas de cárcel contra varios periodistas en el ejercicio de su profesión informativa.
Uno de los temas que la prensa independiente marroquí ha abordado con mas frecuencia este año ha sido precisamente el del conflicto del Sahara Occidental. La mayor parte de periodistas que han sufrido la coerción de sus derechos, ha sido precisamente por artículos relacionados con el Sahara Occidental. El rey Mohamed VI volvió a reiterar en su discurso que Marruecos sigue apoyando las gestiones de Naciones Unidas, y relanzó su propuesta de solución autonómica como una iniciativa "realista, creativa y consensuada que busca hallar una solución definitiva a este diferendo regional, en el marco de la ONU". Pero tambien fue categórico al decir que el país "continuará defendiendo su soberanía y su unidad nacional y territorial, sin renunciar a un solo palmo de su Sahara".
El soberano alauita puso como primer objetivo de la política exterior del reino la edificación de un Magreb unificado, tarea a la que dedicará toda su energía « en espera de ver a Argelia abandonar su postura opuesta a la lógica de la historia ». Lo que a juicio de los analistas diplomáticos ha sido una reflexión bastante suave sobre las diferencias geopoliticas con su vecino y un llamamiento indirecto a superarlas.
Ha llamado la atención el hecho de que en todo su discurso el rey Mohamed VI no haya hecho ninguna mención a España, ni a las relaciones bilaterales entre los dos países. Lo que en el caso de que las mismas fuesen de absoluta normalidad, no hubiera resultado extraño. Pero no es el caso, ya que el embajador nombrado hace seis meses por el Palacio Real para representan al Reino alauita en España, Ahmed Uld Suilem, ni ha sido recibido aún por el Rey ni ha ocupado su puesto en Madrid. Paradoja que en algunos círculos políticos se explica por la posibilidad de que "ciertos sectores del poder majzeniano" desconfíen del futuro embajador dado su regreso a Marruecos en un período muy reciente. De cualquier manera, se apunta al respecto, el único saharaui vuelto de los campamentos de las filas del Polisario a Marruecos que ocupa un puesto diplomático en el extranjero con plena autonomía es el cónsul marroquí en Las Palmas, Abderrahman Liebek. "Pero su caso no es igual", apuntan estas fuentes, "ya que su familia sigue en Marruecos y su paso por las filas del Polisario fue esporádico". No es el caso de Ahmed Uld Suilem, uno de los fundadores del Frente independentista, que ocupó puestos elevados en la jerarquía del Polisario y cuya familia sigue en gran parte en los campamentos de refugiados.
Derechos y libertades, asignatura pendiente
Marruecos ha sufrido cambios conómicos y sociales espectaculares desde que el rey Mohamed VI subiera al trono hace once años. El rey ha dado un discurso sobre su reinado y llama la atención que no haya hecho ninguna mención a España, ni a las relaciones bilaterales entre los dos países.
Hace once años que subió al trono alauita Mohamed VI y los cambios económicos y sociales son espectaculares en Marruecos. Los derechos humanos y las libertades democráticas de los ciudadanos en cambio siguen sufriendo de un aparato estatal omnipresente y defensor de sus privilegios conservadores.
El rey Mohamed VI ha hecho un balance en su discurso del Trono este viernes 30 de Julio. Los planes de desarrollo económico, de infraestructuras, de creación de nuevos polos de crecimiento regionales y de inversiones públicas, son cuantiosos y denotan la existencia de una élite planificadora cada día más eficiente. Los derechos y libertades por el contrario siguen mermando y bloquean el desarrollo democrático del país.
Mohamned VI lo ha reconocido implícitamente. En su discurso a la nación aseguró obrar "constantemente por arraigar el Estado de derecho, adoptar profundas reformas institucionales y de derechos humanos, y ampliar el espacio de las libertades. También impulsamos el ejercicio político eficaz sobre la base de la proximidad y la participación". Sin embargo, insistió, "estos logros políticos serán siempre formales mientras no vayan acompañados de una promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de nuestros ciudadanos ". En otras palabras, de medidas reales y concretas para afianzarlos.
Ha sido precisamente este capítulo, el que ha analizado la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), en un balance presentado dos dias antes del discurso real. Esta asociación llama la atención sobre prácticas antidemocráticas constatadas durante 2009, como "las desapariciones forzosas, la tortura o la censura a la prensa ». « Hay una gran distancia entre las declaraciones y la práctica que lleva a cabo el Estado marroquí ", declaró la presidenta de la AMDH, Jadiya Ryadi, para quien el comienzo del retroceso en los derechos civiles en Marruecos está vinculado a la llamada guerra contra el terrorismo, instaurada tras el 11-S. La AMDH no considera todavía que Marruecos sea "un estado de derecho", por lo que pide que se elabore "una Constitución democrática" para el pais.
La AMDH se ocupó en 2009 de un total de 130 casos de "detenidos políticos", algunos de los cuales ya cumplieron sus penas y otros fueron puestos en libertad gracias a campañas nacionales e internacionales en su favor. Constató ademas 17 nuevos casos de desapariciones forzosas, con una duración desde varios días a meses, algunos de los cuales siguen aun en paradero desconocido.
El tema más mediatico es el de las cortapisas a la libertad de prensa, entre los que la AMDH señala los procesos judiciales iniciados contra internautas y blogueros, la destrucción de ejemplares de revistas como Tel Quel y Nichane, el cierre de la revista Le Journal Hebdo y penas de cárcel contra varios periodistas en el ejercicio de su profesión informativa.
Uno de los temas que la prensa independiente marroquí ha abordado con mas frecuencia este año ha sido precisamente el del conflicto del Sahara Occidental. La mayor parte de periodistas que han sufrido la coerción de sus derechos, ha sido precisamente por artículos relacionados con el Sahara Occidental. El rey Mohamed VI volvió a reiterar en su discurso que Marruecos sigue apoyando las gestiones de Naciones Unidas, y relanzó su propuesta de solución autonómica como una iniciativa "realista, creativa y consensuada que busca hallar una solución definitiva a este diferendo regional, en el marco de la ONU". Pero tambien fue categórico al decir que el país "continuará defendiendo su soberanía y su unidad nacional y territorial, sin renunciar a un solo palmo de su Sahara".
El soberano alauita puso como primer objetivo de la política exterior del reino la edificación de un Magreb unificado, tarea a la que dedicará toda su energía « en espera de ver a Argelia abandonar su postura opuesta a la lógica de la historia ». Lo que a juicio de los analistas diplomáticos ha sido una reflexión bastante suave sobre las diferencias geopoliticas con su vecino y un llamamiento indirecto a superarlas.
Ha llamado la atención el hecho de que en todo su discurso el rey Mohamed VI no haya hecho ninguna mención a España, ni a las relaciones bilaterales entre los dos países. Lo que en el caso de que las mismas fuesen de absoluta normalidad, no hubiera resultado extraño. Pero no es el caso, ya que el embajador nombrado hace seis meses por el Palacio Real para representan al Reino alauita en España, Ahmed Uld Suilem, ni ha sido recibido aún por el Rey ni ha ocupado su puesto en Madrid. Paradoja que en algunos círculos políticos se explica por la posibilidad de que "ciertos sectores del poder majzeniano" desconfíen del futuro embajador dado su regreso a Marruecos en un período muy reciente. De cualquier manera, se apunta al respecto, el único saharaui vuelto de los campamentos de las filas del Polisario a Marruecos que ocupa un puesto diplomático en el extranjero con plena autonomía es el cónsul marroquí en Las Palmas, Abderrahman Liebek. "Pero su caso no es igual", apuntan estas fuentes, "ya que su familia sigue en Marruecos y su paso por las filas del Polisario fue esporádico". No es el caso de Ahmed Uld Suilem, uno de los fundadores del Frente independentista, que ocupó puestos elevados en la jerarquía del Polisario y cuya familia sigue en gran parte en los campamentos de refugiados.
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