Fuente: laverdad.es (3/7/2010)
- El fiscal, que había anunciado que pediría 6 años, aceptó rebajar la condena a cambio de que el líder religioso se declarara culpable.
- 'La Verdad' desveló en enero que Amín B. había sido detenido en una compleja operación montada por el CNI.
Ex imán de El Algar, colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), autor confeso de abusos sexuales a niñas y, desde ayer tarde, también ex recluso. El marroquí Amín B., de 47 años, ha vivido en los últimos tiempos experiencias más que suficientes para escribir un 'best seller' que, con unos mínimos de calidad literaria, bien podría competir con los de otro antiguo espía: John Le Carré.
El hombre que durante largos meses dirigió espiritualmente a los musulmanes de esa diputación cartagenera, hasta que unas denuncias por abusos sexuales a niñas le llevaron a huir a su Marruecos natal -luego regresó y fue detenido en una intrincada operación dirigida por los servicios secretos españoles, que desveló 'La Verdad'-, salió ayer tarde del centro penitenciario de Sangonera la Verde, llevando en su bolsillo la carta de libertad. No volverá a pisar una celda a no ser que vuelva a delinquir.
Amín B. había pasado los últimos meses en la prisión de Granada, a la que había sido conducido por razones de seguridad. No en vano, los sospechosos de abusos a menores no son bien recibidos en las cárceles y, además, sobre su persona pesaba el hecho de haber colaborado con el CNI en la identificación y control de radicales islamistas. Dos serios motivos para temer una posible agresión y para llevarlo lejos de Murcia. Pero ahora, hace un par de días, había sido devuelto a Sangonera para poder ser sometido a juicio en Cartagena.
Ayer por la mañana, Amín B. penetró en la sala de vistas de un Juzgado de lo Penal de la ciudad portuaria y se dispuso a defenderse de los cargos de abusos sexuales a tres niñas, a las que daba clases en la mezquita de El Algar. Pero no fue necesario, finalmente. Su abogada, María Dolores Hernández, se reunió durante unos minutos con el fiscal y le propuso llegar a un acuerdo.
El representante del Ministerio Público, que había anunciado su voluntad de pedir seis años de cárcel, accedió a hablar. No las tenía todas consigo, toda vez que las menores se habían retractado en su última declaración y ahora aseguraban que nadie había abusado de ellas.
El acuerdo entre el fiscal y la abogada no tardó en producirse. A cambio de la confesión de culpabilidad del imán, la pena le sería rebajada a dos años, y se le impondría una multa de 3.700 euros. Además, Amín B. abandonaría la cárcel de forma inmediata, ya que la condena quedaría en suspenso al no superar los dos años y no tener antecedentes penales.
Todos quedan contentos
Todos quedan contentos
De esta forma, todos quedaban contentos y se evitaba, de rebote, el riesgo de que el juicio pudiera servir para desvelar datos acerca de la actuación del CNI en este asunto y sobre las razones por las cuales Amín B. accedió a regresar a España, una vez que había conseguido escapar. La abogada, de hecho, ya había anunciado que preguntaría a los guardias civiles por las extrañas circunstancias en que se produjo la detención del imán de El Algar, así como por la participación en al misma de agentes que oficialmente no figuraban en el atestado: miembros de Información de la Guardia Civil y de los servicios secretos.
Este periódico desveló el pasado enero que agentes de los citados servicios organizaron el regreso de Amín B. a España, lo cual se produjo el día 16 de ese mes, y que para que pudiera atravesar la frontera por Algeciras tuvieron que desactivar la orden de detención internacional que pesaba contra el imán. Después lo trasladaron a Murcia en coches camuflados y sólo una vez que estaba en la Comandancia fue formalmente detenido. La explicación oficial fue que había sido arrestado en la Región, aunque sin aportar más datos sobre el asunto.
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