Fuente: MAP (31/7/2010)
SM el Rey Mohammed VI dirigió, hoy viernes, un discurso a la Nación con motivo de la Fiesta del Trono que coincide este año con el undécimo aniversario de la entronización del Soberano. He aquí el texto íntegro del Discurso Real :
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros.
Querido pueblo,
En el día de hoy, celebramos el undécimo aniversario de nuestra entronización. Esta es una gloriosa efemérides que nos permite renovar los vínculos de la recíproca pleitesía, la arraigada unanimidad en torno a los valores constantes de Marruecos, que no son otros sino la unidad nacional, territorial e identitaria; así como nuestros valores nacionales sagrados, fundados sobre la doctrina sunní y malequí, el mutuo respeto entre las religiones celestiales y la apertura sobre las civilizaciones, que en Nuestra calidad de Emir de los Creyentes constantemente defendemos.
Este año Hemos considerado oportuno dedicar Nuestro Discurso al examen objetivo de las avanzadas etapas que hemos franqueado, los escollos que habrá que sortear y los retos que hay que afrontar, para completar los elementos del modelo de desarrollo democrático, que queremos sea marroquí por excelencia y se funde sobre un desarrollo armonioso. Tal desarrollo ha de basarse en un crecimiento económico acelerado, susceptible de consolidar la solidaridad social y el desarrollo sostenible, tomando en consideración las exigencias de la preservación del medio ambiente y adoptando la buena gobernanza en tanto que metodología.
En este sentido, y desde que asumimos la misión de dirigir tus destinos, Nos propusimos alcanzar un cambio cualitativo en el seno de nuestro proceso de desarrollo, adoptando opciones pertinentes y eficaces, basadas sobre los siguientes cuatro pilares:
El primero consiste en que el Estado cumpla, bajo Nuestro liderazgo, con el papel estratégico que le corresponde en el establecimiento de las opciones fundamentales; promover las grandes obras; animar, organizar y estimular la iniciativa privada; y llevar a cabo una apertura económica bien regulada.
El segundo pilar reside en el afianzamiento del edificio democrático. Efectivamente, obramos constantemente por arraigar el Estado de derecho, adoptar profundas reformas institucionales y de derechos humanos, y ampliar el espacio de las libertades; a la vez que impulsamos el ejercicio político eficaz sobre la base de la proximidad y la participación.
Sin embargo, a pesar de la importancia que revisten tales logros políticos, serán siempre formales mientras no vayan acompañados de una promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de nuestros ciudadanos, y de la consolidación de la solidaridad, haciendo de ambas cuestiones un eje de las políticas públicas.
He aquí donde se manifiesta la necesidad del tercer pilar, que se basa en el hecho de colocar al ciudadano en el centro de la operación de desarrollo. Esto mismo es lo que hemos logrado materializar mediante la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH) que, en el espacio de cinco años, ha conseguido resultados palpables en la lucha contra la pobreza, la exclusión y la marginación, lo que nos estimula a proseguir el desarrollo de sus programas, siguiendo su realización sobre el terreno y evaluando la misma, con el fin de generalizar dichos programas, para poder abarcar todas las zonas y todos los sectores necesitados.
El cuarto pilar reside en haber dotado a la economía nacional de los elementos necesarios para la habilitación y el despegue, disponiendo los equipamientos estructurantes y adoptando ambiciosos planes, cuyos frutos se están manifestando de manera tangible en los planos estratégico, sectorial y social.
En el aspecto estratégico, tales equipamientos y planes, permitieron modernizar nuestra economía e incrementar la productividad y competitividad en este dominio, además de ampliar la inversión pública y establecer polos de desarrollo regional integrado.
Por otra parte, proporcionaron a nuestro país un marco de desarrollo económico, estable y claro, permitiéndole hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera mundial, además de consolidar la posición de Marruecos en tanto que destino alentador para la inversión productiva y eje básico de intercambios comerciales regionales y mundiales.
Con idéntica voluntad y ambición, estamos decididos a proseguir la realización de las grandes obras de equipamiento, en todas las regiones del Reino, con el fin de consolidar el progreso realizado por Marruecos en los dominios de ampliación de las redes y estaciones de transporte, y vías de comunicación, de creación de zonas offshore y de polos industriales integrados, y de realización de grandes complejos portuarios, principalmente el de Tánger Mediterráneo (Tánger-Med), que en un plazo muy corto lo convertimos en hub estratégico, industrial, comercial y de inversiones, digno de la confianza de nuestros socios.
A escala sectorial, incitamos al gobierno y al parlamento, así como a todos los actores, a redoblar sus esfuerzos con el fin de aplicar, de la mejor manera posible, todas las estrategias de desarrollo.
En el campo agrícola, al dar las gracias a Dios Todopoderoso por las abundantes lluvias con que ha agraciado a nuestro país, permitiéndonos tener un excelente año agrícola, queremos reafirmar nuestro interés y solicitud por el mundo rural, apoyando la continuación de la puesta en marcha del plan “Marruecos Verde”, en el marco de nuestra concepción con respecto a la solidaridad, al espacio y al medio ambiente. Esta visión tiene por objetivo desarrollar las zonas de los oasis, ampliando las superficies de los palmerales y preservando nuestro capital vegetal y forestal, especialmente el árbol de argán, considerado como un genuino patrimonio agrícola marroquí y uno de los elementos destacables de nuestro ecosistema.
En cuanto a nuestra visión prospectiva del desarrollo del sector de la pesca marina, tiene por objetivo hacer de la inversión en la acuicultura un eje del plan Halieutis y un nuevo recurso que consolide la modernización y racionalización del aprovechamiento de nuestra riqueza haliéutica.
Por otra parte, el salto cualitativo experimentado por el turismo al poner en marcha la visión 2010, y sobre todo el incremento que ha registrado el número de turistas, alcanzando más de nueve millones de visitantes, viene a representar el mejor aliciente para adoptar la nueva visión de la próxima década 2010-2020.
Con el mismo espíritu de iniciativa, se debe impulsar el plan “Emergencia”, adoptando nuevas industrias y oficios de carácter mundial, facilitando en paralelo la creación de empresas, particularmente pequeñas y medianas.
Por lo que atañe al sector de la vivienda, el gran esfuerzo incitativo desplegado por el Estado, requiere la adhesión decidida y efectiva de todos los actores y el compromiso de los poderes gubernamentales concernidos, aplicando rigurosamente la ley y centrando los esfuerzos en la realización del objetivo que nos Hemos fijado para que las personas con ingresos limitados y los habitantes de los barrios chabolistas consigan una vivienda social digna, dentro de programas precisos.
El objetivo final que tenemos fijado con relación a las obras de desarrollo, no consiste únicamente en estimular la inversión y la libre iniciativa, sino fundamentalmente influir de manera positiva en la mejora de las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, sobre todo de aquellos que se hallan en situación de precariedad, además de crear oportunidades de empleo para los jóvenes.
Querido pueblo,
Los alentadores resultados conseguidos por los planes sectoriales, no deben ocultarnos el hecho de que serán siempre de efectividad limitada mientras no se disipen tres obstáculos principales, encabezados por la débil competitividad que exige la puesta en práctica de la Estrategia logística Nacional.
Un segundo obstáculo, el relacionado con la disfunción que afecta la gobernanza de tales planes, ha de ser vencido adoptando los mecanismos necesarios para su interacción, en el seno de una visión estratégica integrada y lejos de cualquier estrecha visión sectorial.
El tercer obstáculo, o sea, el mayor reto que se debe afrontar, es el de la preparación de los recursos humanos.
En este contexto, hemos de decir las cosas claramente; es responsabilidad de todos, proceder a la toma de decisiones valientes a fin de conseguir una adecuación de la formación científica, profesional y técnica, con las exigencias de la economía moderna, el estímulo de la investigación científica, la innovación y la integración en la economía y sociedad del saber y de la comunicación.
Sin tales premisas, el sistema de enseñanza que se ha enfrentado desde hace ya bastante tiempo a escollos demagógicos, que han impedido la puesta en marcha de las reformas constructivas, seguirá agotando las energías del Estado y los talentos de las categorías populares, en el seno de unas modalidades estériles de enseñanza, que amenazan con convertir a nuestro capital humano en obstáculo del desarrollo en lugar de ser su locomotora.
Querido pueblo,
Cualquiera que sea el grado de evolución que alcance nuestro modelo de desarrollo, todo el mundo ha de redoblar los esfuerzos de movilización, vigilancia, previsión e iniciativa, particularmente en el contexto de la crisis mundial, a fin de hacer realidad nuestra gran ambición de llevar a Marruecos a la posición que le corresponde entre los países desarrollados.
Todo esto nos hace más decididos a obrar por que nuestro país alcance nuevas condiciones institucionales y de desarrollo, capaces de producir una decisiva mutación hacia la integración positiva en la globalización y en el nuevo proceso del ecodesarrollo, ganando los desafíos de la buena gobernanza y ampliando las clases medias.
Todo ello será posible prosiguiendo las reformas y asumiendo las cuatro orientaciones siguientes:
Primero: Promover el desarrollo sostenible, con la cuestión medioambiental como eje central, dado que representa la base del crecimiento verde y de la nueva economía. Dicho desarrollo abre amplios horizontes para la aparición de actividades creativas prometedoras de empleo.
Así pues, invitamos al gobierno a materializar las grandes orientaciones del extenso diálogo, relativo a la preparación de una Carta nacional de protección del medio ambiente y del desarrollo sostenible, en un plan de acción integral, con objetivos precisos y realizables en todos los sectores de actividad. Paralelamente, incitamos al gobierno a cristalizar esta carta en un proyecto de ley marco, que queremos sea una referencia de las políticas públicas de nuestro país en la materia.
En este sentido, es necesario suscitar una fuerte adhesión a la puesta en marcha de la estrategia de eficiencia energética, especialmente en lo relativo a las energías renovables y limpias, continuando con la explotación óptima de la energía eólica y generalizando sus estaciones a todas las zonas apropiadas para la producción de dicha energía en nuestro país.
En el mismo contexto, se ha de fomentar el fuerte despegue de nuestro gran proyecto de producción de energía solar, al que hemos dedicado una agencia especializada y enormes inversiones, exhortando a multiplicar los esfuerzos a fin de conseguir fructíferas asociaciones para la realización de este proyecto precursor de alcance mundial.
De igual modo, se han de aprovechar los reconocidos logros de Marruecos en materia de presas, obrando por su consolidación con una nueva política del agua, basada en la movilización y uso racionalizado de sus recursos hídricos.
La segunda orientación reside en relevar los desafíos de apertura y competitividad, adoptando las reformas necesarias, con el propósito de reestructurar aquellos sectores que, con la crisis mundial, mostraron sus limitaciones. De igual modo, habrá que beneficiarse de los indicios de reanimación que está experimentando la economía mundial.
Asimismo, es necesario mantener los equilibrios macroeconómicos, racionalizar el gasto público y modernizar el marco legal para incentivar los negocios, así como aprovechar óptimamente la credibilidad granjeada por el sector bancario y financiero nacional, y la confianza de que goza Marruecos en tanto que polo para la movilidad de capitales y la afluencia de inversiones mundiales.
La tercera orientación concierne la consolidación de la buena gobernanza. En este sentido, empeñados estamos en proseguir las necesarias reformas de desarrollo, institucionales y políticas, encabezadas por la regionalización avanzada, que no sólo consideramos como un nuevo modelo de gobernanza territorial, sino esencialmente como una profunda reforma y una vasta obra de modernización de las estructuras del Estado.
Paralelamente a Nuestra enorme preocupación por la reforma de la justicia, base del imperio de la ley, para hallar su camino correcto, conforme a un calendario preciso; velamos por el buen lanzamiento del Consejo Económico y Social con el fin de contribuir en la consolidación de la buena gobernanza del desarrollo.
La cuarta orientación consiste en la necesidad de centrar las políticas públicas en la ampliación de la base de la clase media, en la medida en que constituye el zócalo del equilibrio social, del desarrollo y de la modernización.
Querido pueblo,
El afianzamiento de la posición de Marruecos y de su irradiación regional e internacional, requiere profundizar la complementariedad entre las políticas interior y exterior, continuando con la adopción de una diplomacia eficiente, que consolide la apertura de nuestro país sobre su entorno, en beneficio de sus intereses supremos.
En consideración de sus múltiples vinculaciones, Marruecos concede prioridad, en sus relaciones exteriores, a su vecindad inmediata y a su variado entorno, convirtiendo sus múltiples retos en verdaderas oportunidades que han de ser aprovechadas al servicio de los intereses esenciales de todos los pueblos de la región.
Al considerar la integración magrebí como una profunda ambición popular y una acuciante necesidad estratégica, securitaria y económica, propia de la época de los bloques, Nos empeñamos en continuar las consultas y la coordinación, con vistas a arraigar nuestras relaciones bilaterales con los países magrebíes hermanos, en espera de ver a Argelia abandonando su postura opuesta a la lógica de la historia, de la geografía y de la legalidad, en el tema del Sahara marroquí, y renunciando a sus desesperadas maniobras de frustrar la dinámica lanzada por Nuestra Iniciativa de autonomía para nuestras provincias del sur.
Esta valiente Iniciativa constituye una propuesta realista, creativa y consensuada que busca hallar una solución definitiva a este diferendo regional, en el marco de la ONU. En este sentido, Marruecos reitera su disposición de continuar apoyando los esfuerzos desplegados por la ONU, y por el Secretario General y su Enviado Personal.
De todos modos, Marruecos continuará defendiendo su soberanía y su unidad nacional y territorial, sin renunciar a un solo palmo de su Sahara.
Así pues, seguiremos adelante con la puesta en marcha de la ambiciosa visión, que bien fijamos en el último Discurso de la Marcha Verde, tanto en lo relativo a la prioridad otorgada al Sahara marroquí en el tema de la regionalización avanzada, como a la continuación de nuestros constantes esfuerzos a favor del desarrollo solidario de nuestras provincias del sur y a Nuestro empeño de llevar a cabo una profunda reestructuración del Real Consejo Consultivo para los Asuntos Saharauís (CORCAS).
Por otra parte, intensificaremos nuestros esfuerzos para levantar el bloqueo impuesto a nuestros súbditos en los campos de Tinduf, otorgándoles su legítimo derecho de retornar a la Madre Patria para reencontrarse con sus familias y allegados, conforme a los acuerdos internacionales sobre la materia.
Nuestro país, de raigambre africana, proseguirá fielmente su armoniosa política africana, con miras a alcanzar el desarrollo humano y consolidar la seguridad regional, especialmente en el marco de la cooperación con los países del Sahel y del Sahara, y con los países africanos atlánticos, para así hacer frente a las diferentes amenazas securitarias que acechan la zona.
De igual modo, y fieles a los vínculos de fraternidad y solidaridad árabes e islámicos, contribuimos eficaz y constantemente en la defensa de las justas causas de nuestra Nación, tomando parte en los esfuerzos desplegados para hallar una solución global, justa y duradera en la región de Oriente Medio, sobre la base de la solución de los dos Estados.
Cumpliendo con la misión que Nuestra Majestad asume presidiendo el Comité Al Qods, en tanto que símbolo de la conciencia islámica colectiva en defensa de la genuina identidad de esta ciudad expoliada y de la inviolabilidad de sus santos lugares, reafirmamos la necesidad de conjugar todas las iniciativas y esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, en el seno de una estrategia integrada y coherente y de una movilización mundial solidaria, partiendo de las resoluciones de la legalidad internacional, para así hacer frente resueltamente a las violaciones y planes de colonización israelíes, que persiste en imponer la política de los hechos consumados, procurando acaparar el destino de la ciudad santa de Al Qods Al Charif. Sobre esta base, seguiremos luchando por el carácter espiritual, civilizador y jurídico de esta ciudad, en tanto que capital del Estado palestino independiente.
Por otra parte, queremos reiterar el empeño y compromiso de Marruecos en desarrollar la promisoria cooperación euromediterránea así como el Estatuto Avanzado con la Unión Europea, que bien requiere la movilización de todos los poderes públicos y actores nacionales, en el seno de una acción colectiva y coordinada, con el fin de determinar sus espacios, alcance y cadencia, para poder, de este modo, aprovechar de manera ejemplar las oportunidades que el mismo ofrece.
Además de sus preocupaciones regionales, Marruecos obra constantemente por el desarrollo y la diversificación de sus partenariados, sobre todo a través de acuerdos multidimensionales, como son los acuerdos de libre cambio y las asociaciones contractuales y preferenciales. Por otra parte, nuestro país se suma de manera fuerte a la renovada unanimidad internacional en torno a la eclosión de una gobernanza mundial humana, justa, responsable y compartida, colocándola entre sus más destacadas prioridades.
Querido pueblo,
En este glorioso día, evocamos con engrandecimiento y profundo respeto la límpida memoria de los precursores de la liberación y de la independencia y los artífices de nuestro Estado moderno, Nuestro Venerado Abuelo, Su Majestad el Rey Mohammed V y Nuestro Augusto Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios les tenga en su Santa Gloria, así como a todos los virtuosos mártires de la Patria.
Asimismo, queremos rendir un homenaje especial a las Fuerzas Armadas Reales, a la Gendarmería Real, a la Seguridad Nacional, a la Administración Territorial, a las Fuerzas Auxiliares y a la Protección Civil, por la abnegación de que dejan constancia, luchando, bajo Nuestra conducción, por la integridad, soberanía y seguridad nacionales, así como por su contribución en las operaciones de asistencia humanitaria.
Poniendo de relieve el genio creador de nuestro fiel pueblo, el destacado patriotismo y el elevado espíritu de responsabilidad de todas sus categorías, queremos expresar nuestro orgullo hacia los miembros de la comunidad marroquí en el extranjero, por su sólido aferramiento a su país y su deseo cada vez más creciente de reencontrarse con sus familias y su patria, a pesar de los efectos de la crisis mundial sobre sus países de residencia. También, quisiera destacar su eficiente contribución a favor del desarrollo de su país y a la defensa de sus causas e intereses supremos.
Así pues, fieles a nuestro compromiso común, continuaremos nuestra acción colectiva, con toda confianza y optimismo, a fin de completar la edificación del Marruecos de la unidad, de la democracia y del desarrollo. Nuestro capital lo constituyen la firme determinación de tu Primer Servidor y la sólida cohesión existente entre Trono y Pueblo que, a lo largo de nuestra historia nacional, ha representado una fuente de energía y motivación para levantar los desafíos que se nos presentan, confiando en la promesa divina de que “Es cierto que Dios auxiliará a quienes le auxilien. Dios es fuerte, poderoso.” (Sagrado Alcorán)
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias sean con vosotros".
SM el Rey Mohammed VI dirigió, hoy viernes, un discurso a la Nación con motivo de la Fiesta del Trono que coincide este año con el undécimo aniversario de la entronización del Soberano. He aquí el texto íntegro del Discurso Real :
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros.
Querido pueblo,
En el día de hoy, celebramos el undécimo aniversario de nuestra entronización. Esta es una gloriosa efemérides que nos permite renovar los vínculos de la recíproca pleitesía, la arraigada unanimidad en torno a los valores constantes de Marruecos, que no son otros sino la unidad nacional, territorial e identitaria; así como nuestros valores nacionales sagrados, fundados sobre la doctrina sunní y malequí, el mutuo respeto entre las religiones celestiales y la apertura sobre las civilizaciones, que en Nuestra calidad de Emir de los Creyentes constantemente defendemos.
Este año Hemos considerado oportuno dedicar Nuestro Discurso al examen objetivo de las avanzadas etapas que hemos franqueado, los escollos que habrá que sortear y los retos que hay que afrontar, para completar los elementos del modelo de desarrollo democrático, que queremos sea marroquí por excelencia y se funde sobre un desarrollo armonioso. Tal desarrollo ha de basarse en un crecimiento económico acelerado, susceptible de consolidar la solidaridad social y el desarrollo sostenible, tomando en consideración las exigencias de la preservación del medio ambiente y adoptando la buena gobernanza en tanto que metodología.
En este sentido, y desde que asumimos la misión de dirigir tus destinos, Nos propusimos alcanzar un cambio cualitativo en el seno de nuestro proceso de desarrollo, adoptando opciones pertinentes y eficaces, basadas sobre los siguientes cuatro pilares:
El primero consiste en que el Estado cumpla, bajo Nuestro liderazgo, con el papel estratégico que le corresponde en el establecimiento de las opciones fundamentales; promover las grandes obras; animar, organizar y estimular la iniciativa privada; y llevar a cabo una apertura económica bien regulada.
El segundo pilar reside en el afianzamiento del edificio democrático. Efectivamente, obramos constantemente por arraigar el Estado de derecho, adoptar profundas reformas institucionales y de derechos humanos, y ampliar el espacio de las libertades; a la vez que impulsamos el ejercicio político eficaz sobre la base de la proximidad y la participación.
Sin embargo, a pesar de la importancia que revisten tales logros políticos, serán siempre formales mientras no vayan acompañados de una promoción de los derechos económicos, sociales y culturales de nuestros ciudadanos, y de la consolidación de la solidaridad, haciendo de ambas cuestiones un eje de las políticas públicas.
He aquí donde se manifiesta la necesidad del tercer pilar, que se basa en el hecho de colocar al ciudadano en el centro de la operación de desarrollo. Esto mismo es lo que hemos logrado materializar mediante la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH) que, en el espacio de cinco años, ha conseguido resultados palpables en la lucha contra la pobreza, la exclusión y la marginación, lo que nos estimula a proseguir el desarrollo de sus programas, siguiendo su realización sobre el terreno y evaluando la misma, con el fin de generalizar dichos programas, para poder abarcar todas las zonas y todos los sectores necesitados.
El cuarto pilar reside en haber dotado a la economía nacional de los elementos necesarios para la habilitación y el despegue, disponiendo los equipamientos estructurantes y adoptando ambiciosos planes, cuyos frutos se están manifestando de manera tangible en los planos estratégico, sectorial y social.
En el aspecto estratégico, tales equipamientos y planes, permitieron modernizar nuestra economía e incrementar la productividad y competitividad en este dominio, además de ampliar la inversión pública y establecer polos de desarrollo regional integrado.
Por otra parte, proporcionaron a nuestro país un marco de desarrollo económico, estable y claro, permitiéndole hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera mundial, además de consolidar la posición de Marruecos en tanto que destino alentador para la inversión productiva y eje básico de intercambios comerciales regionales y mundiales.
Con idéntica voluntad y ambición, estamos decididos a proseguir la realización de las grandes obras de equipamiento, en todas las regiones del Reino, con el fin de consolidar el progreso realizado por Marruecos en los dominios de ampliación de las redes y estaciones de transporte, y vías de comunicación, de creación de zonas offshore y de polos industriales integrados, y de realización de grandes complejos portuarios, principalmente el de Tánger Mediterráneo (Tánger-Med), que en un plazo muy corto lo convertimos en hub estratégico, industrial, comercial y de inversiones, digno de la confianza de nuestros socios.
A escala sectorial, incitamos al gobierno y al parlamento, así como a todos los actores, a redoblar sus esfuerzos con el fin de aplicar, de la mejor manera posible, todas las estrategias de desarrollo.
En el campo agrícola, al dar las gracias a Dios Todopoderoso por las abundantes lluvias con que ha agraciado a nuestro país, permitiéndonos tener un excelente año agrícola, queremos reafirmar nuestro interés y solicitud por el mundo rural, apoyando la continuación de la puesta en marcha del plan “Marruecos Verde”, en el marco de nuestra concepción con respecto a la solidaridad, al espacio y al medio ambiente. Esta visión tiene por objetivo desarrollar las zonas de los oasis, ampliando las superficies de los palmerales y preservando nuestro capital vegetal y forestal, especialmente el árbol de argán, considerado como un genuino patrimonio agrícola marroquí y uno de los elementos destacables de nuestro ecosistema.
En cuanto a nuestra visión prospectiva del desarrollo del sector de la pesca marina, tiene por objetivo hacer de la inversión en la acuicultura un eje del plan Halieutis y un nuevo recurso que consolide la modernización y racionalización del aprovechamiento de nuestra riqueza haliéutica.
Por otra parte, el salto cualitativo experimentado por el turismo al poner en marcha la visión 2010, y sobre todo el incremento que ha registrado el número de turistas, alcanzando más de nueve millones de visitantes, viene a representar el mejor aliciente para adoptar la nueva visión de la próxima década 2010-2020.
Con el mismo espíritu de iniciativa, se debe impulsar el plan “Emergencia”, adoptando nuevas industrias y oficios de carácter mundial, facilitando en paralelo la creación de empresas, particularmente pequeñas y medianas.
Por lo que atañe al sector de la vivienda, el gran esfuerzo incitativo desplegado por el Estado, requiere la adhesión decidida y efectiva de todos los actores y el compromiso de los poderes gubernamentales concernidos, aplicando rigurosamente la ley y centrando los esfuerzos en la realización del objetivo que nos Hemos fijado para que las personas con ingresos limitados y los habitantes de los barrios chabolistas consigan una vivienda social digna, dentro de programas precisos.
El objetivo final que tenemos fijado con relación a las obras de desarrollo, no consiste únicamente en estimular la inversión y la libre iniciativa, sino fundamentalmente influir de manera positiva en la mejora de las condiciones de vida de nuestros ciudadanos, sobre todo de aquellos que se hallan en situación de precariedad, además de crear oportunidades de empleo para los jóvenes.
Querido pueblo,
Los alentadores resultados conseguidos por los planes sectoriales, no deben ocultarnos el hecho de que serán siempre de efectividad limitada mientras no se disipen tres obstáculos principales, encabezados por la débil competitividad que exige la puesta en práctica de la Estrategia logística Nacional.
Un segundo obstáculo, el relacionado con la disfunción que afecta la gobernanza de tales planes, ha de ser vencido adoptando los mecanismos necesarios para su interacción, en el seno de una visión estratégica integrada y lejos de cualquier estrecha visión sectorial.
El tercer obstáculo, o sea, el mayor reto que se debe afrontar, es el de la preparación de los recursos humanos.
En este contexto, hemos de decir las cosas claramente; es responsabilidad de todos, proceder a la toma de decisiones valientes a fin de conseguir una adecuación de la formación científica, profesional y técnica, con las exigencias de la economía moderna, el estímulo de la investigación científica, la innovación y la integración en la economía y sociedad del saber y de la comunicación.
Sin tales premisas, el sistema de enseñanza que se ha enfrentado desde hace ya bastante tiempo a escollos demagógicos, que han impedido la puesta en marcha de las reformas constructivas, seguirá agotando las energías del Estado y los talentos de las categorías populares, en el seno de unas modalidades estériles de enseñanza, que amenazan con convertir a nuestro capital humano en obstáculo del desarrollo en lugar de ser su locomotora.
Querido pueblo,
Cualquiera que sea el grado de evolución que alcance nuestro modelo de desarrollo, todo el mundo ha de redoblar los esfuerzos de movilización, vigilancia, previsión e iniciativa, particularmente en el contexto de la crisis mundial, a fin de hacer realidad nuestra gran ambición de llevar a Marruecos a la posición que le corresponde entre los países desarrollados.
Todo esto nos hace más decididos a obrar por que nuestro país alcance nuevas condiciones institucionales y de desarrollo, capaces de producir una decisiva mutación hacia la integración positiva en la globalización y en el nuevo proceso del ecodesarrollo, ganando los desafíos de la buena gobernanza y ampliando las clases medias.
Todo ello será posible prosiguiendo las reformas y asumiendo las cuatro orientaciones siguientes:
Primero: Promover el desarrollo sostenible, con la cuestión medioambiental como eje central, dado que representa la base del crecimiento verde y de la nueva economía. Dicho desarrollo abre amplios horizontes para la aparición de actividades creativas prometedoras de empleo.
Así pues, invitamos al gobierno a materializar las grandes orientaciones del extenso diálogo, relativo a la preparación de una Carta nacional de protección del medio ambiente y del desarrollo sostenible, en un plan de acción integral, con objetivos precisos y realizables en todos los sectores de actividad. Paralelamente, incitamos al gobierno a cristalizar esta carta en un proyecto de ley marco, que queremos sea una referencia de las políticas públicas de nuestro país en la materia.
En este sentido, es necesario suscitar una fuerte adhesión a la puesta en marcha de la estrategia de eficiencia energética, especialmente en lo relativo a las energías renovables y limpias, continuando con la explotación óptima de la energía eólica y generalizando sus estaciones a todas las zonas apropiadas para la producción de dicha energía en nuestro país.
En el mismo contexto, se ha de fomentar el fuerte despegue de nuestro gran proyecto de producción de energía solar, al que hemos dedicado una agencia especializada y enormes inversiones, exhortando a multiplicar los esfuerzos a fin de conseguir fructíferas asociaciones para la realización de este proyecto precursor de alcance mundial.
De igual modo, se han de aprovechar los reconocidos logros de Marruecos en materia de presas, obrando por su consolidación con una nueva política del agua, basada en la movilización y uso racionalizado de sus recursos hídricos.
La segunda orientación reside en relevar los desafíos de apertura y competitividad, adoptando las reformas necesarias, con el propósito de reestructurar aquellos sectores que, con la crisis mundial, mostraron sus limitaciones. De igual modo, habrá que beneficiarse de los indicios de reanimación que está experimentando la economía mundial.
Asimismo, es necesario mantener los equilibrios macroeconómicos, racionalizar el gasto público y modernizar el marco legal para incentivar los negocios, así como aprovechar óptimamente la credibilidad granjeada por el sector bancario y financiero nacional, y la confianza de que goza Marruecos en tanto que polo para la movilidad de capitales y la afluencia de inversiones mundiales.
La tercera orientación concierne la consolidación de la buena gobernanza. En este sentido, empeñados estamos en proseguir las necesarias reformas de desarrollo, institucionales y políticas, encabezadas por la regionalización avanzada, que no sólo consideramos como un nuevo modelo de gobernanza territorial, sino esencialmente como una profunda reforma y una vasta obra de modernización de las estructuras del Estado.
Paralelamente a Nuestra enorme preocupación por la reforma de la justicia, base del imperio de la ley, para hallar su camino correcto, conforme a un calendario preciso; velamos por el buen lanzamiento del Consejo Económico y Social con el fin de contribuir en la consolidación de la buena gobernanza del desarrollo.
La cuarta orientación consiste en la necesidad de centrar las políticas públicas en la ampliación de la base de la clase media, en la medida en que constituye el zócalo del equilibrio social, del desarrollo y de la modernización.
Querido pueblo,
El afianzamiento de la posición de Marruecos y de su irradiación regional e internacional, requiere profundizar la complementariedad entre las políticas interior y exterior, continuando con la adopción de una diplomacia eficiente, que consolide la apertura de nuestro país sobre su entorno, en beneficio de sus intereses supremos.
En consideración de sus múltiples vinculaciones, Marruecos concede prioridad, en sus relaciones exteriores, a su vecindad inmediata y a su variado entorno, convirtiendo sus múltiples retos en verdaderas oportunidades que han de ser aprovechadas al servicio de los intereses esenciales de todos los pueblos de la región.
Al considerar la integración magrebí como una profunda ambición popular y una acuciante necesidad estratégica, securitaria y económica, propia de la época de los bloques, Nos empeñamos en continuar las consultas y la coordinación, con vistas a arraigar nuestras relaciones bilaterales con los países magrebíes hermanos, en espera de ver a Argelia abandonando su postura opuesta a la lógica de la historia, de la geografía y de la legalidad, en el tema del Sahara marroquí, y renunciando a sus desesperadas maniobras de frustrar la dinámica lanzada por Nuestra Iniciativa de autonomía para nuestras provincias del sur.
Esta valiente Iniciativa constituye una propuesta realista, creativa y consensuada que busca hallar una solución definitiva a este diferendo regional, en el marco de la ONU. En este sentido, Marruecos reitera su disposición de continuar apoyando los esfuerzos desplegados por la ONU, y por el Secretario General y su Enviado Personal.
De todos modos, Marruecos continuará defendiendo su soberanía y su unidad nacional y territorial, sin renunciar a un solo palmo de su Sahara.
Así pues, seguiremos adelante con la puesta en marcha de la ambiciosa visión, que bien fijamos en el último Discurso de la Marcha Verde, tanto en lo relativo a la prioridad otorgada al Sahara marroquí en el tema de la regionalización avanzada, como a la continuación de nuestros constantes esfuerzos a favor del desarrollo solidario de nuestras provincias del sur y a Nuestro empeño de llevar a cabo una profunda reestructuración del Real Consejo Consultivo para los Asuntos Saharauís (CORCAS).
Por otra parte, intensificaremos nuestros esfuerzos para levantar el bloqueo impuesto a nuestros súbditos en los campos de Tinduf, otorgándoles su legítimo derecho de retornar a la Madre Patria para reencontrarse con sus familias y allegados, conforme a los acuerdos internacionales sobre la materia.
Nuestro país, de raigambre africana, proseguirá fielmente su armoniosa política africana, con miras a alcanzar el desarrollo humano y consolidar la seguridad regional, especialmente en el marco de la cooperación con los países del Sahel y del Sahara, y con los países africanos atlánticos, para así hacer frente a las diferentes amenazas securitarias que acechan la zona.
De igual modo, y fieles a los vínculos de fraternidad y solidaridad árabes e islámicos, contribuimos eficaz y constantemente en la defensa de las justas causas de nuestra Nación, tomando parte en los esfuerzos desplegados para hallar una solución global, justa y duradera en la región de Oriente Medio, sobre la base de la solución de los dos Estados.
Cumpliendo con la misión que Nuestra Majestad asume presidiendo el Comité Al Qods, en tanto que símbolo de la conciencia islámica colectiva en defensa de la genuina identidad de esta ciudad expoliada y de la inviolabilidad de sus santos lugares, reafirmamos la necesidad de conjugar todas las iniciativas y esfuerzos árabes, islámicos e internacionales, en el seno de una estrategia integrada y coherente y de una movilización mundial solidaria, partiendo de las resoluciones de la legalidad internacional, para así hacer frente resueltamente a las violaciones y planes de colonización israelíes, que persiste en imponer la política de los hechos consumados, procurando acaparar el destino de la ciudad santa de Al Qods Al Charif. Sobre esta base, seguiremos luchando por el carácter espiritual, civilizador y jurídico de esta ciudad, en tanto que capital del Estado palestino independiente.
Por otra parte, queremos reiterar el empeño y compromiso de Marruecos en desarrollar la promisoria cooperación euromediterránea así como el Estatuto Avanzado con la Unión Europea, que bien requiere la movilización de todos los poderes públicos y actores nacionales, en el seno de una acción colectiva y coordinada, con el fin de determinar sus espacios, alcance y cadencia, para poder, de este modo, aprovechar de manera ejemplar las oportunidades que el mismo ofrece.
Además de sus preocupaciones regionales, Marruecos obra constantemente por el desarrollo y la diversificación de sus partenariados, sobre todo a través de acuerdos multidimensionales, como son los acuerdos de libre cambio y las asociaciones contractuales y preferenciales. Por otra parte, nuestro país se suma de manera fuerte a la renovada unanimidad internacional en torno a la eclosión de una gobernanza mundial humana, justa, responsable y compartida, colocándola entre sus más destacadas prioridades.
Querido pueblo,
En este glorioso día, evocamos con engrandecimiento y profundo respeto la límpida memoria de los precursores de la liberación y de la independencia y los artífices de nuestro Estado moderno, Nuestro Venerado Abuelo, Su Majestad el Rey Mohammed V y Nuestro Augusto Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios les tenga en su Santa Gloria, así como a todos los virtuosos mártires de la Patria.
Asimismo, queremos rendir un homenaje especial a las Fuerzas Armadas Reales, a la Gendarmería Real, a la Seguridad Nacional, a la Administración Territorial, a las Fuerzas Auxiliares y a la Protección Civil, por la abnegación de que dejan constancia, luchando, bajo Nuestra conducción, por la integridad, soberanía y seguridad nacionales, así como por su contribución en las operaciones de asistencia humanitaria.
Poniendo de relieve el genio creador de nuestro fiel pueblo, el destacado patriotismo y el elevado espíritu de responsabilidad de todas sus categorías, queremos expresar nuestro orgullo hacia los miembros de la comunidad marroquí en el extranjero, por su sólido aferramiento a su país y su deseo cada vez más creciente de reencontrarse con sus familias y su patria, a pesar de los efectos de la crisis mundial sobre sus países de residencia. También, quisiera destacar su eficiente contribución a favor del desarrollo de su país y a la defensa de sus causas e intereses supremos.
Así pues, fieles a nuestro compromiso común, continuaremos nuestra acción colectiva, con toda confianza y optimismo, a fin de completar la edificación del Marruecos de la unidad, de la democracia y del desarrollo. Nuestro capital lo constituyen la firme determinación de tu Primer Servidor y la sólida cohesión existente entre Trono y Pueblo que, a lo largo de nuestra historia nacional, ha representado una fuente de energía y motivación para levantar los desafíos que se nos presentan, confiando en la promesa divina de que “Es cierto que Dios auxiliará a quienes le auxilien. Dios es fuerte, poderoso.” (Sagrado Alcorán)
El saludo, la bendición de Dios el Altísimo y sus gracias sean con vosotros".
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