Ana García: "Los musulmanes debemos ser fructíferos en nuestra sociedad y demostrar que el Islam no es lo que ellos creen"

Texto: Paulino Ros
Foto: Teresa Martín

El pasado 13 de junio de 2010 estuvimos en el Convento de los Padres Capuchinos de Totana, en la clausura de la Jornada sobre Nuevos Musulmanes, organizada por la presidenta de la Asociación Albaraka de Lorca, Ana García, en colaboración con la Asociación Al-Fajr de Murcia. Ana García es una murciana que se convirtió al Islam hace 13 años. Es nueva musulmana, “una minoría dentro de la minoría”, como ella misma dijo en la clausura de la Jornada de Totana. Es una mujer con las ideas muy claras y con capacidad de liderazgo, como van a comprobar en las reflexiones que ella mismo hizo el pasado 13 de junio a propósito de las dificultades de ser musulmán hoy en España. Crítica y autocrítica. Un interesante ejercicio analítico de Ana García, que reproducimos textualmente a continuación:

“Aunque vivimos en un estado laico, hay una desigualdad política con respecto a la religión mayoritaria. España tiene una tradición nacional-católica que pesa mucho, y vivimos en España, que es un Estado de Derecho, con democracia, que nos da la posibilidad de que surja un Islam, entonces tenemos que trabajar para ello. Una de las dificultades que tenemos que enfrentar en ocasiones es la vulneración del Derecho.

Tenemos derechos, pero se vulneran, por ejemplo: hace poco la hermana Dunia se fue a presentar al examen del carnet de conducir y le dicen, “no, foto con hiyab no, foto sin hiyab”. ¡Pero si la ley del ministerio del Interior le permite llevar la cabeza cubierta siempre que descubra de la frente al mentón, por qué viene usted señor policía a vulnerar los derechos que me da este Estado!. Tenemos que conocer esos derechos y tenemos que saber defenderlos, si no, es un impedimento más.

Las dificultades internas.

Las comunidades islámicas en España llevan ya un cierto tiempo. Los musulmanes en España somos una minoría, y los nuevos musulmanes una minoría dentro de la minoría lo que nos da mayores dificultades. En nuestras comunidades islámicas, todos sabemos que a nivel individual tenemos fragmentación, no estamos unidas, no tenemos representación a la hora de hablar con la administración. Sí, seguimos sin tener la hermandad que nos pide Alá, fijandonos no en lo que nos une, sino en lo que nos diferencia. Si queremos aspirar a un diálogo interreligioso con otras religiones y no somos capaces de entendermos los musulmanes, que mas da.

Algo estamos haciendo mal y no podemos seguir así. Entonces hay una falta de liderazgo, no tenemos quien nos represente

Por ejemplo, con las clases de árabe en los colegios, que la mayoría de vosotros proponeis como proyecto a corto plazo. La mayoría de las administraciones dicen: "es que no sabemos a quien llamar para hablar, y cuando vienen, vienen tres o cuatro que ni siquiera entre ellos se ponen de acuerdo", ¿cómo vamos a conseguir cosas así?, ¿qué estamos pidiendo hermanos?. Se están riendo de nosotros, y luego además, me hace gracia porque algunos hermamos dicen: “es que es la pasividad de la administración”. La pasividad es nuestra, porque cuando tenemos que exigir nuestros derechos como musulmanes, a ver cuantos hermanos han salido a la calle a pedir que nuestros hijos tengan clases de islam, ¿cuantas veces?. En España, hasta ahora ninguna. Y cuando se lo comentas a los hermanos te toman por loca.

Luego, la falta de conocimiento a nivel individual. Y sobre todo la obligación de los imames y dirigentes de asociaciones y comunidades de aprender el Islam y las leyes españolas correctamente, eso es muy importante. Si no lo ven así, no debemos dejarnos dirigir por estas personas porque no vamos a llegar a ningún buen fin.

El intento de control ideológico por determinados países de algunos centros islámicos tambien dificulta. Y luego la falta de integración de los nuevos musulmanes en sus comunidades.

A veces tenemos muchas dificultades para integrarnos en nuestra propia comunidad porque el problema del idioma no nos deja comunicarnos. Es muy difícil ser musulmán y que no tengas ni voz ni voto en tu propia comunidad. Si dentro de tu comunidad musulmana no te dejan trabajar, no te rindas hermano. Tenemos que seguir, seguir luchando, y que se nos escuche, y que se nos entienda. Si que es verdad que tenemos que hacerlo con mucha prudencia, con mucha misericordia y con mucho respeto. Y con mucha paciencia para seguir trabajando.

Yo creo que disfrutamos en España del marco jurídico apropiado para ser fructíferos en esta sociedad pero quizá no los instrumentos necesarios o la voluntad política para su desarrollo.

Debemos ser fructíferos en esta sociedad como musulmanes de épocas anteriores lo han sido. Las épocas de máximo esplendor de la historia vienen de mano de los musulmanes que revolucionaron el mundo en todas las ramas y en todas las ciencias, ¿qué estamos haciendo nosotros, con todos los avances tecnológicos que hay, qué estamos aportando nosotros a la sociedad?, tenemos que preguntárnoslo.

En cuanto a los proyectos, os hablaba de que tenemos que fijarnos unas prioridades, unos objetivos claros, concretos y definidos aquí y ahora. No pienso en el futuro, sino aquí y ahora. Si sé cual es mi función como musulmán y sé cuales son mis carencias tanto a nivel individual como de grupo, debo dar un paso más y comprometerme a mi siguiente paso.

Hay que pasar a la acción, no podemos seguir quejandonos".

Comentarios