Fuente: AD (5/5/2010)
Alrededor de 50 imanes que predican en mezquitas distribuidas por toda Cataluña fueron adoctrinados el pasado año en Marruecos para que difundan una visión del islam conforme a los intereses de Rabat. Los objetivos propuestos por Marruecos a corto y medio plazo serían el control político de los marroquíes residentes en Cataluña. En tanto que descendiente de Mahoma, el rey Mohamed VI es también el jefe espiritual de su pueblo. Esto obliga a cualquier marroquí de origen a someterse a las indiciones "espirituales" del monarca alauita, aún cuando éstas colisionen con asuntos políticos que conciernan a otros Estados como el nuestro.
Los servicios de información españoles ya han alertado sobre la eventualidad de que, en un futuro no muy lejano, Mohamed VI pueda controlar a un sector muy importante de la población española de origen marroquí. En el caso de Cataluña y de continuar la actual evolución demográfica, no es aventurado pronosticar que, en menos de 20 años, los asuntos capitales de aquella comunidad dependerán más del punto de vista de Rabat que de lo que decida la propia Generalitat.
En favor del proselitismo
La fomación de estos "funcionarios" corresponde al Habous, el Ministerio de Bienes Religiosos y Asuntos Islámicos, cuyo titular es Ahmed Toufiq, que en los últimos años ha redoblado esfuerzos en favor del proselitismo para difundir en el exterior consignas, no religiosas precisamente, en sintonía con los intereses políticos de Marruecos.
El citado ministerio destina además partidas de dinero para construir nuevas mezquitas y para dar cobertura sanitaria a los imanes afines. En algunos casos, los imanes se han visto presionados a cumplir con las consignas de Rabat porque sus familiares siguen residiendo en Marruecos.
La decisión de constituir un Consejo de Ulemas para la Comunidad Marroquí en Europa es atribuida al propio Mohammed VI. Su finalidad oficial es "cruzar las fronteras nacionales para llegar a nuestra querida comunidad en el extranjero" y de esta manera "resguardar la fe y los genuinos valores de su identidad marroquí contra las tendencias del fundamentalismo extremista".
Para ello, el monarca ordenó la creación de la denominada "Carta de los Ulemas", un plan que compromete a estos sabios "a dedicarse de lleno a la preparación de los imanes de las mezquitas, además de su presencia en los pueblos y ciudades para concienciar y orientar a la gente, combatiendo y refutando los extravíos extremistas". Y es que las autoridades de Rabat están preocupadas por el creciente asentamiento de islamistas de origen marroquí en Europa, ya que observa como un peligro cierto la posibilidad de que en torno a estas bolsas de inmigrantes se vayan instalando redes de oposición a Mohammed VI.
Por ello también ha instruido decenas de imanes con destino a Italia, Holanda o Francia. Los temores se incrementan en el caso de España, ya que en Murcia se extienden los integristas de "Justicia y Espiritualidad", una corriente que trata de imponer el islam en su estado más ortodoxo y que, además, persigue el derrocamiento de la Monarquía alauita.
Movimiento Tabligh
Además, en otras regiones, y muy especialmente en Ceuta, se expande el movimiento Tabligh que, aunque no predica el terrorismo, sus posturas tan radicales pueden poner a algunos de sus seguidores en la antesala de la 'yihad'. Por tanto, Marruecos intenta frenar el avance de estas corrientes extremistas con el aumento de imanes funcionarios que prediquen en las mezquitas clave mensajes acordes con los intereses del régimen alauita.
Las autoridades de Rabat tienen una preocupación añadida en España, ya que se trata de un país vecino con intereses cruzados. Más de un imán afín se ha pronunciado en los discursos de los viernes a favor de que las ciudades "ocupadas" de Ceuta y Melilla pasen a dominio de Marruecos.
Un partido para España
Rabat ya consiguió el pasado año colocar a hombres de su confianza al frente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), que han renovado sus cargos en una reciente asamblea en abierta lucha con los integristas de "Justicia y Espiritualidad". Ahora, su futuro objetivo es hacerse con el control de la Comisión Islámica de España, el interlocutor oficial que representa ante el Estado a la población musulmana residente en nuestro país, que supera la cifra de 1.300.000 personas. De ellos, más de 700.000 son marroquíes.
En estos intentos del régimen alauita por controlar a los musulmanes residentes en España se enmarcaría la creación del partido Renacimiento y Unión de España (Prune), liderado por el marroquí Mohamed Bakkach, hombre próximo a las tesis de Rabat.
Alrededor de 50 imanes que predican en mezquitas distribuidas por toda Cataluña fueron adoctrinados el pasado año en Marruecos para que difundan una visión del islam conforme a los intereses de Rabat. Los objetivos propuestos por Marruecos a corto y medio plazo serían el control político de los marroquíes residentes en Cataluña. En tanto que descendiente de Mahoma, el rey Mohamed VI es también el jefe espiritual de su pueblo. Esto obliga a cualquier marroquí de origen a someterse a las indiciones "espirituales" del monarca alauita, aún cuando éstas colisionen con asuntos políticos que conciernan a otros Estados como el nuestro.
Los servicios de información españoles ya han alertado sobre la eventualidad de que, en un futuro no muy lejano, Mohamed VI pueda controlar a un sector muy importante de la población española de origen marroquí. En el caso de Cataluña y de continuar la actual evolución demográfica, no es aventurado pronosticar que, en menos de 20 años, los asuntos capitales de aquella comunidad dependerán más del punto de vista de Rabat que de lo que decida la propia Generalitat.
En favor del proselitismo
La fomación de estos "funcionarios" corresponde al Habous, el Ministerio de Bienes Religiosos y Asuntos Islámicos, cuyo titular es Ahmed Toufiq, que en los últimos años ha redoblado esfuerzos en favor del proselitismo para difundir en el exterior consignas, no religiosas precisamente, en sintonía con los intereses políticos de Marruecos.
El citado ministerio destina además partidas de dinero para construir nuevas mezquitas y para dar cobertura sanitaria a los imanes afines. En algunos casos, los imanes se han visto presionados a cumplir con las consignas de Rabat porque sus familiares siguen residiendo en Marruecos.
La decisión de constituir un Consejo de Ulemas para la Comunidad Marroquí en Europa es atribuida al propio Mohammed VI. Su finalidad oficial es "cruzar las fronteras nacionales para llegar a nuestra querida comunidad en el extranjero" y de esta manera "resguardar la fe y los genuinos valores de su identidad marroquí contra las tendencias del fundamentalismo extremista".
Para ello, el monarca ordenó la creación de la denominada "Carta de los Ulemas", un plan que compromete a estos sabios "a dedicarse de lleno a la preparación de los imanes de las mezquitas, además de su presencia en los pueblos y ciudades para concienciar y orientar a la gente, combatiendo y refutando los extravíos extremistas". Y es que las autoridades de Rabat están preocupadas por el creciente asentamiento de islamistas de origen marroquí en Europa, ya que observa como un peligro cierto la posibilidad de que en torno a estas bolsas de inmigrantes se vayan instalando redes de oposición a Mohammed VI.
Por ello también ha instruido decenas de imanes con destino a Italia, Holanda o Francia. Los temores se incrementan en el caso de España, ya que en Murcia se extienden los integristas de "Justicia y Espiritualidad", una corriente que trata de imponer el islam en su estado más ortodoxo y que, además, persigue el derrocamiento de la Monarquía alauita.
Movimiento Tabligh
Además, en otras regiones, y muy especialmente en Ceuta, se expande el movimiento Tabligh que, aunque no predica el terrorismo, sus posturas tan radicales pueden poner a algunos de sus seguidores en la antesala de la 'yihad'. Por tanto, Marruecos intenta frenar el avance de estas corrientes extremistas con el aumento de imanes funcionarios que prediquen en las mezquitas clave mensajes acordes con los intereses del régimen alauita.
Las autoridades de Rabat tienen una preocupación añadida en España, ya que se trata de un país vecino con intereses cruzados. Más de un imán afín se ha pronunciado en los discursos de los viernes a favor de que las ciudades "ocupadas" de Ceuta y Melilla pasen a dominio de Marruecos.
Un partido para España
Rabat ya consiguió el pasado año colocar a hombres de su confianza al frente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri), que han renovado sus cargos en una reciente asamblea en abierta lucha con los integristas de "Justicia y Espiritualidad". Ahora, su futuro objetivo es hacerse con el control de la Comisión Islámica de España, el interlocutor oficial que representa ante el Estado a la población musulmana residente en nuestro país, que supera la cifra de 1.300.000 personas. De ellos, más de 700.000 son marroquíes.
En estos intentos del régimen alauita por controlar a los musulmanes residentes en España se enmarcaría la creación del partido Renacimiento y Unión de España (Prune), liderado por el marroquí Mohamed Bakkach, hombre próximo a las tesis de Rabat.
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