Cartagena: La tensión entre prostitutas e islamistas acaba en agresiones

Fuente: La Opinion (12/5/2010)

Un inmigrante de Ghana denuncia en Comisaría a un grupo de siete mujeres por atacarle cuando hablaba con unos amigos

La convivencia entre islamistas y las mujeres que supuestamente ejercen la prostitución en el entorno de la plaza del Lago se está deteriorando a marchas forzadas, hasta el punto de que ya se ha presentado una denuncia en Comisaría en la que un inmigrante de Ghana de 34 años, Mohammed Awall, asegura que entre seis y siete prostitutas le propinaron patadas y puñetazos sin mediar provocación alguna y le espetaron insultos como "puto negro", según la denuncia, a la que que acompaña un parte médico de Urgencias que certifica una 'cervicalgia' (dolor de cuello).
Según el testimonio de Awall y la propia denuncia, él se encontraba la mañana del sábado en la calle San Cristóbal la Larga hablando con cuatro amigos cuando, de repente, se acercaron "siete u ocho mujeres" que comenzaron a escupirle y empujarle mientras le insultaban y le conminaban a que volviera a su país, tras lo que comenzaron a propinarle puñetazos y patadas. Según la denuncia, al día siguiente una de esas mujeres se le volvió a acercar para continuar insultándole y pegándole, hasta el punto en que le rompió el móvil.
Además de esta supuesta agresión, una vecina de la zona, que prefirió no revelar su identidad, aseguró que algún cliente de las prostitutas la ha llegado a confundir con una de ellas y le ha preguntado el precio de sus servicios. "Yo nunca me he dedicado a esto y ahora, cuando salgo al balcón a tender la ropa, tengo que aguantar esta situación", afirmaba ayer.
El presidente de la Comunidad Islámica Ennour, Yazid Koudri, que ya ha mostrado su oposición a que la prostitución se ejerza en plena calle a la vista de todo el mundo "incluso de los niños que pasan por aquí", explicó que ayer mismo entregó en el Registro Municipal un escrito avalado por 200 firmas de la comunidad islámica en el que piden que se tomen medidas para controlar esta actividad y ponerle coto. A este escrito hay que sumar un segundo presentado por una veintena de profesores del colegio Sagrado Corazón de Jesús, conocido como Patronato, en el que expresan el riesgo que supone para los alumnos pasar a diario por las calles Beatas, Lizana o San Cristóbal, entre otras, por la presencia de prostitutas.

Presencia constante pese a la presión policial
Tanto efectivos del Cuerpo Nacional de Policía como la Policía Local llevan a cabo con cierta frecuencia controles de inmigración en las zonas en las que se concentran las prostitutas, única arma que pueden utilizar para intentar erradicar una actividad que, por lo demás, no es ilegal, pese a las situaciones de marginalidad y conflictividad que, en este caso, suelen llevar acarreadas. Pese a estos controles y a las detenciones, la actividad se ejerce prácticamente las 24 horas en cualquier punto del casco.

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