El Observatorio del Racismo destaca que es donde más ha crecido el número de personas que estima «excesiva» la presencia de extranjeros
Fuente: laopinion.es 03/03/10
El análisis concluye que el 37% de los encuestados son reacios a la inmigración, el 33% tolerantes y el 30% ambivalentes. Respecto a si las leyes que regulan la entrada y permanencia de extranjeros son laxas o restrictivas, el 42% opina que son «demasiado tolerantes» -un porcentaje superior a años anteriores-, frente a sólo un 5% que las cree «más bien duras».
Fuente: laopinion.es 03/03/10
La actual crisis ha elevado el rechazo de la población española hacia los inmigrantes, cuyo número se considera «excesivo» especialmente en autonomías como Murcia, la Comunidad Valenciana y Aragón, y ha acrecentado su demanda de políticas migratorias más restrictivas. El informe 'Evolución del racismo y la xenofobia en España (2009)', elaborado por el Observatorio del Racismo del Ministerio de Trabajo e Inmigración, refleja en 400 páginas el avance de la menor receptividad ante el foráneo y la consolidación de una imagen negativa que la asocia al deterioro de las condiciones laborales.
Pese a la contención de los flujos migratorios, debido al nuevo escenario laboral y a un mayor control de inmigrantes en situación ilegal, la transigencia con el extranjero se hace depender cada vez más de las necesidades laborales y de su capacidad de integrarse, según las 2.800 respuestas de la encuesta anual del Observatorio, que se realiza desde 2005.
El requisito de adaptación se antepone incluso al empleo para permitir el acceso al país y, aunque la población autóctona aprecia la riqueza cultural que trae la inmigración (incluso más que la económica), no ocurre así con la religiosa (la más desaprobada).
Se asiente que los inmigrantes mantengan su cultura y costumbres, pero con la condición de que se avengan a las normas legales y sociales que configuran la vida en sociedad: «Que no molesten al resto de los españoles». No obstante, a la exigencia de que se integren no sigue pareja la voluntad, por parte de los españoles, de acrecentar actuaciones que contribuyan a su integración.
El análisis concluye que el 37% de los encuestados son reacios a la inmigración, el 33% tolerantes y el 30% ambivalentes. Respecto a si las leyes que regulan la entrada y permanencia de extranjeros son laxas o restrictivas, el 42% opina que son «demasiado tolerantes» -un porcentaje superior a años anteriores-, frente a sólo un 5% que las cree «más bien duras».
Además, el 39% de los encuestados opina «muy aceptable» que «se expulse del país a los inmigrantes legalmente instalados que cometan cualquier delito», y un 29% lo valoran «bastante aceptable». Esto último supondría un ascenso del acuerdo en dieciocho puntos respecto a 2005.
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