Fuente: islamenmurcia 07/02/10
Representantes de 26 comunidades islámicas (procedentes la mayoría de municipios murcianos, aunque tambien había alguno alicantino) se dieron cita ayer en la mezquita de la Comunidad Islámica Al-Firdaous de Beniaján, para escuchar al presidente de la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), Mbarek Demouche, y al imam de la comunidad Assalam de Murcia, Mohammed Benabderrahim, que hablaron del tema que da título a este artículo.
Un centenar de personas escuchó atentamente los discursos de estos dos ponentes y de otras personalidades de la FIRM como Abdelhadi Elkaidi (en la imagen vemos sentados en la mesa, de izquierda a derecha, a Demouche, Elakaidi y Benabderrahim). Se trataron asuntos de interés para los musulmanes que residen en la región de Murcia, como los relativos a su participación en la sociedad como ciudadanos con plenos derechos.
Tuve la ocasión de escuchar los discursos de los ponentes sentado en el suelo junto a un musulmán, vecino de Beniaján, que lleva varios años en Murcia, y que está sufriendo uno de los problemas que más afecta a la sociedad en su conjunto: el paro. Este hombre, que trabajaba de albañil, me dijo que en breve dejará de cobrar el subsidio por desempleo y que está preocupado porque no sabe qué va a hacer para alimentar a su familia.
Tambien me habló de su religión. Me dijo que sólo existe un ser supremo, llamado Alá por los musulmanes y Dios por los cristianos, pero que en cualquier caso, vivimos todos como hermanos bajo sus designios, sea cual sea nuestro lugar de nacimiento o la religión que profesemos. Este hombre me aseguró que en Beniaján nunca han tenido problemas de convivencia con los vecinos por la actividad que se desarrolla en la mezquita, y por eso no entendía qué puede haber de malo en que se abra una mezquita en Beniel.
Representantes de 26 comunidades islámicas (procedentes la mayoría de municipios murcianos, aunque tambien había alguno alicantino) se dieron cita ayer en la mezquita de la Comunidad Islámica Al-Firdaous de Beniaján, para escuchar al presidente de la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), Mbarek Demouche, y al imam de la comunidad Assalam de Murcia, Mohammed Benabderrahim, que hablaron del tema que da título a este artículo.
Un centenar de personas escuchó atentamente los discursos de estos dos ponentes y de otras personalidades de la FIRM como Abdelhadi Elkaidi (en la imagen vemos sentados en la mesa, de izquierda a derecha, a Demouche, Elakaidi y Benabderrahim). Se trataron asuntos de interés para los musulmanes que residen en la región de Murcia, como los relativos a su participación en la sociedad como ciudadanos con plenos derechos.
Tuve la ocasión de escuchar los discursos de los ponentes sentado en el suelo junto a un musulmán, vecino de Beniaján, que lleva varios años en Murcia, y que está sufriendo uno de los problemas que más afecta a la sociedad en su conjunto: el paro. Este hombre, que trabajaba de albañil, me dijo que en breve dejará de cobrar el subsidio por desempleo y que está preocupado porque no sabe qué va a hacer para alimentar a su familia.
Tambien me habló de su religión. Me dijo que sólo existe un ser supremo, llamado Alá por los musulmanes y Dios por los cristianos, pero que en cualquier caso, vivimos todos como hermanos bajo sus designios, sea cual sea nuestro lugar de nacimiento o la religión que profesemos. Este hombre me aseguró que en Beniaján nunca han tenido problemas de convivencia con los vecinos por la actividad que se desarrolla en la mezquita, y por eso no entendía qué puede haber de malo en que se abra una mezquita en Beniel.
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