Fuente: La Verdad (15/1/2010)Una firma puede llegar a causar dolor. En este caso por la intolerancia, según explica el imán de Beniel, Bagdad Herrize, quien afirma que los vecinos «tienen derecho a hacerlo, pero no nos gusta porque es un acto casi racista». Herrize explica que en algunas alegaciones presentadas se indica textualmente «no queremos moros», lo que para el imán no es una queja ni una excusa: «Nosotros vamos por la ley, si nos piden una cosa la hacemos. Hay que encontrar una solución, pediremos nuestros derechos».
Entre las deficiencias a las que se tendrá que enfrentar el ingeniero encargado de la redacción del proyecto para convertir la nave en una mezquita y centro cultural está la supresión de las barreras arquitectónicas o la señalización y habilitación de las salidas de emergencia, según se desprende de los documentos de alegaciones presentados ante el Ayuntamiento. También hay que redactar una memoria ambiental e incluir el reglamento de instalaciones térmicas, además de establecer la capacidad real del local, diseñar los planes contra incendios y adjuntar a la documentación los planes actualizados catastrales y los de distribución de los espacios.
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