Fuente: laverdad.es (12/12/2009)
La Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), el mayor colectivo de magrebíes del país con cerca de 24.300 asociados, entró ayer en escena en el 'caso Haidar' para criticar el «chantaje» al que, en su opinión, la activista saharaui pretende someter a los Gobiernos de Madrid y Rabat. La asociación, en una dura nota pública, lamentó que la huelga de hambre de Aminatu Haidar y las «maniobras manipuladoras» en este caso hayan abierto una «crisis» entre España y Marruecos.
«Por más que intentamos entender las razones humanitarias de este asunto, no podemos aceptar un chantaje en toda regla a los dos estados con la única pretensión de marcar una posición política evidentemente manipulada por terceros», apunta Atime, en velada referencia al Frente Polisario. Según el colectivo de trabajadores, es «inaceptable cualquier presión que pretenda modificar la agenda de las negociaciones entre las partes del conflicto auspiciada por Naciones Unidas».
Atime recuerda que la «ciudadana Aminatu» ha «rechazado» el pasaporte marroquí del que disfrutaba y se ha negado a aceptar el documento de viaje que le ofreció el Gobierno español. Sus continuas negativas «han dificultado una solución satisfactoria para todos y sobre todo para la interesada». Haidar, según Atime, es la que ha «elegido por libre voluntad» tener el «estatuto de apátrida».
El colectivo asegura no entender la posición de Haidar, máxime cuando la activista «ha podido disfrutar en el interior de Marruecos de todos sus derechos de opinión y de lucha pacífica por sus ideales», además de beneficiarse de ayudas públicas para víctimas de los conflictos en el Sáhara, que no han tenido otros marroquíes.
La Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), el mayor colectivo de magrebíes del país con cerca de 24.300 asociados, entró ayer en escena en el 'caso Haidar' para criticar el «chantaje» al que, en su opinión, la activista saharaui pretende someter a los Gobiernos de Madrid y Rabat. La asociación, en una dura nota pública, lamentó que la huelga de hambre de Aminatu Haidar y las «maniobras manipuladoras» en este caso hayan abierto una «crisis» entre España y Marruecos.
«Por más que intentamos entender las razones humanitarias de este asunto, no podemos aceptar un chantaje en toda regla a los dos estados con la única pretensión de marcar una posición política evidentemente manipulada por terceros», apunta Atime, en velada referencia al Frente Polisario. Según el colectivo de trabajadores, es «inaceptable cualquier presión que pretenda modificar la agenda de las negociaciones entre las partes del conflicto auspiciada por Naciones Unidas».
Atime recuerda que la «ciudadana Aminatu» ha «rechazado» el pasaporte marroquí del que disfrutaba y se ha negado a aceptar el documento de viaje que le ofreció el Gobierno español. Sus continuas negativas «han dificultado una solución satisfactoria para todos y sobre todo para la interesada». Haidar, según Atime, es la que ha «elegido por libre voluntad» tener el «estatuto de apátrida».
El colectivo asegura no entender la posición de Haidar, máxime cuando la activista «ha podido disfrutar en el interior de Marruecos de todos sus derechos de opinión y de lucha pacífica por sus ideales», además de beneficiarse de ayudas públicas para víctimas de los conflictos en el Sáhara, que no han tenido otros marroquíes.
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