La alta comisaria de los derechos humanos de las Naciones Unidas, Navi Pillay, dijo el martes que la prohibición de Suiza de construir minaretes era "profundamente disgregadora" y contraria a sus obligaciones internacionales legales.
Pillay dijo en un comunicado que prohibir una estructura arquitectónica vinculada al Islam o a cualquier otra religión era "claramente discriminatoria".
Los votantes suizos adoptaron la prohibición en un referéndum el domingo, desafiando al Gobierno y al Parlamento, que habían rechazado la iniciativa de la derecha por violar la Constitución suiza, la libertad de religión y una apreciada tradición de tolerancia en el país.
Pillay dijo que la prohibición era un "paso discriminatorio, profundamente divisorio y completamente desafortunado de Suiza, y supone un riesgo que coloca al país en colisión con sus obligaciones internacionales de derechos humanos".
Un organismo de derechos humanos de la ONU, compuesto por expertos independientes, dijo el mes pasado que la prohibición llevaría a Suiza al "no cumplimiento" del Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que ha ratificado.
El portavoz de Pillay, Rupert Colville, fue preguntado en rueda de prensa si eso significaba que Suiza estaba violando el pacto.
"No es lo mismo que decir que es una violación, pero está muy cerca", añadió.
La oficina de Pillay puede estar preparada para remitir su opinión si los críticos de la prohibición fueran a desafiarla en un tribunal, dijo.
El Consejo de Europa indicó el lunes que la prohibición despertaba inquietud sobre si derechos fundamentales protegidos por tratados internacionales deberían ser sometidos a la votación popular.
TRISTEZAUn grupo de políticos del SVP, el partido más grande del país, y de la Unión Federal Democrática reunieron firmas suficientes para forzar el referéndum sobre la iniciativa, que se oponía a la "Islamización de Suiza".
El póster de campaña mostraba la bandera suiza cubierta de minaretes en forma de misil y el retrato de una mujer con un chador negro y velo, una imagen asociada a un islam estricto.
"Dudo a la hora condenar una votación democrática, pero no dudo para nada de condenar el alarmismo antiextranjeros que ha caracterizado la campaña política en una serie de países, incluida Suiza, que ayuda a producir resultados como éste", dijo Pillay, ex juez sudafricana.
Suiza, país de 7,7 millones de habitantes, alberga más de 300.000 musulmanes, principalmente de Bosnia, Kosovo y Turquía.
Turquía se sumó a la oleada de preocupación internacional, calificando la votación de "desarrollo desafortunado contra los valores humanitarios y libertades fundamentales".
"Esta decisión del pueblo suizo causó gran tristeza en nuestro país", dijo el Ministerio de Exteriores, que añadió que esperaba que Suiza "diera pasos para corregir esta situación".
El diario suizo de mayor tirada, Blick, defendió la votación, asegurando que la prohibición de los minaretes no rechaza la libertad religiosa y que los inmigrantes tenían que hacer más de un esfuerzo para integrarse en la sociedad suiza.
"¡No deberíamos avergonzarnos!", dijo Blick en portada el martes. "Hemos de dar una respuesta clara a la cuestión de si los musulmanes aceptan nuestro sistema legal sin condiciones", añadió el editorial.
Comentarios
Publicar un comentario