Fuente: Convivir Sin Racismo de Murcia
La historia de Melanie Kapu comienza en 2007, cuando tras muchos años de sacrificio decide montar su propio negocio: un bar en la calle Actor José Crespo, nº5, en el Barrio del Carmen de la capital murciana. Desde el comienzo de las obras supo que su sueño iba a ser difícil de conseguir. La oposición de una pequeña parte de la comunidad de vecinos del edificio iba a adoptar varias formas posibles, legales e ilegales, desde el chantaje a la amenaza, pasando por constantes e infundadas denuncias a la policía local, a los técnicos de urbanismo,… un cóctel de actuaciones y declaraciones, algunas de evidente contenido racista, que ha impedido que el bar de Melanie pueda funcionar con normalidad.
Convivir sin racismo de Murcia tuvo conocimiento del caso de Melanie hace más de seis meses. Desde entonces la hemos acompañado en diversas gestiones de mediación con los vecinos, fallidas todas ellas, le hemos prestado asesoramiento legal y realizado acciones ante diversos órganos administrativos. Considerando las informaciones que tenemos de forma directa, pensamos que no estamos ante un caso más de problemas por las molestias que puede ocasionar un bar en una comunidad de vecinos, sino que en este caso nos encontramos con evidentes elementos racistas y xenófobos que dificultan todavía más la necesaria convivencia basada en la tolerancia y el respeto a la legalidad.
Para garantizar que todos los derechos de todas las personas sean respetados de igual manera es necesario que la sociedad murciana, sus asociaciones y sus instituciones condenen cualquier acto de discriminación contra cualquiera de sus integrantes, de sus ciudadanos. Y que de la condena pasemos a la búsqueda de soluciones basadas en el respeto a los derechos de todos, como establecen las leyes y normas vigentes.
Desde nuestra posición contra el racismo, la xenofobia y la defensa por la igualdad entre las personas, independientemente de su origen, denunciamos que se están multiplicando las situaciones en que el extranjero percibe y padece una discriminación en su vida diaria, buscando una vivienda, en la educación de sus hijos, en un centro de salud, en su trabajo o intentando buscarse la vida con un negocio como es el caso de Melanie.
Queremos una sociedad murciana informada y exigente para que se tomen las medidas necesarias para impulsar el respeto de la legalidad, la igualdad de derechos y oportunidades y la no-discriminación de las personas. Porque todas las personas que vivimos en esta tierra formamos su ciudadanía, y todos sus integrantes deberíamos tener y recibir los mismos derechos y respeto en una Murcia abierta y generosa, como proclama su tradición, y que a veces parece olvidar su propio pasado migrante. Cualquier acto de racismo, y este sin duda lo es, que todavía pervive en una parte de la ciudadanía murciana debe ser condenado y denunciado, si realmente queremos una sociedad murciana más integrada en su diversidad, más justa y más solidaria.
http://bardemelanie.blogspot.com/
La historia de Melanie Kapu comienza en 2007, cuando tras muchos años de sacrificio decide montar su propio negocio: un bar en la calle Actor José Crespo, nº5, en el Barrio del Carmen de la capital murciana. Desde el comienzo de las obras supo que su sueño iba a ser difícil de conseguir. La oposición de una pequeña parte de la comunidad de vecinos del edificio iba a adoptar varias formas posibles, legales e ilegales, desde el chantaje a la amenaza, pasando por constantes e infundadas denuncias a la policía local, a los técnicos de urbanismo,… un cóctel de actuaciones y declaraciones, algunas de evidente contenido racista, que ha impedido que el bar de Melanie pueda funcionar con normalidad.
Convivir sin racismo de Murcia tuvo conocimiento del caso de Melanie hace más de seis meses. Desde entonces la hemos acompañado en diversas gestiones de mediación con los vecinos, fallidas todas ellas, le hemos prestado asesoramiento legal y realizado acciones ante diversos órganos administrativos. Considerando las informaciones que tenemos de forma directa, pensamos que no estamos ante un caso más de problemas por las molestias que puede ocasionar un bar en una comunidad de vecinos, sino que en este caso nos encontramos con evidentes elementos racistas y xenófobos que dificultan todavía más la necesaria convivencia basada en la tolerancia y el respeto a la legalidad.
Para garantizar que todos los derechos de todas las personas sean respetados de igual manera es necesario que la sociedad murciana, sus asociaciones y sus instituciones condenen cualquier acto de discriminación contra cualquiera de sus integrantes, de sus ciudadanos. Y que de la condena pasemos a la búsqueda de soluciones basadas en el respeto a los derechos de todos, como establecen las leyes y normas vigentes.
Desde nuestra posición contra el racismo, la xenofobia y la defensa por la igualdad entre las personas, independientemente de su origen, denunciamos que se están multiplicando las situaciones en que el extranjero percibe y padece una discriminación en su vida diaria, buscando una vivienda, en la educación de sus hijos, en un centro de salud, en su trabajo o intentando buscarse la vida con un negocio como es el caso de Melanie.
Queremos una sociedad murciana informada y exigente para que se tomen las medidas necesarias para impulsar el respeto de la legalidad, la igualdad de derechos y oportunidades y la no-discriminación de las personas. Porque todas las personas que vivimos en esta tierra formamos su ciudadanía, y todos sus integrantes deberíamos tener y recibir los mismos derechos y respeto en una Murcia abierta y generosa, como proclama su tradición, y que a veces parece olvidar su propio pasado migrante. Cualquier acto de racismo, y este sin duda lo es, que todavía pervive en una parte de la ciudadanía murciana debe ser condenado y denunciado, si realmente queremos una sociedad murciana más integrada en su diversidad, más justa y más solidaria.
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