´Acabaré la huelga de hambre si dejan salir a Aminetu o para ir a su entierro´

Fuente: La Opinión (2/12/2009)

No se quita las Rayban ni en la sombra y el viento seco amenaza la estabilidad de su jaima. "Sólo faltaba que me matara", teme Maribel Linares, jefa de Sección de la Biblioteca Nebrija del Campus de la Merced, donde ayer montó su tinglado y se declaró en huelga de hambre. ¿Qué busca? Solidarizarse con Aminetu Haidar, la activista saharaui que permanece retenida en el aeropuerto de Lanzarote después de que el Gobierno marroquí la expulsara de El Aaiún y le confiscara el pasaporte.

- ¿Hasta cuándo piensa aguantar sólo bebiendo agua?

- Hasta que el Gobierno español la deje salir en el avión de vuelta a El Aaiún o hasta que tengamos que ir a su entierro. Ella no es española, si aceptara el pasaporte español sería distinta, ya no sería una saharaui que defiende a su pueblo.

- ¿Conoce a Aminetu Haidar?

- No, pero hoy todos somos Aminetu. Yo nací en Sidi Ifni, estuve allí hasta los 14 años y me vine a Murcia a estudiar Historia en la Universidad de Murcia. He tenido la suerte de vivir en el Sáhara otros cuatro años trabajando en el proyecto del Archivo Nacional Saharaui y soy miembro del Secretariado Nacional que está ayudando a montar una universidad en Tifariti porque los jóvenes están desesperados ya que después de estudiar sus carreras en Cuba no pueden ejercer sus profesiones.

- ¿Tiene permiso del Rectorado para montar la jaima en La Merced?

- Sí. El rector José Antonio Cobacho, que hace unos meses recibió aquí al presidente de la República Saharaui, debe pronunciarse sobre la cuestión, como lo ha hecho Saramago. Los saharauis llevan 34 años esperando a que se celebre el referéndum de autodeterminación y España está colaborando con Marruecos para que el conflicte no se resuelva. Todo lo que hace Marruecos tiene la connivencia del Gobierno español, antes con el PP y ahora con el PSOE.

- ¿Cómo es el pueblo saharaui?

- Viven en campos de refugiados en Argelia y su territorio está ocupado por Marruecos, pero no se van a doblegar nunca, ni se van a mezclar jamás. Su grito es ¡Sáhara Hurra! (¡Viva el Sáhara libre!).