Fuente: elpais.com
ABOUBAKR JAMAI - La Albatalia, Murcia - 27/10/2009
Les ruego que publiquen esta carta en respuesta a su entrevista/perfil de Samira Sitaïl publicada en la edición del sábado 24 de octubre. Me considero una víctima de la falta de ética profesional de la señora Sitaïl.
Con motivo de la polémica sobre las caricaturas del profeta Mahoma, el semanario marroquí Le Journal Hebdomadaire, que yo dirigía entonces, publicó el 10 de febrero de 2006 un reportaje sobre el tema. El lunes siguiente se empezaron a convocar manifestaciones contra nuestra publicación. La primera tuvo lugar ante el Parlamento. Se nos acusaba de haber difamado al profeta Mahoma. Esa misma tarde, el telediario de 2M, cuya principal responsable es Samira Sitaïl, emitió un reportaje que concluía con las siguientes palabras: "Esta publicación es conocida por su aversión a los valores sagrados de nuestro país".
En un país en el que hay personas que han matado o desean hacerlo en nombre del islam, los servicios informativos de 2M acababan de decir a sus telespectadores que Le Journal había insultado al profeta. Pero eso no fue todo, al día siguiente continuó. Esta vez la concentración se desarrolló ante la sede de Le Journal. Y también ese día, el telediario de la tarde de 2M estuvo en buena medida dedicado a dar cuenta de esa manifestación en la que se corearon consignas antisemitas. Más tarde quedó demostrado que estas manifestaciones habían sido organizadas por el Estado, concretamente por el Gobierno Civil de Casablanca. Varios periódicos, entre ellos EL PAÍS, confirmaron en sus crónicas que el Estado fue el instigador de ese ataque contra nosotros.
Soy periodista desde 1997; mi revista ha sido prohibida en dos ocasiones, he sido juzgado varias veces por el código de prensa e incluso me he visto obligado a hacer una huelga de hambre. Pero nunca había tenido miedo por la seguridad física de mis hijos y de mi familia hasta el día en que el telediario dirigido por Sitaïl me presentó a mí y a los demás periodistas de Le Journal Hebdomadaire como los enemigos del islam.
Les escribo desde Murcia, donde resido actualmente. No puedo seguir viviendo en mi país debido, precisamente, al ensañamiento judicial fomentado por el régimen marroquí que defiende Samira Sitaïl a través de los telediarios de 2M.
ABOUBAKR JAMAI - La Albatalia, Murcia - 27/10/2009
Les ruego que publiquen esta carta en respuesta a su entrevista/perfil de Samira Sitaïl publicada en la edición del sábado 24 de octubre. Me considero una víctima de la falta de ética profesional de la señora Sitaïl.
Con motivo de la polémica sobre las caricaturas del profeta Mahoma, el semanario marroquí Le Journal Hebdomadaire, que yo dirigía entonces, publicó el 10 de febrero de 2006 un reportaje sobre el tema. El lunes siguiente se empezaron a convocar manifestaciones contra nuestra publicación. La primera tuvo lugar ante el Parlamento. Se nos acusaba de haber difamado al profeta Mahoma. Esa misma tarde, el telediario de 2M, cuya principal responsable es Samira Sitaïl, emitió un reportaje que concluía con las siguientes palabras: "Esta publicación es conocida por su aversión a los valores sagrados de nuestro país".
En un país en el que hay personas que han matado o desean hacerlo en nombre del islam, los servicios informativos de 2M acababan de decir a sus telespectadores que Le Journal había insultado al profeta. Pero eso no fue todo, al día siguiente continuó. Esta vez la concentración se desarrolló ante la sede de Le Journal. Y también ese día, el telediario de la tarde de 2M estuvo en buena medida dedicado a dar cuenta de esa manifestación en la que se corearon consignas antisemitas. Más tarde quedó demostrado que estas manifestaciones habían sido organizadas por el Estado, concretamente por el Gobierno Civil de Casablanca. Varios periódicos, entre ellos EL PAÍS, confirmaron en sus crónicas que el Estado fue el instigador de ese ataque contra nosotros.
Soy periodista desde 1997; mi revista ha sido prohibida en dos ocasiones, he sido juzgado varias veces por el código de prensa e incluso me he visto obligado a hacer una huelga de hambre. Pero nunca había tenido miedo por la seguridad física de mis hijos y de mi familia hasta el día en que el telediario dirigido por Sitaïl me presentó a mí y a los demás periodistas de Le Journal Hebdomadaire como los enemigos del islam.
Les escribo desde Murcia, donde resido actualmente. No puedo seguir viviendo en mi país debido, precisamente, al ensañamiento judicial fomentado por el régimen marroquí que defiende Samira Sitaïl a través de los telediarios de 2M.
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