Fuente: eldiariomontanes.es (o1/09/09)
Foto: Dolors Bramon y Gema Martín
La directora del Instituto Internacional de Estudios Árabes responsabiliza a los medios de la imagen sesgada que existe del Islam.
«La radicalización tiene origen político», añade
Atribuye la responsabilidad del sesgo a los medios informativos. «La identificación del Islam con el terrorismo es consecuencia de un conocimiento insuficiente de la realidad», denunció la directora de Casa Árabe-Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán (IEAM), Gema Martín, mientras articulaba la explicación con la que diferenciar Islamismo de Islam.
«Una cosa es la religión entendida como base, y otra distinta el uso que ciertos colectivos hacen de ella para obtener algún beneficio político», detalló para criticar las movimientos islamistas que utilizan los contextos de ciertos países para lograr el poder a través de la manipulación.
El acercamiento de una realidad distante para Occidente configura las charlas del seminario 'Islamismos en contexto: participación política, contestación y rebelión', de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, en el que también participan la profesora del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Barcelona, Dolors Bramon, y la profesora de Ciencias Políticas de la UNED, Nazanin Amirian.
«La radicalización tiene unas raíces profundas en las cuestiones políticas perpetradas durante años», explicó Martín. El despotismo oprime a una sociedad que no ve soluciones a los problemas más acuciantes, como los económicos. La situación repercute especialmente en las previsiones de futuro de unos jóvenes que no vislumbran posibilidad de cambio. «A todo ello se une la agresiva política exterior de Occidente, más injerente que orientada en la solución de los problemas», y es entonces cuando se fragua el caldo de cultivo del radicalismo. «Hay mucha rabia contenida en Medio Oriente», expresó. Aunque la imagen proyectada es muy irreal.
El Islam pacífico
«La inmensa mayoría de los islamismos son pacíficos y reformistas, pero al tiempo menos noticiables», adujo Martín para restar especificidad a los movimientos surgidos en torno al Islam y transportarlos al resto de religiones, y al mundo occidental. «Las polémicas en torno a la 'Madrasa' (escuelas islámicas), aparecen debido al adoctrinamiento literalista, riguroso y combativo. Pero en realidad es una corriente que también se encuentra en Europa o EE UU», afirmó para recordar la existencia de centros que se rigen por los mismos términos respecto al cristianismo.
El reflejo en un contexto más cercano acercó la temática a la realidad española, para descubrir la desunión existente entre las diferentes organizaciones islámicas nacionales. La Ley existe desde 1992, pero «la falta de consenso entre los islamistas españoles conversos y los inmigrantes, impide la puesta en práctica de unos derechos que el marco legal reconoce desde hace mucho tiempo», expresó Dolors Bramon.
Foto: Dolors Bramon y Gema Martín
La directora del Instituto Internacional de Estudios Árabes responsabiliza a los medios de la imagen sesgada que existe del Islam.
«La radicalización tiene origen político», añade
Atribuye la responsabilidad del sesgo a los medios informativos. «La identificación del Islam con el terrorismo es consecuencia de un conocimiento insuficiente de la realidad», denunció la directora de Casa Árabe-Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán (IEAM), Gema Martín, mientras articulaba la explicación con la que diferenciar Islamismo de Islam.
«Una cosa es la religión entendida como base, y otra distinta el uso que ciertos colectivos hacen de ella para obtener algún beneficio político», detalló para criticar las movimientos islamistas que utilizan los contextos de ciertos países para lograr el poder a través de la manipulación.
El acercamiento de una realidad distante para Occidente configura las charlas del seminario 'Islamismos en contexto: participación política, contestación y rebelión', de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, en el que también participan la profesora del Departamento de Estudios Semíticos de la Universidad de Barcelona, Dolors Bramon, y la profesora de Ciencias Políticas de la UNED, Nazanin Amirian.
«La radicalización tiene unas raíces profundas en las cuestiones políticas perpetradas durante años», explicó Martín. El despotismo oprime a una sociedad que no ve soluciones a los problemas más acuciantes, como los económicos. La situación repercute especialmente en las previsiones de futuro de unos jóvenes que no vislumbran posibilidad de cambio. «A todo ello se une la agresiva política exterior de Occidente, más injerente que orientada en la solución de los problemas», y es entonces cuando se fragua el caldo de cultivo del radicalismo. «Hay mucha rabia contenida en Medio Oriente», expresó. Aunque la imagen proyectada es muy irreal.
El Islam pacífico
«La inmensa mayoría de los islamismos son pacíficos y reformistas, pero al tiempo menos noticiables», adujo Martín para restar especificidad a los movimientos surgidos en torno al Islam y transportarlos al resto de religiones, y al mundo occidental. «Las polémicas en torno a la 'Madrasa' (escuelas islámicas), aparecen debido al adoctrinamiento literalista, riguroso y combativo. Pero en realidad es una corriente que también se encuentra en Europa o EE UU», afirmó para recordar la existencia de centros que se rigen por los mismos términos respecto al cristianismo.
El reflejo en un contexto más cercano acercó la temática a la realidad española, para descubrir la desunión existente entre las diferentes organizaciones islámicas nacionales. La Ley existe desde 1992, pero «la falta de consenso entre los islamistas españoles conversos y los inmigrantes, impide la puesta en práctica de unos derechos que el marco legal reconoce desde hace mucho tiempo», expresó Dolors Bramon.
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