Fuente: La Opinion (22/8/2009)
Las mezquitas de la Región se preparan para acoger a los fieles del Islam que vivirán durante treinta días su festividad más importante
Treinta días para ayunar, para rezar, para leer el Corán, para abrir las puertas de las casas y dar de comer al vecino que no tiene, para olvidar rencores y reunirse para festejar. Todas estas actividades describen lo que será el Ramadán para los casi 80.000 musulmanes que viven en la Región de Murcia y que, a partir de hoy, celebran la fecha más importante para su religión, el Islam.
Durante estos treinta días los musulmanes se reunirán en las mezquitas o, en su defecto, en las zonas o edificios que se hayan acondicionado para rezar y 'romper el ayuno'. Precisamente, la Unión de Comunidades Islámicas (UCID) de Murcia ha querido lanzar un llamamiento e invitar a la población general, sea cual sea su religión, a compartir el acto de 'romper el ayuno', que consiste en volver a comer después de estar todo el día sin hacerlo.
De este modo, según el secretario de UCID en Murcia, Mohamed Reda El Qady, "hoy, sábado, a las ocho menos cuarto de la noche, todos los murcianos están invitados a comer la sopa tradicional islámica con nosotros en la mezquita del barrio del Carmen", anunció. Esta iniciativa persigue mejorar la convivencia dando a conocer las costumbres musulmanas entre los murcianos.
Del mismo modo, Mohamed Reda El Qady pide a quienes vayan a celebrar el Ramadán en Murcia que sean respetuosos y no causen molestias a los vecinos de los barrios donde estén ubicadas las distintas mezquitas.
El último día del Ramadán, los musulmanes se reunirán por miles en los lugares habilitados en distintos puntos de la Región para concluir el Ramadán. Esta es una de las fiestas del Islam reconocida a los musulmanes en España que permiten solicitar un día no laboral a cambio de una de las festividades cristianas.
Un mes donde reina el espíritu solidario
"No es musulmán quien duerme con el estómago lleno cuando tiene un vecino que no tiene nada para comer". Así explicaba el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en Murcia, Mohamed Reda El Qady, cómo era el espíritu de la fecha más importante para los fieles del Islam.El Ramadán dura treinta días y su comienzo se fija en función del calendario islámico y los ciclos de la luna.
Durante ese mes, los musulmanes establecen ayuno desde la salida hasta la puesta del sol. El ayuno se refiere tanto a la alimentación -comida y bebida- como a las relaciones sexuales. Cuando el sol se pone, se 'rompe el ayuno', es decir, se terminan las prohibiciones y la manera de 'romperlo' es con una oración y, por lo general, en compañía. De hecho, se rezan oraciones exclusivas de la festividad.
Reda El Qady explicó que el ayuno es una acción simbólica con los que no tienen que comer e incidió en que esta celebración tiene sobre todo una faceta solidaria "se da limosna, se ayuda a los vecinos, se invita a comer a los que no tienen, se abren las puertas de las casas y se perdonan los conflictos", detalló el secretario.
Pero no todos los musulmanes ayunan en el Ramadán. Algunos como los menores de ocho años y las mujeres embarazadas, no tienen que hacerlo. "Los niños empiezan a ayunar poco a poco, se les enseña gradualmente para que no sea perjudicial a su salud", apostilló Reda El Qady. Los enfermos pueden dejar de ayunar hasta que se encuentren bien, pero luego deberán recuperar los días de abstinencia fuera del tiempo del Ramadán.
Del mismo modo, hay muchas más excepciones y casos a la hora de perdonar o recuperar el ayuno. Por ejemplo, algunos enfermos pueden comer, siempre que inviten a un pobre a compartir la mesa con ellos.
Los lugares de culto se quedan pequeños
La oración durante el Ramadán es diaria y debería realizarse en la mezquita. Actualmente, según el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en Murcia, Mohamed Reda El Qady, en la ciudad de Murcia hay tres mezquitas.
"Ya fuera de la época del Ramadán no cabemos todos. Ahora con la celebración, los fieles que acuden al templo se duplican. Algunos se quedan en la puerta, arrodillados en las aceras de las calles y algunos vecinos terminan quejándose", explicó Reda El Qady, quien también solicitó a la Administración Pública un terreno para la construcción de una gran Mezquita.
"Sólo pedimos un lugar, del resto nos haríamos cargo nosotros. Creemos que sería un gesto precioso por parte de la Administración para los fieles del Islam, que somos la primera religión minoritaria en la Región", detalló Reda El Qady. El último día del Ramadán, los fieles del Islam se reúnen en lugares públicos habilitados, como el pabellón deportivo del barrio de El Infante en la ciudad de Murcia.
La crisis no afecta cuando la limosna es obligatoria
Entre los preceptos del Ramadán existen dos clases de limosnas, las que son obligatorias y las que no. Aunque la desaceleración económica ha perjudicado de manera muy directa a los inmigrantes de la Región, para el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en Murcia, Mohamed Reda El Qady, "la crisis no se tiene muy en cuenta cuando la limosna es obligatoria, no tiene sentido". Aunque, aclaró que la situación económica sí podría incidir en las donaciones voluntarias que, aclaró Reda El Qady, podrían verse reducidas, aunque no desaparecer. "Yo creo que si antes alguien compraba un kilo de carne para invitar a sus vecinos a comer al caer la noche, ahora comprará tres cuartos, pero no se va a dejar de festejar ni de invitar al vecino", aclaró el secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en Murcia.
Más de cien presos ayunarán entre rejas en Sangonera
La cárcel de Sangonera tiene entre sus paredes a más de un centenar de presos musulmanes. Por ello, la dirección del centro ha habilitado un programa para que puedan cumplir los preceptos del Ramadán. A partir de hoy, los reos que lo hayan solicitado -casi todos los de esta religión- ayunarán durante todo el día y sólo tendrán una comida a la caída de la noche. Este año la festividad musulmana ha caído en agosto, por lo que las noches son más cortas y llegan más tarde. Por tanto, durante los primeros días del Ramadán se les servirá la comida en sus celdas, en recipientes desechables que la mantengan caliente para el momento en que terminen sus rezos. Conforme haya menos horas de luz, se cambiará la mecánica y los presos cenarán en el comedor después de que lo hagan el resto de internos, cuyo turno tiene lugar al anochecer.
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