Fuente: La Opinión (14/7/2009)
A. I. Ojeda, uno de los delincuentes más temidos y ahora buscados por la Policía y la Guardia Civil en la Región, traficaba con drogas y armas, y atracaba joyerías
Uno de los dos fugados de la prisión de Castellón el pasado sábado es Andrés Indalecio Ojeda López, de 26 años, nacido en Casablanca (Marruecos) y uno de los delincuentes más peligrosos de la Región, según las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ojeda tiene antecedentes penales por un amplío historial delictivo que incluye tráfico de drogas y armas, y violentos asaltos a joyerías. Ojeda además estuvo relacionado con una célula islamista afincada en Murcia, aunque nunca se logró probar su participación activa en la misma. Fuentes penitenciarias creen que su conversión al Islam podría tratarse de una estrategia para evitar agresiones en prisión. Ojeda ejercía una gran influencia sobre los presos. Tanta que estos le consideraba como una especie de imán. Se rodeó de marroquíes a los que usaba para acceder a los proveedores de droga.
Hace cuatro años la Fiscalía narraba durante el juicio por el que cumplía condena en Castellón que el secuestro de Brahim B. se produjo el 13 de agosto del año 2005. Aquella noche, la del rapto, Andrés Ojeda y José Antonio C. asaltaron al traficante de drogas Brahim sobre las nueve de la noche cuando éste salía de un bar en Beniel. Andrés y Antonio se hicieron pasar por policías. Portaban placas falsas y armas verdaderas. Esposaron y obligaron a Brahim a entrar en un vehículo en el que esperaba una tercera persona. Allí le cubrieron la cabeza con un pasamontañas y le condujeron hasta una casa en la pedanía de San Ginés.
Ya en la vivienda ataron de pies y manos a Brahim a una cama. Después comenzó la tortura. Todos los implicados en aquella sucesión de dolor sospechaban que Brahim les había robado drogas y dinero. Los captores de Brahim se emplearon a fondo durante el interrogatorio. Primero le golpearon; después le cortaron el dedo pulgar de la mano izquierda con una navaja; y para terminar le infligieron descargas eléctricas con un cable y le quemaron con una plancha en el abdomen y las piernas. Brahim no dijo nada del dinero ni de las drogas. Dos días después fue abandonado en un huerto de Beniel. Sus captores le dejaron atado a un árbol.
Junto a Ojeda se fugó su compañero de celda, el marroquí Fateh Elagi, también condenado por aquel siniestro incidente. Ambos cortaron los barrotes y se desprendieron con sábanas hasta la calle. Ni túneles ni un motín, simplemente una lima y telas atadas para formar una liana con la que consiguieron alcanzar el tejado de la prisión. Cuando se encontraban en el perímetro de la cárcel, saltó la alarma, pero cuando acudieron efectivos de la Guardia Civil, los dos presos ya se habían escapado. Los dos fugados tienen su residencia habitual en Murcia. La Policía vigila sus lugares comunes en la Región. También se sospecha que puede haber huido a Francia o Marruecos, donde tiene familia.
Ya intentó huir de la prisión de Sangonera
La del sábado no es su primera experiencia. Andrés I. Ojeda ya intentó fugarse de la prisión de Sangonera en el año 2006 usando la misma técnica que sí le surtió efecto en Castellón. Pero en aquella ocasión no hubo suerte. La secretaría general de Instituciones Penitenciarias ha abierto un expediente para conocer las circunstancias en que se produjo la fuga de los dos presos de la cárcel de Castellón. Además, se ha comprometido ha mejorar las condiciones de seguridad. La del sábado es la tercera fuga que se produce en el centro penitenciario castellonense desde 1995.
Desde Instituciones Penitenciarias han hecho hincapié en la seguridad de la prisión, al asegurar que esta tercera fuga se ha producido "a doce años de la segunda, que tuvo lugar en 1997".
En cuanto a la investigación, la Guardia Civil está trabajando para lograr la detención de los fugados, al mismo tiempo que se empieza la investigación sobre las circunstancias de la fuga que se produjo de madrugada, cuando los dos delincuentes saltaron desde el techo de la cárcel a la calle. Desde Instituciones Penitenciarias resaltaron "que los dos presos volverán a la cárcel para cumplir más años de los que les quedaban".
Un juicio marcado por la seguridad
El primer día del juicio a Andrés I. Ojeda López y sus cómplices por el secuestro de Brahim B el 29 de octubre del año pasado estuvo marcado por las fuertes medidas de seguridad. La Policía y la Guardia Civil cachearon a todo el que accedió a los juzgados de la Audiencia Provincial de Murcia por la peligrosidad de los delincuentes.
A. I. Ojeda, uno de los delincuentes más temidos y ahora buscados por la Policía y la Guardia Civil en la Región, traficaba con drogas y armas, y atracaba joyerías
Uno de los dos fugados de la prisión de Castellón el pasado sábado es Andrés Indalecio Ojeda López, de 26 años, nacido en Casablanca (Marruecos) y uno de los delincuentes más peligrosos de la Región, según las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ojeda tiene antecedentes penales por un amplío historial delictivo que incluye tráfico de drogas y armas, y violentos asaltos a joyerías. Ojeda además estuvo relacionado con una célula islamista afincada en Murcia, aunque nunca se logró probar su participación activa en la misma. Fuentes penitenciarias creen que su conversión al Islam podría tratarse de una estrategia para evitar agresiones en prisión. Ojeda ejercía una gran influencia sobre los presos. Tanta que estos le consideraba como una especie de imán. Se rodeó de marroquíes a los que usaba para acceder a los proveedores de droga.
Hace cuatro años la Fiscalía narraba durante el juicio por el que cumplía condena en Castellón que el secuestro de Brahim B. se produjo el 13 de agosto del año 2005. Aquella noche, la del rapto, Andrés Ojeda y José Antonio C. asaltaron al traficante de drogas Brahim sobre las nueve de la noche cuando éste salía de un bar en Beniel. Andrés y Antonio se hicieron pasar por policías. Portaban placas falsas y armas verdaderas. Esposaron y obligaron a Brahim a entrar en un vehículo en el que esperaba una tercera persona. Allí le cubrieron la cabeza con un pasamontañas y le condujeron hasta una casa en la pedanía de San Ginés.
Ya en la vivienda ataron de pies y manos a Brahim a una cama. Después comenzó la tortura. Todos los implicados en aquella sucesión de dolor sospechaban que Brahim les había robado drogas y dinero. Los captores de Brahim se emplearon a fondo durante el interrogatorio. Primero le golpearon; después le cortaron el dedo pulgar de la mano izquierda con una navaja; y para terminar le infligieron descargas eléctricas con un cable y le quemaron con una plancha en el abdomen y las piernas. Brahim no dijo nada del dinero ni de las drogas. Dos días después fue abandonado en un huerto de Beniel. Sus captores le dejaron atado a un árbol.
Junto a Ojeda se fugó su compañero de celda, el marroquí Fateh Elagi, también condenado por aquel siniestro incidente. Ambos cortaron los barrotes y se desprendieron con sábanas hasta la calle. Ni túneles ni un motín, simplemente una lima y telas atadas para formar una liana con la que consiguieron alcanzar el tejado de la prisión. Cuando se encontraban en el perímetro de la cárcel, saltó la alarma, pero cuando acudieron efectivos de la Guardia Civil, los dos presos ya se habían escapado. Los dos fugados tienen su residencia habitual en Murcia. La Policía vigila sus lugares comunes en la Región. También se sospecha que puede haber huido a Francia o Marruecos, donde tiene familia.
Ya intentó huir de la prisión de Sangonera
La del sábado no es su primera experiencia. Andrés I. Ojeda ya intentó fugarse de la prisión de Sangonera en el año 2006 usando la misma técnica que sí le surtió efecto en Castellón. Pero en aquella ocasión no hubo suerte. La secretaría general de Instituciones Penitenciarias ha abierto un expediente para conocer las circunstancias en que se produjo la fuga de los dos presos de la cárcel de Castellón. Además, se ha comprometido ha mejorar las condiciones de seguridad. La del sábado es la tercera fuga que se produce en el centro penitenciario castellonense desde 1995.
Desde Instituciones Penitenciarias han hecho hincapié en la seguridad de la prisión, al asegurar que esta tercera fuga se ha producido "a doce años de la segunda, que tuvo lugar en 1997".
En cuanto a la investigación, la Guardia Civil está trabajando para lograr la detención de los fugados, al mismo tiempo que se empieza la investigación sobre las circunstancias de la fuga que se produjo de madrugada, cuando los dos delincuentes saltaron desde el techo de la cárcel a la calle. Desde Instituciones Penitenciarias resaltaron "que los dos presos volverán a la cárcel para cumplir más años de los que les quedaban".
Un juicio marcado por la seguridad
El primer día del juicio a Andrés I. Ojeda López y sus cómplices por el secuestro de Brahim B el 29 de octubre del año pasado estuvo marcado por las fuertes medidas de seguridad. La Policía y la Guardia Civil cachearon a todo el que accedió a los juzgados de la Audiencia Provincial de Murcia por la peligrosidad de los delincuentes.
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