Un profesor de la Federación Islámica de Murcia detenido en Italia por terrorismo internacional

Fuente: Marruecos Digital (7/12/2008)

El pasado martes 18 de noviembre, la policía italiana inició una redada contra miembros de la asociación islamista no reconocida "Al Adl Wal Ihssane" (Justicia y Espiritualidad), que se saldó con 11 detenidos acusados de formar parte de una "asociación de malhechores con fines terroristas a nivel internacional". La fiscalía de la ciudad de Trieste ha comenzado a investigar a ciudadanos de origen extranjero y a los centros culturales y los círculos próximos a la asociación marroquí Justicia y Libertad.

Paralelamente a esta investigación, la brigada financiera está inspeccionando los recursos económicos de la organización no reconocida. Estas investigaciones permitieron descubrir la estructura organizativa del movimiento, identificar a centenares de sus afiliados (naturales en su mayoría de Marruecos) e identificar las fuentes de financiación del movimiento y la forma en que trasferían los fondos recaudados hacia el extranjero.

La policía italiana afirma que los medios confiscados en los domicilios, centros culturales y locales vinculados con "Adl Wal Ihssane" (ordenadores, DVD, casetes y manuscritos) revelan que el movimiento pertenece a la corriente yihadista. Por estos motivos, defienden que, aunque Justicia y Espiritualidad afirma obrar con fines caritativos, en realidad se trata de una organización de carácter integrista.

Desde Justicia y Espiritualidad, defienden que ellos se oponen por principio a la violencia. Lo que podemos encontrar en la página web del fundador del movimiento, el jeque Abdeslam Yassine (http://yassine.net/en), es que el objetivo de Justicia y Espiritualidad es conseguir el “califato global”. La hija de este jeque, Nadia Yassine, es la figura pública más importante de este movimiento perseguido por el gobierno marroquí.

Ella, Nadia Yassine, señala que esta maniobra del gobierno italiano responde a presiones del gobierno marroquí que teme la pérdida de su legitimidad religiosa. Acusa al ministro de asuntos religiosos, de preparar programas dirigidos tanto a la totalidad del territorio marroquí, como al colectivo de emigrantes marroquíes en Europa, formándolos mediante un consejo de ulemas cuya función es inculcar la sumisión y la inclinación ante el sistema y la aceptación de la posición de rebaño. Es decir, que se defienden como fuerza democrática frente al que ellos consideran autoritario reino alauí.

En su web refleja la opinión que le merece el gobierno marroquí, y afirma que estas detenciones son “una maniobra politizada cuyo objetivo es minimizar una potencia pacífica de pujante veracidad cuyos miembros quieren fundar una verdadera colaboración ciudadana que puede adquirir un avenimiento político que no está en el beneficio del sistema vigente sino que constituiría un peligro para él.

“No hay que olvidar que tanto el fundador de este movimiento y padre de Nadia, como su marido, fueron encarcelados en Marruecos y que ella se vio privada de la obtención de su pasaporte hasta 2003. Actualmente se le persigue judicialmente por atentar contra las instituciones de la nación después de una entrevista concedida al semanal marroquí “Al Ousbouiya Al Jadida” en la cual expresaba su posición en lo referente a la monarquía y el sistema de gobierno en Marruecos.

Lo cierto es que este movimiento no reconocido ha reforzado su existencia de manera asombrosa en la mayoría de los países de la comunidad europea, fundando consejos religiosos y convirtiéndose en el primer formador religioso en varios países sobre todo en España en comunidades tales como Andalucía, Murcia y Madrid.

De hecho, uno de los once detenidos en Italia ha sido profesor en algunos de los cursos de formación de imames realizados por la Federación Islámica de la Región de Murcia (FIRM), vinculada a Justicia y Espiritualidad.

Desde algunos sectores europeos se ven poco claros los intereses de este movimiento y se considera que está desempeñando el papel que compete a Marruecos y al país de acogida.
Parece tratarse de un confrontación entre el gobierno marroquí y Justicia y Espiritualidad, en la que los gobiernos europeos aún no han decidido cómo posicionarse.

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