Reivindican la construcción de una mezquita central en Murcia.
Vecinos de Cabezo de Torres recogen firmas para parar la de la pedanía.
Tienen el aliento y el poder que les concede el respaldo de 70.000 fieles a sus espaldas.
Son la segunda religión más mayoritaria de la Región y ya cuentan con cerca de cincuenta refugios espirituales distribuidos por toda la geografía regional. No obstante, lejos de alcanzar una meta, la comunidad islámica de Murcia desea fervientemente seguir creciendo. «Nuestro proyecto es llegar a tener una mezquita en cada pueblo y una central en la capital».
La comunidad islámica del barrio murciano de San Andrés, perteneciente a la federación islámica de la Región (FIRM), fue la encargada, en la mañana de ayer, de dar a conocer las inquietudes de su entorno. «Queremos que la gente entienda y que sea muy consciente que cuando los musulmanes nos decidimos a abrir una mezquita», explica con voz rota su portavoz Abdelali El Fatehy, «lo hacemos para cumplir con nuestros deberes religiosos, para fomentar proyectos culturales y para entablar una buena relación con sus vecinos».
Oposición en Cabezo
El discurso defensivo de Abdelali no es en vano. La iniciativa de construir unos de sus edificios religiosos en la pedanía de Cabezo de Torres se ha encontrado, de repente, con el obstáculo de la oposición vecinal. «El alcalde no ha negado, en ningún momento, la legalidad de esta construcción, pero la gente que vive allí está empezando a recoger firmas».
La comunidad islámica no encuentra respuesta posible a tal rechazo y recuerda que, en diez años de convivencia en la Región, «nunca ha habido problemas» en su relación con los murcianos. Abdelali reconoce que la acción de los extremistas musulmanes no ha ayudado a su consideración dentro de la comunidad murciana, pero aclara rotundamente «que nosotros condenamos cualquier tipo de terrorismo».
La obstaculización de la mezquita de Cabezo de Torres frena los planes de expansión, que la comunidad explica en la amplia población musulmana que, actualmente, reside en esta comunidad. Ésta justificaría la implantación de uno de estos edificios en cada uno de los municipios murcianos.
No obstante, los proyectos de esta comunidad no cesan y, desde hace años, vienen persiguiendo la construcción de una gran mezquita central en la capital murciana. «Ya en el año 2000 planteamos un gran proyecto que contaba con la ayuda de Arabia Saudí, pero fue rechazado», explica. La idea de crear un gran centro islámico en la Región surgió de la iniciativa de un empresario sirio. Esta idea llegó incluso hasta los oídos de la casa real saudí, que se ofreció a financiar el proyecto, valorado en mil millones de las antiguas pesetas. No obstante, la Comunidad debía ceder los terrenos sobre los que este edificio debía alzarse, cosa que no hizo.
«Siete años después retomamos esa idea y, ahora, queremos que el Gobierno regional la acepte». En 2000, cuando el Ejecutivo de Valcárcel rechazó este proyecto, 20.000 musulmanes residían en Murcia. En siete años, la población islámica se ha triplicado.
«Este edificio podría servir de punto de reunión central para todos los musulmanes de la Región», explica Abdelali. La religión musulmana dicta que, dos veces al año, los fieles deben congregarse en una masiva reunión, acogida en un gran templo. Esas citas coinciden con el Ramadán y con la conocida como fiesta del sacrificio.
La comunidad islámica precisa un punto de referencia espiritual que no les obligue a salir de la comunidad y están dispuestos a luchar por ello. «Queremos que las autoridades demuestren, de una vez, que la convivencia intercultural es una realidad», concluye Abdelali.
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