Una historia de piratas

Artículo Aurelio de Paz, del Grupo de Apoyo a la campaña "Rumbo a Gaza" en la Región de Murcia
El barco, Mavi Mármara fue adquirido en 2010 por 800.000 $ procedente de donaciones por la ONG Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH) (İnsani Yardım Vakfı). Partió de Anatolia el 22 de mayo de 2010 para unirse al resto de la flotilla junto al Gazze y al Defne Y. Llevaba a bordo 581 pasajeros y 10.000 toneladas de ayuda humanitaria para la franja de Gaza, bloqueada por Israel desde 2007 cuando los resultados de unas elecciones democráticas así calificadas por las misiones internacionales de observación, no fueron del agrado del gobierno de Israel.

El 31 de mayo de 2010 fue abordado, por elementos de las Fuerzas Armadas israelíes, en aguas internacionales y en un acto de piratería sin precedentes en el Mediterráneo desde hace varios siglos, mientras intentaba romper el bloqueo a la franja de Gaza con varios diplomáticos y figuras públicas a bordo. Nueve pasajeros perdieron la vida en el asalto de las tropas israelíes y otros 60 sufrieron heridas.

La «Flota de la Libertad», en la que viajaban 633 personas de 37 países, pretendía llevar unas 10.000 toneladas de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, rompiendo así el bloqueo impuesto por Israel al territorio palestino. El ataque provocó duras críticas a Israel por parte de distintos gobiernos y organizaciones internacionales, incluyendo la llamada a consultas de varios embajadores.

Turquía, país de procedencia, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores calificó de «inaceptable» el asalto al convoy, exhortando a Israel a «afrontar las consecuencias de este comportamiento».

Numerosos gobiernos en el mundo, afirmaron que la interceptación militar de la flotilla de ayuda a Gaza vulneraba «los principios del derecho internacional y es un inhumano terrorismo de Estado». El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon llamó a Israel a levantar su bloqueo sobre Gaza, afirmando que si lo hubiese hecho previamente el ataque no habría tenido lugar.
La carga de ayuda humanitaria trasportada por la flotilla permanece desde que fue interceptada por las autoridades israelíes entre el paso fronterizo de Kerem Shalom y el puerto de Asdod.
Para quienes apoyamos la inicitiva, la culpa de la no transferencia de las mercancías es de Israel, por querer imponer sus condiciones: "el problema reside en la ocupación israelí, que impone las condiciones y mecanismos que quiere, y no los que las organizaciones internacionales quieren”.

La ONU ha descrito el bloqueo como un “castigo colectivo” y ha criticado la insuficiente cantidad de material que se permite ingresar en relación incluso a las necesidades básicas de los habitantes. Adicionalmente el Secretario General ha advertido que “crea sufrimientos inaceptables, hiere a las fuerzas moderadas y fortalece a los extremistas”.

Para quienes apoyamos la iniciativa, el bloqueo es arbitrario –Israel no ha publicado una lista de qué se permite importar o no: no siempre los mismos bienes son prohibidos y se prohíben cosas tales como medicinas, alimentos para bebés, carne fresca, fruta en latas, etc. que carecen de significado militar. Una lista compilada por la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para Refugiados, en sus siglas inglesas) de cosas que no se han permitido incluye: bombillas de luz, velas, fósforos, libros, instrumentos musicales, lápices, ropa, zapatos, colchones, sábanas, frazadas, pasta, té, café, chocolate, champú y acondicionador capilar, medicamentos y productos hospitalarios (vendas, esparadrapo,…) para uso médico.
(en la foto vemos a Jordi Muntané y Aurelio de Paz, éste con la camiseta "Yo tambien soy de Gaza", en la cafetería Itaca de Murcia, donde esta mañana se ha presentado la campaña Rumbo a Gaza)
Más información en:
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